Sumilao: una victoria con mucho sacrifico

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Los campesinos de Sumilao (Filipinas) ganan la batalla contra la mayor multinacional alimentaria del Sudeste Asiático

El 31 de marzo pasado, los campesinos del pueblo de Sumilao en la isla de Mindanao, Filipinas, celebraron el final de un largo periplo. Después de 13 años de lucha, ganaron la batalla jurídica que oponía su cooperativa de campesinos Mapalad [1] a la multinacional San Miguel Corporation, la mayor sociedad alimentaria de todo el sudeste asiático. Esta ultima planeaba instaurar un criadero intensivo de 50 000 cerdos en 144 hectáreas que habían sido sin embargo atribuidas por la reforma agraria a los campesinos en 1995. Las palabras de uno de los campesinos son elocuentes: “¿Es justo que conviertan ilegalmente nuestras tierras? ¿Es acaso normal dejar de lado la justicia social a cambio de promesas de prosperidad económica y de beneficios financieros? Si este es el caso, ¿cuál es entonces el precio de la justicia para pobres, vulnerables y marginalizados como nosotros?” Desde maniobras políticas hasta manipulaciones de la ley, pasando por la destrucción de plantaciones y las conversiones al tabaco, todo fue puesto en marcha para impedir a los campesinos recuperar sus tierras. Frente a la violencia y a la injusticia, los campesinos multiplicaron las iniciativas de protesta pacifica, llegando incluso hasta hacer una huelga de hambre durante 28 días en 1997. Pero los años pasaron sin que sus tierras ancestrales les hayan sido restituidas, entonces en 2007, decidieron hacer una marcha hasta el Palacio presidencial en Manila.

La marcha por la tierra y la justicia

El 9 de Octubre 2007, los campesinos de Sumilao marcharon para expresar su descontento frente a la incapacidad de los últimos gobiernos de poner en marcha una verdadera reforma agraria. La marcha reunió, a lo largo de 1700 kilómetros recorridos, individuos de todas las partes: defensores del derecho a la tierra, representantes de organizaciones de la sociedad civil, representantes de la iglesia y de la comunidad internacional. En total, 3000 recorrieron las rutas durante 60 días al lado de los campesinos. Durante el trayecto, fueron ampliamente apoyados por las poblaciones locales quienes les ofrecían comida, agua y consuelo; y por la iglesia católica quien les ayudo a encontrar refugio cada noche, contando con el apoyo decidido de los Obispos. Finalmente bajo la presión creciente de la sociedad civil, la multinacional firmó un pacto en el cual cedía oficialmente las 144 hectáreas a los campesinos.

¿Que futuro para la reforma agraria?

Iniciado en 1998, el programa de reforma agraria (CARP) pretendía atribuir 10 millones de hectáreas a las familias campesinas en un periodo de 10 años. 20 años mas tarde, a penas 3 millones habían sido redistribuidas y se estima que aún quedan 10 millones de campesinos sin tierra. Según la confederación nacional de organizaciones campesinas Pakisama [2] , la lucha de los campesinos de Sumilao refleja claramente el fracaso del CARP y el estado de corrupción del gobierno: “los campesinos obtienen títulos de propiedad bajo el CARP, pero por causa de intereses del medio empresarial y de las elites políticas, son continuamente victimas de acosos físicos y legales. El gobierno, supuestamente escogido por el pueblo para aplicar la Ley y promover la justicia social, decide ser un mediador sesgado a favor de las empresas privadas extranjeras, quienes multiplican los complejos hoteleros de lujo y los terrenos de golf.” Frente a la crisis alimentaria actual y la continua resistencia de las multinacionales contra la reforma agraria, Pakisama y la Asociación de campesinos de Asia (AFA [3] , hacen un llamado a todas las organizaciones campesinas a organizarse para presionar al gobierno a que prolongue el CARP que debería terminar este año. AFA señala que la lucha de los campesinos de Sumilao confirma la magnitud de la movilización y del apoyo que un grupo de campesinos puede suscitar cuando se esta confrontado incluso contra fuerzas opuestas.

Una victoria con mucho sacrificio

En el año 2009 fue aprobada la ley de reforma agraria y la asociación de agricultores afirmó: «Hemos dedicado esta victoria a Ka Rene Peñas, cuya vida y lucha siempre nos inspirará». Se refería al responsable comunitario de Sumilao, Bukidnon, asesinado el 6 de junio. Peñas fue uno de los participantes de la marcha de 1.770 kilómetros «walk for land, walk for justice» de los agricultores de Sumilao en octubre de 2007 que pretendía pinchar al gobierno para que les concediera las tierras que sus familias habían trabajado durante décadas.

En el momento de su muerte era concejal del barangay (kagawad) de San Vicente y vicepresidente nacional del Pakisama or Pambansang Kilusan ng mga Samahang Magsasaka (Movimiento Nacional de Organizaciones Campesinas). En la denuncia que el movimiento hizo tras su asesinato declararon

«Le dispararon tres balas con una escopeta, que le atravesó el pecho y la espalda. ¿Quién podría haber causado la muerte de un hombre cuya vida estuvo dedicada a servir a los campesinos sin tierra?»

«Esperamos que su caso no sufra la suerte de dos de nuestros colegas. El 22 de noviembre de 2009, dos hombres encapuchados acribillaron a nuestro ex-Vice-Presidente de Mindanao Vic Paglinawan en la ciudad de Davao. El 9 de marzo de 2009, Chico Billames, Secretario General de SAMATIKU, un miembro de la federación-agricultor en Cotabato del Sur también fue abatido a tiros por un asesino con capucha. Hasta ahora, los sospechosos no han sido identificados y capturados en ambos crímenes.»

«Hacemos un llamamiento a los agricultores filipinos. Continuemos la lucha por la reforma agraria y el buen gobierno y la política hasta que cada agricultor sea propietario de los terrenos.”

[1] Mapalad : Mapadayonong Panaghiusa sa mga Lumad Alang sa Damlag (Cooperativa polivalente de campesinos sin tierra de Sumilao).

[2] Pakisama : Pambansang Kilusan ng mga Samahang Magsasaka

[3] AFA : Asian Farmers Association http://asianfarmers.org