Vivimos en un sistema neocapitalista que maneja la vida de todas las personas, pero que se ensaña especialmente con la infancia, el eslabón más débil y más indefenso. Ellos entran, en su mayoría, en el grupo de los descartados a causa de la indiferencia de una sociedad hedonista e insolidaria. Deberían ser los más protegidos, pero no lo son.
Grupo solidaridad
A pesar de todo este drama, no sería justo no hacer mención a millones y millones de familiares y familias, asociaciones o movimientos que han tratado de paliar esta situación abriendo enteramente sus hogares a estos niños, realizando sacrificios incontables, ofreciendo incondicional y gratuitamente su vida. Unimos a sus luchas diarias, nuestra denuncia permanente de las causas de las injusticias que han movilizado su conciencia.
A continuación, presentamos varias asociaciones y movimientos que son luminarias entre tanta oscuridad pues, parafraseando a san Juan Bautista de La Salle, firmemente creemos que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo juntos cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo.
Publicado en la revista solidaria Autogestión
¡Niña, levántate!
Jaeda Akhter es una mujer bangladesí de 30 años, esposa y madre, que fue víctima de una banda de traficantes. Esclavizada y obligada a prostituirse, tras una serie de experiencias angustiosas, incluida la cárcel, consiguió volver a su casa en un estado deplorable, física y mentalmente. La dramática historia de Jaeda Akhter es parecida a la de miles de chicas de familias indigentes de Bangladesh que se convierten en víctimas de los traficantes de personas.
En 1998 la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) acepta la invitación de la Hna. Leah Ackerman para realizar un mayor esfuerzo contra la trata de personas. Forman un grupo de estudio sobre la trata en la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación. El trabajo de este grupo incluyó la elaboración de diversos materiales de formación y sensibilización: La trata de mujeres, niñas y niños, en colaboración con Caritas International. Actualmente la asociación tiene presencia en 107 países y durante el año 2023 unas cuarenta mil mujeres y niñas han podido sobrevivir a situaciones de trata, beneficiándose también, de forma indirecta, unas cuatrocientas mil personas más.
Las hermanas católicas, los voluntarios y los profesores de Talitha Kum intentan llevar a cabo una labor de sensibilización y educación en escuelas, parroquias y comunidades para concienciar a las chicas y contrarrestar fenómenos sociales como los matrimonios forzados y la trata de seres humanos. La fuerza de la red Talitha Kum radica en su compromiso con la base, de abajo hacia arriba, y en su enfoque centrado en la persona y en la comunidad, lo cual asegura su cercanía a las víctimas y supervivientes de la trata, sus familias y aquellos en situación de riesgo de explotación.
Útero
Damos un salto a Sicilia, la región italiana tan castigada por el crimen organizado. Allí nació en 1989 por voluntad de un párroco, Fortunato di Noto, la Asociación Meter.
Di Noto comenzó a apasionarse por las nuevas tecnologías, pero lo que encontró en internet fue un verdadero holocausto perpetrado a través de la producción y difusión de material pedófilo o nocivo para menores. Esto empujó a Di Noto y a los miembros fundadores hacia lo que se convertiría en su misión: la lucha contra la pederastia y el abuso infantil, la protección de los niños y de su inocencia.
De ahí la elección del nombre: la palabra «meter» es de origen griego y significa «acogida, útero» y, en un sentido más amplio, «protección y acompañamiento».
Desde su sede en Italia, la asociación lucha contra la pornografía infantil y la explotación sexual, trabaja mano a mano con la policía italiana y asesora a organismos internacionales. “Lo más impresionante es que se habla de la pedofilia del clero, pero no se habla, por ejemplo, de pedofilia como fenómeno mundial. Y el fenómeno mundial de los abusos sexuales está ante los ojos de todos”, sostiene Di Noto.
De hecho, existen en todo el mundo movimientos políticos pedófilos y un lobby criminal de pederastas que, a través de la explotación sexual, pero también de la venta de vídeos, fotos y gadgets, han creado un negocio que mueve unos 13.000 millones de euros al año, con un total de 200.000 menores víctimas de atrocidades.
