No a la guerra del hambre

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En muchos diarios de los medios de comunicación nos informan, no todos los días, de una guerra sin precedentes por el genocio: desde 1994 más de 5 millones de muertos en la República Democrática del Congo.

 Estas imágenes e informaciones nos conmueven. Más aún cuando la FAO en el día mundial de la alimentación dice que la mayor guerra, la del hambre, ha aumentado y seguirá aumentando en el mundo.


 En vísperas a la Navidad, donde quizá nos olvidemos de los últimos de la tierra, los hambrientos, hemos de decir No a esta guerra que mata todos los días a 100.000 personas, 50.000 niños. Esto no se arregla con 0,7% o galas de la FAO.


Si los gobiernos internacionales para salvar a la banca han aprobado unos créditos de 2,5 billones de euros ¿no merecen más nuestros hermanos?


Con estos hechos ¿no demuestran que nuestros políticos no quieren acabar con esta gran guerra que ya dura demasiados años? ¿O es que quizás piensan que sobran o son «efectos colaterales» de la crisis económica?


Aunque los medios y nuestro consumo y despilfarro nos manipulen no podemos callar indiferentes ante el dolor de tanta gente.