Juguetes hechos en China: trabajo forzado y violaciones de leyes locales

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Un informe de China Labor Watch encontró que las cuatro fábricas investigadas tenían empleados trabajando al menos 100 horas extras al mes

A medida que la temporada de fin de año se acerca, iremos a las tiendas y compraremos juguetes. ¿De dónde vienen los juguetes? La mayoría de nosotros puede imaginar que la mayoría de los juguetes se hacen en China. Pero hay poca conciencia del trabajador chino que hace los juguetes.

El mes pasado, la ONG de los derechos laborales China Labor Watch (CLW, por su nombre en inglés), publicó un informe desfavorable sobre las condiciones de trabajo de cuatro fábricas de juguetes en la provincia de Guangdong, al sur de China, donde está la mayor concentración de fábricas de juguetes en China. Los hallazgos se basan en que entre junio y noviembre los investigadores de CLW se hicieron pasar por trabajadores, y trabajaron junto a otros trabajadores.

Las fábricas investigadas hacen juguetes para marcas conocidas, compañías como Mattel, Fisher-Price, Disney, Hasbro, y Crayola, y para los principales minoristas, como Target, Kid Galaxy, Kids II, y otros.

La investigación expuso una larga letanía de violaciones legales y éticas. La mayor parte de las mismas violaciones a los derechos laborales, fueron encontradas hace siete años en una investigación de CLW a fábricas proveedoras de juguetes. Su informe concluyó que el estado de las condiciones laborales de las fábricas de juguetes en China, fracasó en lugar de mejorar.

Condiciones de trabajo

El informe de China Labor Watch encontró que las cuatro fábricas investigadas tenían empleados trabajando al menos 100 horas extras al mes, en violación flagrante de la ley máxima de 36 horas por mes establecida por la ley china. En una de las fábricas, las horas extraordinarias eran de más de 120 horas al mes. Durante la temporada alta, los trabajadores suelen trabajar seis días a la semana, con turnos diarios de 11 o 12 horas.

«Todas las fábricas investigadas fallaron en proporcionar a los trabajadores un equipo de protección suficiente, a pesar de entrar en contacto regular con productos químicos nocivos», señala el informe CLW.

Para dormir, los trabajadores son hacinados en habitaciones calurosas, donde caben entre 8 y 18 personas en cada una, tienen cinco salas de ducha para 180 personas, donde a menudo sufren robos.

Los trabajadores carecían de representación sindical. Si existe un sindicato en la fábrica, lo más probable es que sea solo un nombre. «La representación sindical no es elegida por los trabajadores y el presidente del sindicato, es un miembro del equipo directivo de la compañía», señala el informe.

Earl Brown, Director del Programa Consejo Legal de Trabajo y Empleo y China, Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, dijo que «los subcontratistas principales en la cadena de suministro, están en connivencia con el gobierno local para evitar la legislación laboral china», por ejemplo, no pagar la requerida contribución al seguro social.

Li dijo que la fábrica explota a los trabajadores en la temporada baja. La gerencia quiere que los trabajadores renuncien, así no tendrán que pagar indemnización por despido o el seguro social. Entonces les niegan el trabajo de horas extraordinarias, lo que obliga a los trabajadores a renunciar porque sin horas extras, no tienen un salario digno.

Auditoría social

Li respondió que las auditorías no son de utilidad y que realmente se hacen para satisfacer a los inversionistas. El informe de CLW señala que el código ICTI (Consejo Internacional de la Industria del Juguete – ICTI, por su nombre en inglés) para fábricas de juguetes estipula que las horas de trabajo, salarios y pago de horas extras, deben cumplir con la ley. Sin embargo, «Incluso si una fábrica cumple con la ley china o código ICTI, a menudo reciben la certificación ICTI», señala el informe. Y las compañías investigadas por CLW habían sido auditadas, explicó Li en la audiencia.

«La auditoría social es como una puesta en escena de la obra de Shakespeare, Hamlet, sin el príncipe de Dinamarca», dijo Earl Brown. «No se puede averiguar en China… si la salud y la seguridad de la ocupación es una realidad en el taller o abajo en el subterráneo, a menos que usted hable con los trabajadores. Para hablar con los trabajadores y hacer que ellos hablen con usted, tiene que desarrollar confianza. Y esta investigación social es el elemento que falta en la auditoría social».

Muerte trágica

Li Qiang testificó sobre una muerte causada por las condiciones laborales de la industria del juguete. Un joven de 17 años de edad, que estaba tan exhausto que su mano y luego su cuerpo quedó atrapado en una máquina y murió. Había trabajado en una fábrica de juguetes de Disney. Disney anunció que la fábrica era responsable por menos del 15 por ciento de los pedidos de Disney. Debido a que no cumplía con las normas de trabajo de Disney, Disney dijo que rescindían sus vínculos con la fábrica.

Li señaló que la respuesta de Disney era típica de muchas empresas de juguetes, que dividen sus pedidos de juguetes entre una multitud de fábricas con el fin de «garantizar que sus pedidos en cualquier fábrica dada, consista únicamente en un pequeño porcentaje de pedidos -por lo general de no más del 20 ciento”. Entonces, el fabricante de juguetes puede afirmar que tiene poca influencia en el comportamiento de la fábrica, y que esta última no pudo estar a la altura de su código de conducta; en consecuencia, terminan el negocio con esa planta.

Li dijo que las empresas de juguetes deben hacer mejoras en las cuatro fábricas en las que el informe de CLW encontró violaciones legales y éticas «en lugar de buscar excusas para simplemente terminar la relación con la fábrica».

Autor: Gary Feuerberg ( * Extracto)