Si mi abuelo (Mahatma Gandhi) viviera

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Una reflexión de Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi: ´Esta ha sido una semana terrible -cientos de niños tomados como rehenes y amenazados de muerte en un colegio del sur de Rusia, 12 trabajadores nepalíes degollados en Irak, 16 israelíes muertos en la ciudad de Beer-Sheva, dos aviones rusos que hicieron estallar causando la muerte de casi 100 personas- . Y me temo que irá a peor. Cada vez se recurre más a la violencia para solucionar problemas…´

Por ARUN GANDHI
Cronica
(5 de septiembre de 2004)
Arun Gandhi es nieto de Mahatma Gandhi.

Esta ha sido una semana terrible -cientos de niños tomados como rehenes y amenazados de muerte en un colegio del sur de Rusia, 12 trabajadores nepalíes degollados en Irak, 16 israelíes muertos en la ciudad de Beer-Sheva, dos aviones rusos que hicieron estallar causando la muerte de casi 100 personas- . Y me temo que irá a peor. Cada vez se recurre más a la violencia para solucionar problemas.

Yo creo en una revolución pacífica y silenciosa desde dentro, en cambiar las almas y los pensamientos.

Si mi abuelo viviera, estaría muy decepcionado de la Humanidad. Mi abuelo, Mahatma Gandhi, que abogaba por la no-violencia, solía decir que «el ojo por ojo dejará a todo el Mundo ciego», y eso expresa justamente lo que ocurre actualmente. Por ejemplo, la invasión de Estados Unidos a Irak, donde busca venganza en lugar de tratar de cambiar el mundo para mejor.

Mi abuelo, Mahatma Gandhi, que abogaba por la no-violencia, solía decir que «el ojo por ojo dejará a todo el mundo ciego», y eso expresa justamente lo que ocurre actualmente.

La tragedia es que algunos gobernantes piensan en salvar a su nación y que el resto se vaya al infierno. Pero no se dan cuenta que estamos ligados unos a otros, y que en ese caso nos iremos todos al infierno. En los últimos 20 años la violencia se ha vuelto más inhumana aún, y el caso de atacar a niños y a civiles en general es una prueba de ello. Lo que hay que hacer para contrarrestarlo es trabajar y tratar de cambiar a la gente una por una. Y para eso primero tenemos que cambiarnos y educarnos a nosotros por dentro, desarrollar nuestra capacidad de racionalizar y estudiar. Hace mucho que no se habla de paz y de no-violencia, y yo trato de plantar esas semillas en las mentes. Me queda una chispa de esperanza, que trato de mantener viva, aun cuando sea difícil en las circunstancias actuales. Yo creo en una revolución pacífica y silenciosa desde dentro, en cambiar las almas y los pensamientos.