Solo 30% de los estudiantes fue a clases de forma regular este año en Venezuela

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Las cifras son tan dramáticas como la realidad derivada de la emergencia en educación, que también retrocede en el país sudamericano. Hambre, fallas de transporte y apagones eléctricos son las principales razones del desastre…

Menos de la mitad de metas cumplidas, ausencias inéditas y récord superior a tres cuartas partes del total en deserciones es el gris panorama de la educación en Venezuela, a tono con la “emergencia educativa” que afronta la nación sudamericana.

Las conclusiones se desprenden de la denuncia que desde el 11 de julio reposa en la Fiscalía General de la República presentada por el director general de FundaRedesJavier Tarazona, en la cual se detalla además que en el 97% de las instituciones educativas no se cumple con el servicio de alimentación escolar.

En conversación con Aleteia, el investigador y profesor universitario dijo que las metas se cumplieron únicamente en un 45%; menos del 30% de los estudiantes asistieron regularmente a clases y la deserción escolar superó un asombroso 78% al término del año escolar.

La crisis no es únicamente con los escolares. Afecta también a los educadores, donde crece el pesimismo ante una situación nada alentadora. Explicó Tarazona que el ausentismo del personal docente alcanzó el 67%. Algo nunca visto hasta ahora en Venezuela.

El estudio analizó 12 de cada 100 planteles venezolanos

Los resultados que sustentan la denuncia derivan de datos recogidos por activistas y voluntarios en todo el territorio nacional que integran la plataforma de investigación de frontera. La técnica incluyó la aplicación de análisis de campo, consultas y documentación “de la vulneración de Derechos Humanos conexos a la educación”.

El estudio se aplicó en tres mil cuarenta y cuatro (3.044) planteles educativos de educación primaria y bachillerato, cifra que representa el 12,46% del total general de instituciones educativas de Venezuela.

Además, se realizó una exploración similar en cincuenta (50) universidades, tanto públicas como privadas, seleccionándolas en cinco regiones de la nación, a través de un muestreo combinado con la aplicación de un instrumento de tipo encuesta estructurada.

Con un nivel de precisión del 96% y un margen de error del 2,3% el estudio tuvo en consideración diversas variables y factores. De la investigación se desprende que la falta de transporte público fue la principal causa de las inasistencias de los escolares. Además se constató que en las instituciones analizadas, 98% no presta servicio médico preventivo.

96% de las universidades no tiene recursos para investigación

En cuanto a las casas de estudio superiores, el 96% de las universidades no cuenta con los recursos presupuestarios necesarios para el desarrollo de actividades de investigación, ni tampoco recibe fondos para el desarrollo de actividades de extensión.

Los resultados coinciden con las denuncias planteadas por el Sindicato Venezolano de Maestros (SVM), según cuyo presidente -Edgar Machado- los estudiantes del turno de la mañana solamente recibieron 71 días de clases aunque por ley debieron acudir un mínimo de 200 para completar formalmente el calendario escolar.

En el turno de la tarde la situación fue aún peor. Pues los escolares acudieron a las aulas; es decir, únicamente 56 días, lo cual representa un 72% de inasistencia. Las tres cuartas partes del año escolar, los salones de clases permanecieron vacíos.

Machado explicó que el no contar con servicios públicos básicos como electricidad, agua, seguridad y transporte son las razones principales de las ausencias. Sostuvo además que las unidades educativas se encuentran “por el piso”.

Reiteró que este año ninguno de los escolares pudo cumplir el 100% de los objetivos en sus materias y asignaciones. Por ello advierte que en el próximo período académico se verán las fallas, y previsiblemente habrá “un déficit en las asignaturas”.

El dirigente sindical detalló que luego del apagón nacional del 7 de marzo, el cual dejó sin luz durante varios días a buena parte del país y llevó a decretar días no laborables y suspensión de clases, 18 mil maestros han sido despedidos en todo el país, a “causa de la crisis en el sector educación que se profundizó al bajar el horario escolar”.

Falta de comida y transporte paralizan la educación

En marzo de 2019, Aleteia advirtió que 51 de cada 100 niños y adolescentes no estaban yendo regularmente a clases en Venezuela. La ausencia de 22 de ellos obedecía a la “falta de comida” tanto en casa como en los planteles, señalaba con base en análisis del estudio Encovi presentado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

El estudio, desarrollado desde hace un lustro con el apoyo de varias casas de estudios superiores del país, adelantaba además que “ya se presenta ‘rezago escolar’ en el grupo de edad que va de los 12 a los 17 años”. Presentan dos años de retraso en comparación con países vecinos, o con la Venezuela de hace un lustro.

El rezago en niños menores a cinco años de edad coincide con el retraso en cuanto a talla y peso que sistemáticamente ha denunciado y documentado Aleteia tras un seguimiento permanente en los últimos tres años a la data de Cáritas, en las regiones más vulnerables del país.

Las nuevas investigaciones ratifican una vez más que los muchachos faltan como consecuencia de la crisis humanitaria global que afronta el país, al identificar indicadores que son de data reciente y que se siguen agravando a un ritmo exponencial en la nación sudamericana.

Antes del apagón eléctrico y las suspensiones de clases, el 28% de los jóvenes ya dejaba de ir a sus salones porque no pueden acceder habitualmente al agua potable, pues la gestión Maduro es incapaz de garantizarla ni siquiera en zonas más pobladas.

Salieron a la escuela pero no llegaron a destino…

El 15% de los niños y adolescentes no acudía porque falta de electricidad. Mientras que el 13% dejó de ir a clases tras la suspensión de programas de alimentación escolar. En la actualidad sólo el 3% de los centros educativos ofrecen este servicio en el país, de acuerdo con la proyección que se deriva de las conclusiones de FundaRedes.

Al menos 17 de cada 100 niños salieron de casa con rumbo a la escuela, pero no lograron llegar a destino por una merma en el servicio de transporte, que ha cambiado su precio, frecuencia y horarios hasta literalmente paralizarse.

El hambre en Venezuela no sorprende, pero sí el silencio de la comunidad internacional ante las evidencias cada vez más patentes de las consecuencias -muchas de ellas irreversibles- en materia no sólo de supervivencia, sino también de educación y desarrollo.

Fuente Aleteia