Perder el trabajo y, por tanto, perder los papeles te sitúa en situación de total indefensión ante el banco, según las organizaciones convocantes
En Cataluña, son 12 las familias
que gracias a la Plataforma de Afectados por las hipotecas conservan sus casas
en régimen de alquiler o han saldado su deuda devolviendo su hogar al banco.
Han logrado paralizar su primer
desahucio en Madrid. «Anuar dormirá esta noche en su casa», proclamaba un
portavoz de Afectados por la Hipoteca, la principal organización convocante,
poco después del mediodía.
Desde las 9.30 de la mañana
cientos de personas se apostaban en la puerta del número 14 de la calle Naranjo
para evitar que un secretario judicial notificara el desahucio de una familia
libanesa – Anuar, su mujer y su hija de 15 años – por no poder hacerse cargo de
la hipoteca.
Su historia, la de miles de personas en
España cada mes, tiene el agravante de la desprotección social que supone ser
inmigrante. El banco BBVA le ofreció un préstamo de 215.000 euros a
pagar en 37 años para comprarse el piso en el que vivían en alquiler. Pensó que
con los ingresos de la panadería que regentaba podrían salir adelante, pero
llegó la crisis, el negocio se arruinó y hasta ahora ni siquiera ha podido
terminar de devolver los intereses del crédito.
Si el embargo se llevara a cabo
(que todavía puede llevarse; es tan solo una suspensión), el piso de esta
familia pasaría a propiedad del banco, que podría revenderlo al 50% del valor
original de tasación. Pero Anuar tendría que seguir pagando su deuda, ya sin
casa. Por eso la principal reclamación de la plataforma Afectados por la
Hipoteca es que se aplique en España la fórmula de la «dación en pago», o lo que
es lo mismo, que entregando la casa se condone la deuda.
Perder el trabajo y, por tanto,
perder los papeles te sitúa en situación de total indefensión ante el banco,
según las organizaciones convocantes
El número de familias que ha
perdido su vivienda por procedimientos de desahucio marcó un récord histórico en
los tres primeros meses de este 2011. Hasta 15.491 familias (multipliquen para
hallar el número de personas) han perdido su casa, un 36,3 por ciento más que en
el mismo período del año anterior.
En España, se calcula que hay un
millón y medio de viviendas vacías
Cómo pasaron a
la acción los «afectados por las hipotecas»
Durante la última semana una
noticia ha rulado por las redes sociales provocando la indignación de muchos
usuarios: «Un padre de familia a punto de ser desahuciado se ahorca en plena
calle». El hombre, electricista hasta que llegó la crisis y perdió su trabajo,
vivía en una casa de protección oficial junto a su mujer y su hija menor de edad
donde entró tras ser desahuciado de la casa de alquiler donde vivía.
No se trata de izquierda o derecha, se
trata de un sistema político que no nos protege. No se respetan las reglas. No
puede ser que un hombre con cuatro hijos pierda su trabajo y le echen de su casa«.
La Plataforma que se fundó en
2009 en Barcelona para, ante el aumento disparado de los desahucios como
consecuencia del aumento de las personas desempleadas, organizar a las personas
que «a diferencia de los bancos, que ante el estallido de la crisis no han
dudado en exigir dinero público, las familias endeudadas han cumplido los
compromisos adquiridos mientras han dispuesto de un empleo y los intereses se lo
han permitido». Pero muchas de ellas, además de perder sus puestos de trabajo,
se enfrentan a cuotas de pago que no pueden afrontar, y cuando pierden sus
hogares, en muchos casos mantienen la deuda.
Conversamos con Lucía Delgado,
miembro de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Barcelona. «Todas las
personas que se han puesto en contacto con nosotros y que han sufrido intentos
de desalojos, hasta ahora unos 12, los hemos podido paralizar. Nuestras tres
exigencias básicas son: la regulación de la dación en pago, la condonación de la
deuda de la persona que está hipotecada, la moratoria del propio desahucio y que
esta o estas personas puedan vivir en régimen de alquiler a un precio asequible
en la propia vivienda».
Lucía nos atiende por teléfono en
plena calle. Acaban de conseguir paralizar un el primer intento de desahucio en
Barcelona. «En algún caso hemos conseguido daciones en pago, es decir, que el
propio Ayuntamiento realoje a las familias y en otros casos que la entidad
financiera le hiciera un contrato de alquiler». Pero la actividad de esta
Plataforma, conformada por personas implicadas desde hace años en movimientos
sobre el derecho a la vivienda y otros preocupados «porque era evidente ya antes
de 2009 que la burbuja inmobiliaria provocaría esta situación cuando explotase»,
no se limita a la acción directa sino también al asesoramiento legal, yendo a
las subastas de las viviendas para impedirlas…
«Creamos la organización para dar
respuesta a una situación que nos atañe y que es que mucha gente accedió a una
vivienda con un sobreendeudamiento porque no había parque de alquiler asequible
y porque las condiciones eran mejores hipotecándote que alquilando».
Lucía subraya el cambio de la
percepción social. «Cuando empezamos a trabajar en 2009 mucha gente se
culpabilizaba de, además de no tener trabajo, de no poder hacer frente a la
cuota. Hemos incidido mucho en las asesorías colectivas para borrar ese
sentimiento de culpabilidad, invertirlo y responsabilizar a quien realmente
tiene la culpa. Nosotros no negamos nuestra parte de responsabilidad, pero
también tienen que asumirla las entidades financieras, a las que se les apremia
después de haber concedido créditos a personas que no cumplían unos mínimos».
¿Pero cómo es ese momento? «Somos
muy positivos. Siempre decimos que la dación será aprobada finalmente, y que el
desahucio será parado. Pero, igualmente, lo preparamos con mucho cuidado y con
antelación. Por ejemplo, hoy en el desalojo de Matías en Barcelona. Mucha de la
gente que viene no conoce el caso así que contamos quién es Matías, por qué ha
dejado de pagar la hipoteca, y cómo nos oponemos mediante la resistencia
pacífica. Lo único que hacemos es impedir el paso de la comitiva judicial
físicamente con nuestros cuerpos. Nuestros lemas y nuestras pancartas son
nuestras únicas armas».
Justo ese mismo día, el martes,
el PSOE y el Partido Popular votaban en contra de la dación como forma de pago,
aunque ya una sentencia en enero de este año de la audiencia provincial de
Navarra obligó al BBVA a aceptar la casa como forma de saldar la deuda.