El I Congreso Internacional sobre Prostitución celebrado en Madrid ha vuelto los ojos hacia el cliente como origen y motor de un negocio en el que ´trabajan´ cuatro millones de personas en Europa, implica el tráfico de 450.000 más y registra un volumen de negocios anual de entre 4.000 y 6.000 millones de euros. Evidencia la necesidad de potenciar políticas y campañas para que los llamados ´clientes´ o compradores de sexo cobren conciencia de que gran parte de quienes trabajan en esa actividad lo hacen obligados y viven en condiciones de explotación…
MADRID, 20-6-2004 (Efe/ACPress.net).
El I Congreso Internacional sobre Prostitución celebrado en Madrid ha vuelto los ojos hacia el cliente como origen y motor de un negocio en el que “trabajan” cuatro millones de personas en Europa, implica el tráfico de 450.000 más y registra un volumen de negocios anual de entre 4.000 y 6.000 millones de euros.
Los ponentes de este congreso, que se clausuró el viernes, han puesto de manifiesto la necesidad de potenciar políticas y campañas para que los llamados “clientes”, compradores de sexo o usuarios del mercado de la prostitución, cobren conciencia de que gran parte de quienes trabajan en esa actividad lo hacen obligados y viven en condiciones de explotación.
Las razones que llevan a los hombres a comprar sexo, que varían de un país a otro, fue uno de los argumentos mantenidos para demostrar que la prostitución no es una necesidad inherente al hombre sino una costumbre aprendida, permitida y a veces favorecida por la sociedad.
“La sexualidad y las relaciones de género son construidas socialmente”, según se desprende de los trabajos presentados en el Congreso.
El hecho de que se entienda que existen ciertas prácticas sexuales que “solo pueden solicitarse a prostitutas, porque se les paga por ello”, esconde “la idea de relaciones sexuales con una mujer experimentada y desvergonzada, dispuesta a llevar a cabo cierto tipo de acto sexual que no podría pedir a su mujer o pareja oficial, forma parte a menudo de las fantasías de los hombres”, sostiene un trabajo del sociólogo Sven-Axel Mansson, de la Universidad de Goteborg (Suecia), que se analizó en el Congreso.
“La degradación de la mujer prostituida permite al hombre distinguirse de ella y liberarle de todo sentimiento de culpa”, añade el escrito, que identifica al “cliente tipo” como un hombre casado, con hijos y entre los 30 y 50 años.
Un informe presentado en el Congreso sobre las repercusiones del sexo en la UE pide a los Estados miembros que, en la lucha contra la trata de seres humanos y la explotación sexual, “todos los niños y jóvenes reciban una orientación y educación imparciales sobre su proceso de madurez sexual para evitar la ignorancia que subyace a la violación del derecho a proteger el propio cuerpo y la integridad”.
Así mismo, identifica y “condena”, como parte del problema que genera la prostitución, la pornografía, la publicidad sexista y los anuncios que fomentan la prostitución ilegal y forzada, en medios como la televisión e Internet, un canal este último “perfecto” para mostrar imágenes de contenido sexual cuya distribución está prohibida en la mayoría de los países.
Fuente: EFE,ACPress.net
