Te deseo una NAVIDAD muy feliz. (Las maquinarias totalitarias quieren debilitar una religiosidad liberadora)

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Eso es, NAVIDAD con mayúsculas, nacimiento de la luz y la esperanza en un pesebre.

Una pequeña reflexión sobre cómo nos quieren robar la Navidad, lo que demuestra el poder que sigue teniendo la contemplación de Jesús, de Dios hecho hombre, en un humilde pesebre frente a los grandes poder globales con sus ideologías materialista:

Es increíble cómo los politiqueros de turno han conseguido polarizar la sociedad con el debate, totalmente artificial, sobre cómo se «debe» (menudo autoritarismo) felicitar de manera «políticamente correcta» la Navidad, declarando «más inclusiva» esa expresión neoliberal y consumista de «felices fiestas».

Igual que a nosotros nos parece bien que los judíos se feliciten la Hanukkah y los musulmanes el Ramadán, a ellos les parecerá bien nuestra felicitación.

Sólo los yihadistas del ateísmo materialista o de cualquier otra religiosidad pervertida son intolerantes a expresiones religiosas que las de su propia divinidad suprema. No nos acomplejemos: son ellos los exclusivos con su falso discurso de la «inclusión» (a su propio discurso, claro) que busca (sean conscientes o no) una homogenización cultural y religiosa totalitaria, imponer su pensamiento único.

Estas maquinarias ideológicas al servicio de los grandes poderes y capitales construyen unos discursos cuyo objetivo es debilitar identidades personales y envenenar sociedades, distrayendo los generosos entre ellos con falsas batallas. Hay envoltorios de todos los colores en el supermercado de las ideologías (progres, liberales, conservadores… da igual): todas están al servicio del mismo materialismo hegemónico.

Es en el diálogo entre personas donde se tejen espacios de consciencia, libertad y amistad. Por definición, el diálogo necesita personas con identidad diversa como la vida misma, real y forjada en la vida.

Por esta razón, los poderosos siempre atacarán y perseguirán a cualquier persona, colectivo y discurso con identidad propia y liberadora, con fuerza para vertebrar la sociedad gracias a las razones para la esperanza que aporta, frente a las escatologías materialistas.

Las ideologías identitarias son la vacuna que inocula el sistema establecido contra el peligroso virus de una identidad religiosa liberadora no controlable por su sistema totalitario…

Las ideologías identitarias son la vacuna que inocula el sistema establecido contra el peligroso virus de una identidad religiosa liberadora no controlable por su sistema totalitario y que podría poner la sociedad patas arriba, derribando del trono a los poderosos y enalteciendo a los humildes.

El mundo no ha cambiado tanto desde el nacimiento de Cristo: el imperio sigue imponiendo sus propios dioses en forma de incuestionables ideologías y construyendo valores y pensamiento único con series de Netflix. Igual que entonces, sique matando inocentes, sigue persiguiendo a los que no veneran sus divinidades oficiales.

Cómo decía un amigo que se cree ateo, pero que es de los serios que no repiten frases hechas: «el materialismo es totalitario siempre porque no admite otra forma de ver el mundo que la suya. Aunque no crea en Dios, intento llevarme bien con él porque me da la libertad de tener esperanza en la fuerza del amor». Es decir, en tener fe.

¡Feliz Navidad de todo corazón!

Rainer Uphoff (Periodista y empresario)