Es urgente detener cualquier violencia contra la población Rohingya

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Es dramático que, con combatientes procedentes del extranjero, se esté abriendo un nuevo frente de conflicto en el estado de Rakhine. El gobierno y el ejército de Myanmar deben darse cuenta de que las respuestas agresivas, sin ninguna solución política, convertirán esta situación en un desastroso conflicto. Myanmar tiene muchas otras cuestiones urgentes por tratar: la reducción de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia, la construcción del Estado”

Este es el llamamiento lanzado por el Cardenal Charles Maung Bo, que habla de la crisis que atraviesa el país, a menos de dos meses de distancia de próxima visita del Papa Francisco a Mynamar (27-30 de noviembre).

El Cardenal señala que

“En la actualidad se tiene fobia hacia los musulmanes por los discurso de odio que se difunden rápidamente a través de los medios sociales y las noticias falsas asumen rápidamente el aspecto de verdad. Además el pueblo de Myanmar está muy influenciado por lo que sucede en otras partes del mundo. Este clima no ayuda a resolver la crisis con los Rohingya.

La Iglesia reafirma los derechos de cada persona en el país y continuará pidiendo la dignidad para los musulmanes del estado de Rakhine, una dignidad que incluya la ciudadanía

“En este contexto la Iglesia no permanece en silencio. Estamos trabajando para lograr un entendimiento entre los diversos actores, a nivel social, político y religioso. La Iglesia apoya los derechos fundamentales de todos, incluidos los Rohingya. En Myanmar, otras minorías étnicas (como los kachin, kayah y karen) continúan en conflicto con el ejército y viven desplazados. Los obispos de Birmania apoyan la dignidad de cada hombre y el bien de todos los pueblos”.

Sobre la situación Rohingya, el Cardenal recuerda que

“las leyes de 1982, que negaron la ciudadanía a los musulmanes, fueron adoptadas por un gobierno militar y no por uno democrático. Como cristianos, animados por la compasión y la justicia, hemos pedido al gobierno y a todos que profundicen en las acusaciones de limpieza étnica y genocidio.

La Iglesia reafirma los derechos de cada persona en el país y continuará pidiendo la dignidad para los musulmanes del estado de Rakhine, una dignidad que incluya la ciudadanía. Hoy en día, el diálogo es el único camino a seguir. La paz es posible y la paz es el único camino”.

Sobre la próxima visita del Papa, el cardenal Bo concluye diciendo:

“Estoy seguro de que será un extraordinario momento de gracia para el pequeño grupo de fieles birmanos en este país budista. Su viaje es apostólico y pastoral. Viene por invitación del gobierno, para alentar la paz y la armonía”

Autor: Cardenal Charles Maung Bo