Un PASO MÁS para CANONIZAR a MIL NUEVOS MÁRTIRES

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La primera fase del proceso de canonización de 900 mártires asesinados durante la Guerra Civil española está a punto de concluir. López aseguró ayer que «el proceso busca un reconocimiento de todos aquellos que fueron perseguidos por motivos religiosos, sin ninguna implicación política». El postulador de la causa afirmó que es «una recompensa moral» para las familias de estos mártires, que también reclaman su memoria…



Sara Martín
Fuente: la RAZON 20-10-2004

La primera fase del proceso de canonización de 900 mártires asesinados durante la Guerra Civil española está a punto de concluir. Jorge López Teulón, postulador de la causa de los mártires de la provincia eclesiástica de Castilla la Mancha y Ávila, explicó ayer en rueda de prensa que es el primer proceso de la historia que hace una provincia eclesiástica, porque normalmente suelen realizarlos las diócesis. El proceso, que comenzó en 2002, es laborioso, según reconoció López Teulón, y concluye con un informe completo de cada uno de los asesinados, que se evalúa en Roma para determinar si se convierten o no en mártires. López aseguró ayer que «el proceso busca un reconocimiento de todos aquellos que fueron perseguidos por motivos religiosos, sin ninguna implicación política». El postulador de la causa afirmó que es «una recompensa moral» para las familias de estos mártires, que también reclaman su memoria. «Creemos que es una injusticia que se proponga a Companys como paradigma de la democracia, cuando dió cuatro golpes de estado y la misma República le condenó a treinta años de cárcel», denunció Jorge López. El postulador también lamentó que el Gobierno se sumara a la iniciativa del tripartito catalán para «rehabilitar públicamente» la figura de Companys. «Si se trata de contar la historia, lo haremos todos, porque los jóvenes tienen que conocerla como fue», continúa López Teulón. «La Iglesia ha luchado siempre por la paz y la justicia, y eso también hay que decirlo», afirmó. «Queremos informar de todo el proceso de beatificación, pero también levantar la voz de forma crítica», concluyó.