Robo y corrupción en el negocio de la Sed

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Multinacionales españolas como Agbar, FCC, Endesa y Aguas de Bilbao pelean por su parte del pastel. Mientras más de 5000 niños mueren cada día por no tener acceso al agua potable

La corrupción en el sector del agua pone en riesgo la vida y los medios de subsistencia de miles de millones de personas, como lo demuestra el Informe Global de la Corrupción 2008.


Casi 1200 millones de personas no cuentan con acceso garantizado al agua potable y más de 2600 millones no disponen de servicios de saneamiento adecuados, y estas carencias tienen consecuencias devastadoras para el desarrollo y la reducción de la pobreza. En las próximas décadas, se prevé que la competencia por el agua sea todavía más intensa. La falta de agua ya afecta a regiones de todos los continentes, y para el 2025, más de 3000 millones de personas podrían estar viviendo en países con problemas de agua.


En los países empobrecidos, casi el 80 por ciento de los problemas de salud están relacionados con la falta de servicios adecuados de agua y saneamiento. Como resultado, mueren casi 1,8 millones de niños por año. En África, durante la estación seca, es común que las mujeres y las niñas caminen más de diez kilómetros para recoger agua para sus familias, y se estima que en todo el continente alrededor del 5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) se pierde como consecuencia de las enfermedades y muertes causadas por el agua sucia y el saneamiento deficiente.


En los servicios de agua potable y saneamiento, las prácticas corruptas pueden encontrarse en cada uno de los eslabones de la cadena de provisión: desde la elaboración de las políticas y la distribución de los presupuestos, hasta los sistemas de operación y facturación de los servicios. Debe señalarse que los servicios de agua estan en su mayoría en manos de grandes empresas multinacionales gracias a la presión ejercida por los organismos internacionales hacia la privatización de los mismos.


Las empresas sátrapas más descollantes en el terreno del abuso, que han convertido el agua en una productiva mercancía son: «Suez Lyonnaise des Aux» y «Vivendi Environment» (Francia); «Rwe-Thames Water» (Alemania); Siza Water Company, Water and Sanitation Services South Africa y «Bechtel Americana» (EE.UU.); «Aguas de Bilbao» y «Endesa» (España); Internacional Financial Corporation (IFC).  Las empresas Vivendi, Veolia y Suez Ondeo, controlan más del 70% del mercado de suministro del agua a nivel planetario. Suez opera en 130 países y Vivendi en más de 90. En el año 2002 ganó más de doce mil millones de dólares.


La revista «Fortune» de mayo del 2000 dice: «Los ingresos de la industria del agua alcanzan ya cerca del 40% del sector petróleo, y constituyen una tercera parte más elevados que los del sector farmacéutico. En el año 2007, el valor estimado de este mercado, solamente en Europa Occidental, América del Norte y Japón, ascendió a alrededor de 210 000 millones de dólares (de EEUU). En los países empobrecidos, se estima que la corrupción en el sector encarece el costo de conexión de los hogares a la red de agua en un 30 por ciento.


Mas allá de la concesión de los servicios del agua, las multinacionales aspiran a la adquisición de los propios derechos del agua, legalmente a través de concesiones y licencias, y físicamente mediante la construcción de pantanos y la captación de las fuentes de agua y de su transporte.


Ante la desconfianza de la población por la venta del agua, especialmente en América Latina, se está optando por una coparticipación del sector público y el privado. En estos países la estrategia más practicada por las multinacionales consiste en buscar compañías locales con implantación o interés suficiente que permitan la consideración de un acuerdo o adquisición ventajosa según el caso. Además tienden a manejar su posición dominante a través de cesiones mediante subcontratas a sus filiales (de esta manera, las inversiones necesarias para la mejora de la red les permiten camuflar sus costes reales a la hora de la negociación de precios).


