Según Berta García, miembro del Movimiento Cultural Cristiano, las cifras de niños esclavos en Venezuela superan el millón de niños, lo que se traduce en que uno de cada tres infantes, menores de 14 años, se levanta muy temprano, y en lugar de ir a la escuela se dispone a cumplir jornadas laborales que atentan en contra de su infancia y sus derechos como niño.
La plaza Bolívar de San Félix se vistió de risas, cantos y consignas infantiles durante la mañana de este viernes 16 de abril, en el marco de la celebración del Día Internacional Contra la Esclavitud Infantil, recibiendo gran cantidad de niños y niñas, que junto al Movimiento Cultural Cristiano se pronunciaron a favor de los derechos de los infantes.
La muerte de Iqbal Masih, quien luego de ser vendido como esclavo en Paquistán se convirtió en un luchador en contra de la explotación en niños, dio origen a que desde hace nueve años se celebre la lucha en contra de la explotación de infantes.
Según Berta García, miembro del Movimiento Cultural Cristiano, las cifras de niños trabajadores en Venezuela superan el millón de niños, lo que se traduce en que uno de cada tres infantes, menores de 14 años, se levanta muy temprano, y en lugar de ir a la escuela se dispone a cumplir jornadas laborales que atentan en contra de su infancia y sus derechos como niño.
Ciudad Guayana no escapa de esta situación, niños en las calles, en los mercados y en cada esquina, forman parte de la población trabajadora de la región, estimando que proporcionalmente al aumentar el desempleo aumenta la tasa de niños trabajadores, afirmó García.
¿Quién no ha utilizado los servicios de un niño en un supermercado o ha comprado caramelos en ofertas a niños vendedores ambulantes? Todos algunas vez han tenido contacto directo con algún niño trabajador, la diferencia está en la opción que se escoja, hacer caso omiso a la situación o preocuparse por el destino de la infancia.
La primera opción es la que han adoptado las autoridades competentes de la región, quienes no atienden el problema y olvidan encaminar sus funciones para resolver la problemática cada vez más grave.
No basta con tomar el segundo domingo de julio, Día Internacional del Niño, como la única oportunidad para tener contacto con la infancia de la zona, se necesita mucho más que un juguete para resolver el problema.
Para escoger la otra opción hace falta unificación y verdadera voluntad para trabajar en contra de la explotación infantil, esas son las bases del Movimiento Cristiano, quienes luchan por la niñez alrededor del mundo.
No es sólo trabajar
Para comprender lo grave de la situación es necesario analizar las condiciones en las que laboran los infantes, dado que por su corta edad no firman contratos que le permitan ganar sueldos justos, ni los beneficios que le corresponden por ley a un trabajador, lo cual los transforma de trabajadores a esclavos.
Una lucha de años se ha visto encaminada a combatir el trabajo de infantes, en la actualidad es inevitable observar las calles llenas de niños que cambiaron sus juegos infantiles por transacciones de compra y venta.
Pero el problema no sólo se queda en niños que decidieron cambiar sus ilusiones infantiles para convertirse en trabajadores, el problema va más allá al ver que la prostitución, el tráfico de drogas, la delincuencia, la muerte, entre otros se apoderan cada día de los niños, que se convierten en víctimas de la situación económica de una familia y un país.
Un llamado por ayuda
Dada la magnitud del problema y aun cuando se hace presente alrededor del mundo entero, no se cuenta con una colaboración de ningún ente que participe en las actividades y campañas que persiguen la toma de conciencia al respecto.
A pesar de ello los líderes del movimiento cultural dejaron ver la importancia que desde hace alrededor de siete años, los organismos competentes ya asumen la existencia de la explotación de niños trabajadores, lo que significa un gran paso en la lucha contra el problema.
Años y años de lucha
Desde hace más de 150 años existen movimientos que luchan por abolir el trabajo en los niños, en la actualidad y después de tanto tiempo, es posible observar como su meta no ha sido alcanzada.
Alrededor del mundo existen reconocidos emporios internacionales que hacen de la mano obrera infantil una manera de producir aminorando sus costos. Los niños trabajadores les ahorran a las empresas gran cantidad de pagos en beneficios, lo que explicaría porqué grandes industrias como Nike, Cristian Dior, y Baygon, cuentan con niños en sus talleres de confección.
Se estima que en América Latina trabaja 1 de cada 5 niños, entre 5 y 14 años. En Venezuela y África 1 de cada 3 niños trabaja, siendo superadas las cifras por Asia donde la mitad de la población infantil es trabajadora.
Los niños se han convertido en la mano de obra más barata, trabajan por un poco de comida, y muchas veces se convierten en la mano de obra gratuita de talleres, bodegas o granjas familiares, y en muchos casos los niños trabajan como servidumbre a causa de deudas familiares.
Sailu Urribarrí Núñez