Una decidida acción política internacional acabaría de inmediato con ello. Pero para eso necesitamos una opinión pública y una sociedad, que no sólo esté bien informada sino que no transija ante estas
Hay millones de niños esclavos, con la ayuda de gobiernos, sindicatos y organismos internacionales
Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.
Movimiento Cultural Cristiano, que prepara diferentes actos reivindicativos con motivo del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, el 16 de abril.
– ¿En qué consisten los actos reivindicativos del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil y quién los organiza?
Hay, cada año, una campaña de concienciación sobre el tema llevada a cabo mediante Exposiciones en Centros Culturales, Video- forum, conferencias en Colegios e institutos,… Luego se desarrollan concentraciones en las principales plazas públicas de más de 30 ciudades de España. En este curso, tendrá un relieve especial la realizada el 16 de Abril en Madrid.
A las 12 h, tras la eucaristía en La Almudena, oficiada por el Cardenal Rouco Varela, habrá allí mismo, un acto homenaje a la figura de Iqbal Masib y a Juan Pablo II. A las 18 h., marcha silenciosa con salida en la Plaza de España y concentración en Sol.
Todo esto lo organiza el Movimiento Cultural Cristiano, Camino Juvenil Solidario y el Partido político Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIN).
– ¿Desde cuándo trabajan los organizadores de los actos en la lucha contra la esclavitud infantil? ¿Cómo actúan?
Llevamos, con esta campaña específica, 11 años. Hay una acción importante de toma de conciencia, como hemos apuntado. Aparte de los actos mencionados, nuestra revista «Autogestión» mantiene una sección fija sobre este tema desde su nacimiento y hemos dedicado varios libros y vídeos de nuestra editorial «Voz de los sin Voz» al problema.
Hay otra acción de denuncia a la opinión pública con actos mensuales en la calle que suelen contener exposiciones ambulantes, mensajes de megafonía, performances, y difusión de materiales informativos y formativos.
Hay una reivindicación política hecha mediante llamamientos y entrevistas a los partidos políticos, a los sindicatos y a las organizaciones internacionales para que adopten medidas adecuadas. Más de 60 ayuntamientos han acogido mociones contra la Esclavitud Infantil propuestas por nosotros.
– ¿Por qué motivo se escogió esta fecha de conmemoración?
En ella se produjo el asesinato de Iqbal Masib, un niño pakistaní vendido esclavo a la industria de las alfombras, bautizado cristiano en un país musulmán, y asesinado por la mafia tapicera cuando contaba con 12 años por luchar contra la esclavitud de otros niños como él.
– ¿Cuál es la geografía de la esclavitud infantil? ¿Y sus cifras?
Existen más de 400 millones de niños esclavos y la situación afecta a prácticamente todos los continentes. De una forma especial a los países más empobrecidos de Iberoamérica, Africa y Asia. Pero es una realidad que por ejemplo Europa, y más con el fenómeno de los menores inmigrantes no acompañados, está reviviendo situaciones de explotación de la infancia que creíamos desaparecidas.
España no es una excepción con unos 500.000 menores en esa situación.
– ¿Cuáles son sus causas?
La causa fundamental es esta economía transnacional que con razón Juan Pablo II llegó a caracterizarla como una tendencia inherente al imperialismo. Sus formas de producir, a través de subcontratas de subcontratas, para realizar productos cada vez más baratos. Sus formas de comercializar. Sus formas de financiación a través de la deuda externa. La devastación que produce en las zonas francas, en las economías rurales locales, etc.
La esclavitud, y la esclavitud infantil en concreto, ha vuelto a ser un gran negocio. Pero la razón que la sostiene es principalmente política. Es la pasividad cómplice de Gobiernos, Partidos políticos y Sindicatos, Estados y Organismos Internacionales la que la instala y legitima.
– ¿Existe una solución para erradicar la esclavitud infantil?
Estamos convencidos que una decidida acción política internacional acabaría de inmediato con ello. Pero para eso necesitamos una opinión pública y una sociedad, que no sólo esté bien informada sino que no transija ante estas «medias verdades» (mentiras) de los organismos internacionales y que considere moralmente inaceptable cualquier sometimiento y aplastamiento de la dignidad del ser humano.
Y subrayamos la necesidad de esta revolución moral y cultural porque en la cultura y moral en que estamos, nos está pareciendo «normal» no sólo la esclavitud sino hasta nuestro derecho a decidir sobre el derecho a la vida de los demás.