La dolarización de las tarifas es otra de las estrategias empresariales. Como consecuencia de las crisis financieras que han sacudido Argentina, Brasil o México, las multinacionales incluyen esta estrategia como mecanismo de seguridad ante una depreciación de la moneda local.


Principales multinacionales de la industria del agua en América Latina


El Grupo español AgBar (Aguas de Barcelona). En el 2000 controlaba el acceso al agua de más de 38 millones de personas en el mundo, de las cuales 21 millones viven en América Latina. Está dominada por un holding formado por una filial de Suez –Lyonnaise de Eaux y la Caja de Ahorros y Pensiones (tiene el 48%) y el grupo Endesa (tiene casi el 12%). Uno de los principales conflictos se ha registrado en Cartagena de Indias (Colombia), donde Suez -AgBar hizo una reducción de personal y los recontrató selectivamente (con una discriminación de los sindicalistas).


El Canal de Isabel II / Trecbasa : la primera es una empresa de titularidad pública dependiente de la Comunidad Autónoma de Madrid y la segunda es una compañía privada de Valencia, ambas controlan conjuntamente la compañía de agua colombiana Triple A. Tienen concesiones en Colombia, Ecuador, Venezuela y República Dominicana.


Aguas Bilbao es una entidad pública que además tiene concesiones en Venezuela, Ecuador y Uruguay. En Argentina tiene una concesión conjunta con la compañía constructora española Dragados/Urabasser que en 1999 obtuvo una concesión por 30 años de Aguas de Buenos Aires (AGBA). En julio de 2001, después de 18 meses de operaciones en la región del Gran Buenos Aires, AGBA no había realizado la inversión en el plazo previsto.


Otra de sus concesiones más polémicas es la de Uragua, donde está en consorcio con la compañía eléctrica española Iberdrola. En Junio de 2001, un informe crítico de la Federación de funcionarios de OSE (organización sindical uruguaya) reveló que no rindió informes mensuales de análisis de muestras y en abril de 2002 se descubrió que el agua suministrada estaba contaminada.


Dentro de las multinacionales españolas, las constructoras Fomento de construcciones y contratas (FCC) y Dragados, actualmente fusionadas, así como las compañías eléctricas Endesa, Iberdrola y Unión FENOSA están incrementando su presencia en la gestión del agua. 






Un ejemplo: la especulación de ENDESA en Chile


A finales de los ’80, gracias a la política de Pinochet, Endesa contaba con más de la mitad de la producción y distribución eléctrica, además de la mayoría de derechos de aprovechamientos de aguas para generación. En 1998 tenía un 58,8% de los derechos de aguas sin usar y otro 42% en trámite.


Un ex director de la Dirección General del Agua de Chile asegura que «Endesa simplemente buscaba tener toda el agua y no construir. Así, cuando hay menos oferta y más demanda de energía, los precios suben». Y mal no le ha ido a la eléctrica. En 2006, las lluvias y la alta demanda ayudaron a que Endesa Chile ganara 351 millones de dólares. Actualmente está siendo acusada de prácticas monopólicas por parte de las sociedades ganaderas de la región de Aysén donde acapara el 98% de los caudales.


En resumen, el negocio del agua mata. Muchas multinacionales españolas se están beneficiando de este robo, en muchos casos con el apoyo del ministerio de asuntos exteriores del señor Zapatero. Es necesario poner en marcha nuevos sistemas de gestión comunitaria y solidaria de los servicios de agua para no depender ni del mercado ni del estado. En esto, como en tantas otras cosas, los empobrecidos ya no estan dando una gran lección. Aprendamos de ellos, apoyemos sus luchas.


Fuentes:


I.G.C 2008, de Transparency International


«Los sátrapas» de Teodosio A. Palomino, autor de «La tragedia del oro azul»


«La privatización del agua en América latina», de Soraya González


«Agua que no has de beber… » Por Carla Alonso, Beatriz Michell, Felipe Gianoni (La Nación, Chile)