La Iglesia del Papa Francisco vive en el SUR empobrecido

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1.100 millones de personas en todo el mundo son fieles de la Iglesia Católica, lo que equivale a un 16% de la población mundial. Pero en su distribución se han producido un vuelco. Del total de católicos, unos 350 millones viven en Europa y Norteamérica, mientras que 750 millones están en Latinoamérica, África y Asia-Pacífico.

Si en 1910, 6 de cada 10 católicos vivían en Europa, ahora solo lo hacen 2 de cada 10. Hay que tener en cuenta que hace un siglo Europa representaba el 25% de la población mundial frente al 11% actual.

En Latinoamérica residen hoy casi un 40% de los católicos. Sin embargo, no todos los datos son tan positivos para la Iglesia Católica en este continente. En los últimos diez años es notoria la disminución de fieles en los dos países con más número de católicos en el mundo (Brasil y México). En el caso de Brasil la disminución se encuentra en torno al 1% anual en los últimos 10 años. En México la caída no es tan precipitada, pero han pasado de un 89% de católicos a un 84%, en el mismo período de tiempo.

Asia y África, en alza

África es uno de los continentes en los que más ha crecido el catolicismo: tiene actualmente 172 millones de católicos, fundamentalmente en el África subsahariana, lo que supone el 16% de la población del continente.

En Estados Unidos los católicos han ido aumentando hasta los 75 millones, es decir, un 24% de la población. Este ascenso se debe en parte al aumento de inmigrantes. Se estima que un 52% de los inmigrantes de este país son católicos.

Oceanía y Asia continúan siendo los hermanos pequeños entre los católicos. Entre ambos continentes representan apenas un 12% del total de católicos. Tan solo un 3% del total de personas que viven en estos continentes confiesan la fe católica. Sin embargo, la Iglesia experimenta un crecimiento sostenido en Asía: si a principios de siglo XX representaba el 1,2% de la población asiática al acabar el siglo llegaba al 3%.

Los católicos en Oriente Medio y el norte de África, rodeados de una cultura islámica y en algunas ocasiones en situaciones de persecución, solo aumentan en 4 millones en 100 años.

Donde más rápidamente crece la Iglesia es en África y Asia

El crecimiento demográfico a lo largo del siglo XX es la principal causa del aumento de católicos. Pero también aquí hay diferencias por continentes. Mientras que la proporción de católicos respecto a la población total bajó en Latinoamérica, en África y en Asia el aumento de los católicos sobrepasó al crecimiento demográfico. Por otra parte, en los continentes donde crece el número de católicos la Iglesia está generando sus propios sacerdotes y religiosos/as, y dependiendo menos de los misioneros, lo que indica su madurez.

Aumenta el número de sacerdotes

Según el Anuario Pontificio 2012, prosigue la tendencia al crecimiento del número de sacerdotes comenzada en el año 2000. En 2010 se cuentan 412.236 presbíteros, de los cuales 277.009 son miembros del clero diocesano y 135.227 del clero religioso. En 2009 eran, en cambio, 410.593. El aumento se registra en Asia (1695), África (765), Oceanía (52) y América (42), mientras que la disminución atañe a Europa (905 sacerdotes menos).

Prosigue la tendencia al crecimiento del número de sacerdotes comenzada en el año 2000

Disminuyen en el mundo las religiosas profesas que pasan de 729.371 en 2009 a 721.935 en 2010. Hay menos religiosas en Europa (-2,9%), Oceanía (-2,6%) y América (-1,6%). Sin embargo, su aumento es significativo en África y Asia (alrededor del 2%) en ambos continentes.

El número de los estudiantes de filosofía y teología en los seminarios diocesanos o religiosos ha aumentado un 4% en los últimos cinco años. También hay que registrar que los seminaristas mayores disminuyen en Europa (-10.4%) y en América (-1.1%) mientras aumentan en África (14,2%), en Asia (13%) y en Oceanía (12,3%).

Perspectivas desde el sur

El vuelco demográfico del catolicismo del norte al sur implica también cambios de perspectiva y de preocupaciones. Generalmente, como los medios de comunicación que cuentan en el mundo están en Occidente, su visión de la Iglesia tiende a reflejar la de la cultura occidental actual. Cuando hablan de lo que la Iglesia debe cambiar, lo hacen en función de lo que ellos consideran “conservador” o “progresista”. Pero estas categorías no se aplican necesariamente al Sur.

Los cristianos del sur –tanto católicos como protestantes– son mucho más tradicionales en temas como la familia, el aborto o la homosexualidad. En cambio, son más escépticos respecto a las ventajas del capitalismo y más preocupados por la acción para erradicar la pobreza.

Las fortalezas y las debilidades de la Iglesia en el sur son también distintas. Por ejemplo, en el norte las vocaciones sacerdotales y religiosas han ido disminuyendo, y para solventar el problema algunos proponen abandonar el celibato sacerdotal. En el sur la dificultad de bastantes países es que no hay suficientes plazas en los seminarios, aunque esto también tiene el problema de garantizar la recta intención de los candidatos.

En el norte secularizado el problema es el escepticismo, mientras que en el sur lo es la excesiva credulidad en materia religiosa. Desde el punto de vista familiar, en el norte surgen debates sobre la situación de los católicos divorciados vueltos a casar, mientras que en países africanos el problema puede ser la poligamia.

En un mundo globalizado, habrá que tener en cuenta también un enfoque mundial a la hora de definir las necesidades y las perspectivas de la Iglesia.

Fuente: ACEPRENSA