Popieluszko fue asesinado hace 28 años, capellán del sindicato polaco Solidaridad

1954

El 19 de octubre se conmemoró el 28 aniversario del asesinato del capellán de Solidaridad. Jerzy Popiełuszko fue el sacerdote que estuvo al lado de los obreros y trabajadores que se pusieron en huelga en toda Polonia que dió fin al sistema opresor socialista impuesto en Europa Oriental.

Debido a sus prédicas, el sacerdote fue vigilado durante varios años y finalmente secuestrado dos veces por los servicios de seguridad polacos tipo KGB.

La segunda vez no pudo escapar, fue torturado y amordazado, su cuerpo fue echado con un saco con piedras al embalse de Włocławek, a las aguas del río Vístula.  Los asesinos  directos quedaron libres en poco tiempo bajo amnistía y los responsables de este asesinato político no han sido juzgados hasta hoy, debido a altos cargos ministeriales involucrados.

Hoy, 28 años más tarde, recordamos algunas de las palabras del Padre Jerzy, dictadas desde las misas que congregaban a miles de personas en la parroquia de Żoliborz en Varsovia:

La violencia es la fuerza del que no posee la verdad. Se puede doblegar al ser humano mediante la violencia pero no se le puede convertir en esclavo”.

“No basta con nacer persona. Todavía hay que ser persona. Preservar la dignidad es ser uno mismo en cualquier situación vital. Es estar del lado de la verdad aunque ésta tenga que costarnos porque la verdad expresada con la palabra cuesta. No se paga únicamente por la paja. Por el grano de trigo de la verdad hay que pagar. Cada cosa, cada cuestión importante, ha de costar y ha de ser difícil.  Sólo las cosas pequeñas y miserables son fáciles (…)

El ser humano se basa en la verdad. Si traiciona la verdad, se traiciona a sí mismo. La mentira rebaja la dignidad humana y siempre ha sido un rasgo de esclavos. Un rasgo de personas pequeñas (…) Preservar la dignidad es vivir de acuerdo con la conciencia.”