VI vigilia en solidaridad con los inmigrantes

1987

El pasado sábado, se celebró en Almería la «VI Vigilia en solidaridad con los inmigrantes empobrecidos», enmarcada en la Campaña «Por la Justicia norte-sur», este curso con el lema «No a un mundo de esclavos y parados ¡Solidaridad!».

Este acto fue organizado por el Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario, con la colaboración del partido SAIn y otras asociaciones eclesiales como la Asociación Católica de Senegaleses, Hermanas Mercedarias de la Caridad, Hermanos Misioneros, Casa África de Roquetas de Mar, Carmelitas Vedrunas, Religiosas Adoratrices… así como numerosas personas que, a nivel personal o familiar han querido sumarse a este acto solidario.

La Jornada comenzó con una Eucaristía, a las 19,30hs de la tarde, acompañados por el coro de la Asociación Católica de Senegaleses, para continuar con una numerosa Marcha Silenciosa que culminó con una “Vigilia en solidaridad con los inmigrantes”.

Este acto concentró a más de un centenar de personas, de forma pacífica, que de forma simbólica colocaron velas encendidas alrededor de un gran mapa de África y Europa divididos ambos continentes por una alambrada, escenificando así la muerte de miles de personas que han perdido la vida en las aguas entre África y Europa.

Durante la Vigilia se interpretaron diversas canciones africanas y se relataron las historias de vida de algunos inmigrantes. Tuvimos presente que, hace apenas una semana, un bebé murió ahogado en nuestras costas, cuando naufragó la embarcación neumática donde viajaba con su madre y otras doce personas. El mes anterior 61 personas morían ahogadas en el mar Egeo, más de la mitad eran niños, entre ellos tres bebés…

Al mismo tiempo vemos cómo hoy sucede en España lo que hemos contemplado en los países del Sur con toda crudeza: los programas de ajuste estructural del capitalismo están empobreciendo la sociedad y hoy se sufre en España el paro, los salarios basura y la explotación salvaje.

Ante esta situación la única actitud responsable es la solidaridad con los empobrecidos, españoles y extranjeros, en un ánimo común de luchar contra las causas de las injusticias sociales que están provocando tanto sufrimiento.

Un mundo de hambrientos, esclavos y parados debe ser rehecho desde sus cimientos, lo que implica una acción revolucionaria. La revolución del amor, como nos ha dicho Benedicto XVI.

Anteponer el trabajo sobre los beneficios económicos exige que el trabajo sea el protagonista del cambio social, y que no se utilice para la especulación financiera.

Es necesario un cambio de mentalidad y una labor de promoción de militantes. Es urgente levantar de nuevo, una voz por la dignidad de la persona humana que ponga el trabajo por encima del capital como principio moral y político incuestionable.

 

¡No a un mundo de esclavos y parados! ¡Solidaridad!

 

Almería 20 de octubre. 2012.