La llamada crisis financiera de los países enriquecidos ha hecho crecer el número de naciones, familias y personas condenadas al hambre, la explotación, la esclavitud, el paro y la inmigración. Son los efectos genocidas de un sistema injusto y explotador que ha alterado, a gran escala, el orden fundamental que debe garantizar la prioridad del trabajo sobre el capital.
– El hambre que mata a 100.000 personas diarias, es el escándalo de nuestro siglo.
– Nuevos fenómenos que aplastan la dignidad del trabajo. Más del 60% de los trabajadores en el mundo carecen de contrato laboral, a lo que debe añadirse el crimen de más de 400 millones de niños esclavos. En España, en torno a 10 millones de personas de la población activa transita entre el desempleo y el trabajo precario. Esta lacra va acompañada de una situación de quiebra de la familia, miedo, angustia y desesperanza ante el futuro.
– Más de 200 millones de personas has sido forzadas a emigrar. Existen más de 70 guerras y conflictos en el mundo. El control demográfico está provocando, sobre todo entre los empobrecidos, más de 60 millones de abortos anuales. A lo que hay que añadir las esterilizaciones, con las que pretenden controlar a los pobres. Aumentan las desigualdades: tan sólo el 10% de la humanidad dispone del 90% de la riqueza total.
– En España, desahucios y pérdidas de vivienda. En 2012 se han producido 101.000 desahucios. La pobreza se extiende hasta afectar a cerca de 11 millones de personas.
Vivimos bajo el dominio de un imperialismo internacional del dinero que acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de un número reducido de sociedades transcontinentales privadas.
Con la dictadura de la crisis la mayoría de la humanidad está viendo obstaculizado su acceso a los alimentos y a los servicios básicos de salud, educación, protección social, etc. Las medidas que se están imponiendo en Europa, así como la última reforma laboral en España, suponen una violenta degradación de las condiciones de trabajo, que favorecen los negocios del capitalismo transnacional.
La crisis también tiene hondas raíces morales y culturales. Estas reformas rebajan el valor de la persona a mero instrumento o mercancía utilizada al ritmo de los vaivenes del mercado y los avatares financieros. Tampoco esto sería posible sin las corrientes culturales hedonistas y materialistas, alentadas desde unos modelos educativos mercantilistas y una potente industria cultural. La degradación del trabajo y su explotación contribuyen igualmente a erosionar los fundamentos de la primera y esencial escuela de trabajo y solidaridad que es la familia. A esto se une la traición de los sindicatos y la izquierda oficial.
El Movimiento Cultural Cristiano está denunciado y luchando contra las causas del Hambre, del Paro y de la Esclavitud Infantil desde hace más de 25 años. Gritamos con contundencia que estamos ante una auténtica guerra de los poderosos contra los débiles. Es necesaria una política solidaria y autogestionaria:
a.- Un mundo de hambrientos, esclavos y parados debe ser rehecho desde sus cimientos, lo que implica una acción revolucionaria.
b.- La primacía del trabajo sobre el capital exige una apuesta por la Autogestión.
c.- La Solidaridad o es internacionalista o no lo es.
Es necesario un cambio de mentalidad y una labor de promoción de militantes
Frente a la desesperanza, el miedo y la división, que promueve este sistema, se abre ante nosotros una inmensa tarea que solo puede ser llevada a cabo por organizaciones y movimientos de solidaridad que sepan compartir hasta lo necesario para vivir.
La asociación vuelve a ser fuente de esperanza
para los que sufren las consecuencias de un sistema salvaje. Por ello, es urgente levantar, de nuevo, una voz por la dignidad de la persona humana, que ponga el trabajo por encima del capital como principio moral y político incuestionable y aliente una lucha solidaria con todos los oprimidos de la tierra.
Hambre, Paro y Esclavitud Infantil tienen remedio si nos unimos organizando presión moral liberadora.
El Movimiento Cultural Cristiano, el Partido SAIn y Camino Juvenil Solidario te invitan a que te sumes a los actos solidarios organizados, en España e Iberoamérica, para llevar a la calle la voz de los empobrecidos y plantear que todos estos atentados contra la vida deben desaparecer si existe voluntad política para ello.
Infórmate en tu Casa de Cultura y Solidaridad
Octubre 2013