Fallece obispo chino, que estuvo 7 años en campos de trabajos forzados

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Debido a las persecuciones, su ordenación sacerdotal tuvo que demorarse más de 30 años. Fue obligado a cumplir siete años de trabajos forzados. Contribuyó al renacimiento de la diócesis. Era un obispo oficial, reconocido por la Santa Sede y por el gobierno chino

Con el desencadenamiento de la campaña tendiente a conformar una Iglesia independiente del Vaticano, él fue constreñido a realizar trabajos forzados (reforma a través del trabajo)

Mons. Mateo Hu Xiande, obispo de Ningbo (Zhejiang) murió hace unos días. Por su fe, él tuvo que demorar su ordenación sacerdotal durante decenios, y pasó siete años en los campos de trabajos forzados. La diócesis de Ningbo ha señalado que el funeral del obispo se realizará el 27 de septiembre; su cuerpo estará del 25 al 28 en la iglesia de Jiangbei, donde los fieles podrán rendirle homenaje. El obispo es muy respetado y amado por los fieles, por haber contribuido con gran energía a reconstruir la vida de las comunidades, que prácticamente habían desaparecido durante las persecuciones de la Revolución cultural.

Mons. Hu nació el 27 de agosto de 1934. Entre 1950 y 1958 estudió en los seminarios de Ningbo y Shanghái. Con el desencadenamiento de la campaña tendiente a conformar una Iglesia independiente del Vaticano, él fue constreñido a realizar trabajos forzados (reforma a través del trabajo). En 1978, tras ser rehabilitado, continuó trabajando como agricultor hasta 1984, año en que recién pudo volver a estudiar en el seminario regional de Shanghái en Sheshan. Fue ordenado en 1985 por el aquel entonces obispo Jin Luxian, y pasó a desempeñarse como párroco en la diócesis. En diciembre de 1987 comenzó su trabajo pastoral en Cixi, una localidad situada a 60 km al noroeste de Ningbo, donde hay una comunidad católica vivaz.

Ordenado obispo coadjutor de Ningbo el 14 de mayo del 2000 por Mons. José Ma Xuesheng, le sucedió en la guía de la diócesis al morir este último en 2014. Hu, reconocido por el gobierno, era un obispo aprobado por la Santa Sede.

La vida de la Iglesia de Ningbo fue prácticamente aniquilada durante la Revolución Cultural. Actualmente, la comunidad está conformada por 23.000 fieles en cuyo servicio se desempeñan 26 sacerdotes y 30 religiosas.

Autor: Paul Wang

Fuente: AsiaNews