El 23 de julio Jesús Caldera, Ministro de Trabajo, mostraba su rechazo a extender la paga de los 100 euros a todas las madres, incumpliendo así el compromiso adquirido por el PSOE durante el IV Congreso de Familias Numerosas, y demostrando que el propio Caldera mintió pasado 27 de abril cuando anunció la puesta en marcha de esta medida.
Fuente: HazteOir.org
El pasado 27 de abril, Jesús Caldera anunció que modificaría la paga de los 100 euros a las madres trabajadores, vigente desde enero de 2003, para hacerla accesible también a las madres no trabajadoras, cumpliendo así la promesa electoral hecha por Zapatero en el Congreso de Familias Numerosas celebrado el 21 de febrero en Santiago de Compostela. En la actualidad sólo se benefician aquellas que cotizan por cuenta propia o ajena, dadas de alta en la Seguridad Social o en una Mutualidad y que convivan con sus hijos menores de tres años, con la condición además de que éstas no obtengan una renta anual superiror a los 8.000 euros.
El Gobierno ha argumentado que este incumplimiento no significa que dicha medida no se estudie de cara al próximo proceso de reforma del IRPF a realizar en 2006. La excusa no ha convencido a las asociaciones familiares. El presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder, consideró que la decisión del Gobierno supone una “auténtica estafa a las familias españolas”. Para Hertfelder, lo más grave es que en sus primeros 100 días de gobierno, el Ejecutivo ha demostrado su nula voluntad de ayudar a la familia, ya que ha incumplido dos de sus principales medidas de apoyo: la extensión-universalización de la paga de 100 euros y la creación de una Secretaría de Estado de Políticas Familiares.
Sin embargo, mientras discrimina a las madres e incumple sus compromisos para las familias, el PSOE se apresura a poner en marcha políticas perjudiciales para las familias, entre ellas la legalización del matrimonio gay para el año que viene, la agilización de los trámites de divorcio y le legalización del aborto provocado. El PSOE se empeña así en gobernar para una minoría ignorando y despreciando a la mayoría de la sociedad española, poniendo en práctica una política social reaccionaria y familiófoba.