Hace ya una década, Fortunato Di Noto asistió al Aula Malagón-Rovirosa organizado por el Movimiento Cultural Cristiano. En aquel momento tenía que viajar acompañado debido a las amenazas que existían contra su persona.
La pedofilia es un crimen, pero también una máquina de hacer dinero. Por eso, a través de Meter, se realiza una labor no sólo de denuncia sino también de prevención y educación gracias a los quince centros de acogida creados en Italia, los 300 agentes para la defensa de la infancia y la vigilancia constante a través de Internet.
Hijo
A las afueras de Manila hay un vertedero de más de 20 metros de altura donde se acumulan residuos y desechos desde hace 55 años. No solo hay montañas de basura de la capital filipina. También toneladas de plásticos que en teoría llegaron allí desde países desarrollados para acabar en una planta de reciclado.
Cada mañana, centenares de niños llegan al vertedero para recoger algo que luego puedan vender o llevarse a la boca. Últimamente sólo encuentran envases vacíos con etiquetas de Estados Unidos y Alemania. Aunque el lugar desde donde salieron esos plásticos para Filipinas está tan solo 1.118 kilómetros más arriba, en Hong Kong.
“Lloro gritando bajo el casco, cuando voy en moto. Como las calles de Manila son muy ruidosas, nadie se da cuenta de que lo hago, y me puedo desahogar esos días en que las injusticias son demasiado dolorosas”. Son palabras del sacerdote francés Matthieu Dauchez que recorre Manila desde hace más de 20 años para liberar a los niños de la esclavitud, de la calle, de la prostitución, del maltrato, de la indiferencia, de la droga, de la falta de amor, de la soledad; algunos de ellos menores de dos años. Se ha enfrentado a pederastas y a mafiosos.
El padre Dauchez está comprometido y es responsable de la fundación Anak-Tnk. Anak significa “hijo”, y “tnk” son las siglas de “Tulay Ng Kabataan”, que en tagalo (la lengua más hablada en Filipinas) significa “un puente para la infancia”. Una red de casi treinta casas de acogida para más de 2.000 niños y enfermos mentales a los que, como a Ritchelle, Jeremy o Jimmy, recoge cuando vagan por los barrios de Manila y sus arrabales.
“Recorremos las calles para conocer a estos pequeños, sus historias. Algunos tienen familia, pero no pueden o no quieren atenderlos; otros han huido de casa o los han echado. A veces viven en grupo para protegerse unos a otros, pero la mayoría están expuestos a la violencia, las mafias, la miseria y la explotación. Y a los que no quieren venir a la fundación, les educamos en la calle, tratamos de alimentarlos y, sobre todo, les llevamos a Dios. Porque todo esto no va solo de ocuparme de los niños y sacarlos de la calle, sino de meter a Dios en su corazón destrozado”, nos dice el padre Matthieu.
Y añade: “Estos pequeños, casi nunca han huido de su familia por un problema material, sino porque han sido rechazados o han sufrido graves abusos. Por eso creen que no son dignos de amar y ser amados. Nuestro primer objetivo es que se den cuenta de que, como todos los niños, sí lo son”.
Tierra, techo, trabajo
La Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) se creó el 22 de junio de 1975, mientras Brasil sufría la dictadura militar. La Comisión siempre ha actuado para defender el derecho de los trabajadores rurales a la tierra. A lo largo de sus 50 años de existencia, siempre ha estado al lado de los que luchan por la Reforma Agraria y presente con millones de familias en busca de un pedazo de tierra para garantizar el sustento. La CPT contribuyó a la construcción del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
La CPT está presente en todo el territorio brasileño; se constituye en 21 regionales, casi una por estado (Brasil tiene 26 estados y un Distrito Federal). En el centro este y nordeste de Brasil las regionales están compuestas por más de un estado. Los equipos locales son la célula básica de la organización y del trabajo de la CPT, ya que son una presencia constante en la vida de los trabajadores en el campo.
Cuatro son las líneas de su acción: la lucha por la tierra; la formación constante de los trabajadores rurales, valorando la dimensión personal, familiar, comunitaria y religiosa; la fe, el ecumenismo y el diálogo interreligioso y, por último, la solidaridad activa con los trabajadores de otros pueblos.
