La madre de todas las emigraciones

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Las nigerianas que tratan de emigrar a España a través de Marruecos son cada vez más numerosas y más jóvenes. Un contundente informe de Women’s Link detalla el alto precio que han de pagar

La presión ejercida por varias asociaciones sobre una de las mafias que controlan la emigración clandestina entre África y España ha servido para salvar la vida de una niña nigeriana a la que impedían ir al hospital a pesar de que se encontraba de parto. Ha ocurrido hace pocos días en Tánger, la ciudad del Estrecho de Gibraltar adonde cada vez llegan más mujeres y más jóvenes desde países subsaharianos.


No se trata de un fenómeno nuevo, según el informe «Los derechos de las mujeres emigrantes. Una realidad invisible» que la organización Women´s Link hace público. Pero sí que está adquiriendo dimensiones «preocupantes» con la llegada a Marruecos los pasados meses de octubre y noviembre de «una nueva hornada» de mujeres jóvenes emigrantes, como relata una de las fuentes que ha realizado el estudio.


Muchas acaban prostituyéndose, mendigando, violadas o con embarazos y abortos no deseados. Esto ocurre casi siempre, según el informe, bajo la responsabilidad directa de los hombres que las controlan o por abusos de los agentes de seguridad.







El conocido como ‘marido del camino’ no es precisamente quien está casado con ella… exige favores sexuales y domésticos.


«Marido del camino»


La niña nigeriana, que aseguraba tener 18 años, estaba recluida en una casa a pesar de que hacía dos días que el pequeño que llevaba en su cuerpo trataba de salir. La encontraron por casualidad mientras distribuían alimentos a los emigrantes. «Por esa pelvis no cabía un niño. El bebé traía la cabeza morada de empujar sin hallar salida», aseguran a este corresponsal quienes vieron a la menor, que calculan que no tenía más de 14 o 15 años y que ocultaba su edad por miedo a los que la habían dejado embarazada. En nuestro país se siguen vendiendo para pagar deudas de hasta 45.000 euros.


Finalmente lograron que fuera a un hospital, donde fue intervenida de urgencia. El bebé, que tuvo que nacer por cesárea, y su madre fueron recogidos de inmediato por los compatriotas que integran la red mafiosa y ahora se encuentran en paradero desconocido. «Muy probablemente esté ya en manos de su «marido» en Rabat», añade la misma fuente.


El conocido como «marido del camino» no es precisamente quien está casado con ella. Éste es el término empleado para designar al varón que controla los movimientos de la mujer mientras emigra. Como concluye Women´s Link después de entrevistar a 98 subsaharianas (71 en Marruecos y 27 en España) de entre 10 y 55 años entre 2005 y 2007, esos hombres «exigen favores sexuales y domésticos a cambio de proteger a las mujeres de otras formas de violencia y ayudarlas a llegar al país de destino».


Esa es sólo una de las formas de sometimiento a las que se ven obligadas las mujeres, pues hay «múltiples formas de violencia a lo largo de todo el proceso migratorio hacia Europa». Esa violencia, que va «desde las agresiones físicas y sexuales hasta el abuso económico y psicológico, es perpetrada de manera sistemática tanto por las autoridades como por otros hombres».


Prostituídas y endeudadas.


Las nigerianas, siempre según el informe de Women´s Link, son las que más sufren los abusos de las redes de trata. Algunas son reclutadas en sus pueblos de origen y trasladadas como prostitutas a lo largo de toda África hasta España, donde están obligadas a seguir vendiéndose para pagar deudas de hasta 45.000 euros. El miedo a los tratantes que las controlan y a ser deportadas por las autoridades impide a las mujeres denunciar su situación o solicitar los servicios básicos.