HABLA NOAM CHOMSKY sobre JUAN PABLO II

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Declaraciones de Noam Chomsky (referente de la izquieda mundial), sobre Juan Pablo II

El extremista radical del Vaticano

Publicado en la revista Autogestión en octubre de 2002

El intelectual Noam Chomsky, referente de la izquierda mundial y grupos antiglobalización, recoge en su reciente libro «Estados canallas» un importante comentario sobre Juan Pablo II, al que llama «extremista radical del Vaticano» y lo sitúa entre las pocas personalidades mundiales que están «fuera del espectro» del sistema. Señala que su mensaje apenas se mencionó por la prensa nacional,y se trata sin duda de alternativas que no se encuentran en la agenda. El intelectual Noam Chomsky recoge este comentario:

«En un mensaje de Año Nuevo de 1999, el Papa Juan Pablo II denunció el marxismo, el nazismo, el fascismo y la no menos «perniciosa» ideología del «consumismo materialista»… en la que las naciones y pueblos pierden «el derecho a compartir las decisiones que a menudo modifican profundamente su modo de vida» por las estructuras del mercado en las que está «concentrado el poder político y financiero», mientras que los mercados financieros «fluctúan erráticamente» con devastadoras consecuencias para los pobres,»las elecciones pueden manipularse», y «los aspectos negativos y otros son considerados completamente irrevelantes» por los poderosos.

Esta redación quiere tambien recordar que el «extremista del Vaticano» aún fue más radical (en el sentido original de ir a la raíz del asunto, cuando recibió a los participantes en la XXVII conferencia general de la FAO, el 23 de octubre de 1995, les decía: «La situación social y económica del mundo actual hace que todos seamos conscientes de que el hambre y la desnutrición de millones de personas son el resultado de mecanismos perversos dentro de las estructuras económicas, o de la consecuencia de criterios injustos en la distribución de los recursos y la producción, de políticas programadas para defender a grupos con intereses especiales, o de diversas formas de proteccionismo». Parece claro que sigue vigente aquella sentencia de Theodore Roosevelt «Creo que la asimilación de los países latinoamericanos a los Estados Unidos será larga y difícil mientras esos países sigan siendo católicos». Y el pensamiento de Rockefeller, pronunciado después de visitar Iberoamérica en 1969 en nombre del entonces presidente Nixon: «La Iglesia Católica ya no es más amiga de confianza del Gobierno de los EE. UU. por su opción por los pobres y porque quiere cambiar las estructuras socioeconómicas en América Latina».