Desde 1997 ha lanzado la campaña Mantén los ojos abiertos para no convertirte en esclavo. En los últimos 15 años los equipos de campaña de la CPT, que trabajan en ocho estados principalmente afectados, han permitido la liberación de más de 8.300 personas. La Campaña desarrolla acciones coordinadas y planificadas que se centran tanto en medidas de emergencia como en medidas estructurales (educación, salud, empleo, reforma agraria, etc.). Desde 1997, más de 50.000 personas esclavizadas fueron liberadas en Brasil.
Como afirmó Francisco Alan Santos, miembro de la CPT del estado de Pará y de la Coordinadora Nacional de Campaña, “buscamos hacer un trabajo preventivo con los trabajadores en las comunidades vulnerables, pero también un proceso de movilización de toda la sociedad contra el trabajo esclavo”.
Francisco Alan Santos presentó en España la campaña Mantén los ojos abiertos para no convertirte en esclavo en el Aula Malagón-Rovirosa, organizado por el Movimiento Cultural Cristiano.
Hambre, paro, esclavitud infantil
Hace ya 49 años el Movimiento Cultural Cristiano lanzaba la Campaña contra las causas del hambre en la que, desde el principio, queríamos dejar claro el robo que se hacía a los países empobrecidos, los mecanismos de dicho robo, así como sus causas. Se abría un abismo en el mundo en el que se condenaba a la miseria, al hambre y a la explotación al 80% de la humanidad.
Con la caída del Muro de Berlín, símbolo del eje Este-Oeste, el tema del Tercer Mundo saltó de lleno a la opinión pública. Tuvimos que colaborar a desmontar los mitos que trataban de explicar la inaceptable condena a muerte de 100.000 personas diariamente por hambre. Es un crimen político promovido y consentido.
En España, en los años ochenta, bajo el gobierno del PSOE, se comenzaba a acometer la primera de las reconversiones industriales que llevarían al paro a más de cuatro millones de trabajadores. Incorporamos el paro a nuestra campaña. Reconversión, deslocalización, paro y hambre formaban parte de la misma estrategia neocapitalista transnacional. En el mundo la cifra de desempleados llegaba a los 1.500 millones de personas.
El 16 de abril de 1995 fue asesinado en Pakistán el niño esclavo Iqbal Masih. Un niño esclavo cristiano que había luchado contra las mafias de la tapicería en su país. La noticia fue un breve en algunos periódicos de tirada nacional, pero a la sensibilidad de los militantes que se habían forjado en la lucha por la justicia en nuestro país, no les pasó desapercibida.
Iqbal Masih encarnaba, al menos, tres aspectos muy importantes en nuestra campaña: que la realidad del desempleo tenía su otra cara en una explotación salvaje que no dudaba en esclavizar a los niños, que existían entre los empobrecidos, y existen, realidades silenciadas de lucha por la justicia y que en esas luchas estaba presente una juventud la cual, consciente del sufrimiento, del propio y del de los demás, encontraba razones para luchar por un ideal de justicia.
Desde entonces la Campaña contra el hambre y el paro incorporó la denuncia de la Esclavitud Infantil, proponiendo el reconocimiento mundial del 16 de abril como el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil y evidenciando, una vez más, la inoperancia y complicidad de los organismos internacionales (ONU, UNICEF, UNESCO, OIT…), que dicen haber nacido para acabar con los problemas de la infancia.
Llevamos 30 años denunciando las causas que provocan la esclavitud de 400 millones de niños, promoviendo la formación a través de charlas, encuentros y actividades de concienciación en colegios, institutos o en la red de Casas de Cultura y Solidaridad, difundiendo cultura solidaria por medio de las Ediciones Voz de los Sin Voz, a la vez que organizando actos y concentraciones en las plazas públicas de más de una veintena de ciudades españolas e hispanoamericanas. Todo ello desde el trabajo militante, sin ayudas ni subvenciones.
Y así continuamos, conscientes de que «Esta economía mata»; por lo tanto, o «Todos responsables de todos o todos esclavos». ¡Únete!.