Algunas citas sobre el miedo y el amor

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El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.( Huxley, Aldous. )>

CITAS SOBRE EL MIEDO Y EL AMOR

De lo que tengo miedo es de tu miedo.

Shakespeare, William

El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo.

Chartier, Alain Emile

Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.

Anónimo

La violencia es el miedo a los ideales de los demás.

Gandhi, Mahatma

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

Coelho, Paulo

Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo.

Da Vinci, Leonardo

En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.

Trias, Eugenio

Un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo

Chillida, Eduardo

La ignorancia es madre del miedo.

Kames, Henry Home

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.

Gandhi, Mahatma

A cada día le bastan sus temores, y no hay por qué anticipar los de mañana.

Charles Péguy; escritor francés

El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.

Huxley, Aldous

El miedo es el más ignorante, el más injusto y el más cruel de los consejos

Edmund Burke

Si de veras deseáis servir a vuestros hermanos, dejad que Cristo reine en vuestros corazones, que os ayude a discernir y crecer en el dominio de vosotros mismos, que os fortalezca en las virtudes, que os llene sobre todo de su caridad, que os lleve por el camino que conduce a la «condición del hombre perfecto» ¡No tengáis miedo a ser santos! Esta es la libertad con la que Cristo nos ha liberado

Juan Pablo II