La autocensura de los profesionales, entre otras cosas por su precariedad laboral, les fuerza a escribir al dictado de los intereses dominantes en el sector. La Federación de sindicatos de periodistas (FeSP) ha cifrado la precariedad e irregularidad laboral en el 47 % de la profesión. Un buen ejemplo es el de los 2 informadores asesinados en Irak. Jose Couso y Julio Anguita Parrado. Ninguno estaba en plantilla. Couso trabajaba como autónomo en Tele5 y Julio Anguita estaba en excedencia en el periódico El Mundo. Ante la precariedad laboral no se es crítico, ni independiente, se es la voz del amo… Un informe anual de la profesión periodística afirma que el 88,5 % de los periodistas considera que precariedad laboral es el primer problema de la profesión periodística. El estudio recoge que los periodistas españoles denuncian la degradación profesional, especialmente en materia de empleo y retribuciones, pero muestran una fuerte identidad vocacional con el trabajo que desempeñan. Desde Solidaridad.net informamos que ocho trabajadores de Catsa han ganado una histórica sentencia en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por la que se falla que los trabajadores de Catsa son trabajadores de SOGECABLE, que están contratados en precariedad con fraude de ley,
Fuente: Solidaridad.net
El 88,5 % de los periodistas considera que la precariedad laboral es el primer problema de la profesión periodística, y un 59,2 % cree que la actividad desarrollada en los primeros años de ejercicio profesional no satisface las expectativas albergadas en el período de formación universitaria.
Así se desprende del Primer Informe Anual de la Profesión Periodística, editado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y dirigido por el catedrático Bernardo Díaz Nosty. Dicho informe está basado en cinco encuestas a profesionales en activo, jóvenes periodistas recién licenciados, directores de diarios de información general, corresponsales extranjeros y expertos en medios de comunicación. El estudio recoge que los periodistas españoles denuncian la degradación profesional, especialmente en materia de empleo y retribuciones, pero muestran una fuerte identidad vocacional con el trabajo que desempeñan..
La autocensura de los profesionales, entre otras cosas por su precariedad laboral, les fierza a escribir al dictado de los intereses dominantes en el sector. La Federación de sindicatos de periodistas (FeSP) ha cifrado la precariedad e irregularidad laboral en el 47 % de la profesión. Un buen ejemplo es el de los 2 informadores asesinados en Irak; Jose Couso y Julio Anguita Parrado. Ninguno estaba en plantilla. Couso trabajaba como autónomo en Tele5 y Julio Anguita estaba en excedencia en el periódico El Mundo. Ante la precariedad laboral no se es crítico, ni independiente, se es la voz del amo…
La lucha contra la precariedad y los abusos de la patronal llega a Sogecable
La libertad de prensa es considerada con justicia uno de los pilares básicos del sistema democrático. Su aplicación se ve entorpecida actualmente por factores como la autocensura de los periodistas maniatados por su precariedad. Un ejemplo de ello es la sentencia reciente contra el grupo Sogecable de Jesús de Polanco.
Ocho trabajadores de Catsa han ganado una histórica sentencia en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por la que se falla que los trabajadores de Catsa son trabajadores de SOGECABLE, que están contratados en precariedad con fraude de ley, que Catsa fue creada para evitar la aplicación del convenio de Sogecable, que el convenio de Telemarketing es para la contratación de servicios a terceros y no a uno mismo (el 99% de Catsa es de Sogecable) y que el convenio de aplicación es el de Sogecable, ya que de no ser así sería mantener una situación fraudulenta. Tan grave como la manipulación es el sistema que establece la autocensura, cuyos mecanismos esenciales están basados en el miedo a ser despedido…
El presidente de la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE), Fernando González-Urbaneja, indicó hoy que las empresas periodísticas «ponen en riesgo su calidad» con la «precariedad laboral de los periodistas», según indicaron en un comunicado fuentes de la federación. Así, González-Urbaneja señaló que «con contratos indignos no se puede hacer un trabajo digno y no se pueden tener empresas dignas».
La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) urge a los legisladores a que regulen la profesión del periodismo mediante los proyectos de Estatuto del Periodista Profesional y de Ley de Derechos Laborales de los Periodistas, que ya han sido presentados en el Congreso de los Diputados y que son la única garantía del derecho de la ciudadanía a una información veraz y plural. La demora en aprobar esa regulación está contribuyendo no sólo a deteriorar más esta profesión, sino a la apertura de supuestos debates que, sin más avales que la improvisación y la falta de rigor, confunden a la opinión pública. El derecho fundamental de la ciudadanía a la información no puede ser regulado por acuerdos entre periodistas y empresas, señala FeSP, que no son los propietarios de la información, sino meros depositarios de ese bien ciudadano. La regulación del ejercicio del periodismo no atenta contra las libertades de prensa, de expresión ni de información, sino que, al contrario, impide la vulneración de todas ellas. Por otro lado, está demostrado sobradamente que la «autorregulación» y el «autocontrol» que proclama González Urbaneja, no sirven de nada ante las empresas que se siguen negando a aceptar mecanismos de defensa profesional y laboral.
