El Banco de España ha realizado un informe sobre el impacto económico del COVID-19 en las generaciones jóvenes. Es un informe demoledor, que dice muy poco de una clase política más precupada de ganar unas elecciones (Madrid mayo 2021) a base proclamas de la Guerra Civil, que de propuestas de salida a unas generaciones que se sienten abrumadas por un oscuro futuro.
Tampoco es de recibo enfrentar a migrantes empobrecidos con jóvenes españoles, los dos colectivos sufren un sistema económico perverso, más todavía en España, con una clase política que no está ni ha estado a la altura.
Por señalar algunos de los datos del informe:
El acceso a la vivienda hay un claro retraso progresivo en la edad de emancipación.
La rentas laborales han bajado (con gran presencia en industrias de servicios o sociales), y su perspecitva de teletrabajo no es alta, precísamente por esa circunstancia.
La tasa de parcialidad aumenta y las horas de contrato bajan. La pandemia ha impactado especialmente en los más jóvenes. Hay más vulnerabilidad laboral en los jóvenes.
Así como la incertidumbre en la renta
Los jóvenes sin ingresos se han acrecentado respecto al total de la población.
Y como decíamos la renta baja en estas edades…en la serie histórica.
