Al menos 100.000 bolivianos son esclavizados en Brasil, un país que tiene una gran demanda por mano de obra barata en industrias textiles. Muchos jóvenes son atraídos con engaños y pasan a ser tratados como esclavos. Para cuando son conscientes ya están lejos de sus familias y en el centro de la más grande ciudad del sur de América, São Paulo, más pobres que cuando salieron y con deudas cuantiosas e impagables.