Te invitamos a conocer la verdadera historia de SAN NICOLAS, SANTA CLAUS y PAPA NOEL:
SAN NICOLAS DE BARI
Parece mentira que la cultura navideña del consumo y el regalo apoyada en la explotación de 400 millones de niños esclavos esté originariamente basada en la imagen de Santa Claus (San Nicolás), que paradójicamente combatió con todas sus fuerzas y sus riquezas esta lacra con la solidaridad. Te invitamos a conocer la historia de San Nicolás de Bari, Santa Claus y Papa Noel.
EL PEQUEÑO NICOLAS
San Nicolás de Bari, más conocido como Papa Noel o Santa Claus, nació en el siglo IV en Pátara, ciudad de Licia o Lycia (país de los lobos) en el Asia Menor, actual Turquía. Cuentan que el mismo día en que nació se mantuvo 3 horas de pie por respeto a la Santísima Trinidad.
Sus padres fueron ricos comerciantes y piadosos. Se dice de nuestro santo que no mamaba los miércoles ni los viernes que eran días de ayuno para la iglesia oriental.
De niño decía a sus padres: «sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto».
Su nombre corresponde con el de su tío que se ocupó de su educación y fue obispo de Myra. De joven siempre dudó en optar por la vocación mercantil de su padre y navegar por las rutas del Adriático, o de lo contrario seguir el consejo de su madre y dedicarse a la vida sacerdotal como lo hizo su tío.
La providencia le indicó el camino a tomar. La peste de aquella época desoló la región y siendo muy joven perdió a sus padres que atendían a los enfermos, lo que le hizo crecer en caridad y devoción. Conmovido no sólo por el desastre familiar sino también por el de la población en general y sobre todo por los más débiles y los niños, Nicolás comenzó a repartir toda la herencia de la forma más solidaria y altruista, hasta que fue sorprendido.
NICOLAS CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL
Fue cuando Nicolás tuvo conocimiento de un viejo y enfermo caballero que no pudiendo casar a sus hijas por falta de dote las iba a prostituir. Nicolás que repartía la herencia de sus padres con preferencia a los más pobres, una noche dejó una bolsa con monedas de oro para poder casar a una hija.
En los días siguientes dejó otra bolsa de oro para poder casar a la segunda y finalmente cuando fue a depositar la tercera y última bolsa fue sorprendido por el padre de las pequeñas, que a pesar de las insistencias del joven Nicolás divulgó su caridad por todo Pátara.
SE ORDENA SACERDOTE
Repartida la herencia entre los más pobres se puso en camino hacia Myra para formarse con su tío obispo. A los 19 años San Nicolás es ordenado sacerdote por su tío, y se encargó del gobierno de la diócesis.
NOMBRADO OBISPO
Tras la muerte de Nicolás obispo de Mira, el cabildo no poniéndose de acuerdo sobre el sucesor, deciden que sea la providencia la que elija, y deciden que sea el primer sacerdote que entre en el templo. Cual fue la sorpresa de nuestro Nicolás al verse nombrado obispo nada más entrar por la puerta del templo.
AMOR A LA JUSTICIA Y MILAGROS
Su celo por la justicia es legendario. Cuando el gobernador Eustacio había sido sobornado para condenar a tres inocentes, Nicolás se presentó en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo y puso en libertad a los prisioneros. Reprendió entonces a Eustacio, hasta que éste reconoció su crimen y se arrepintió. En esa ocasión había presentes tres oficiales que más tarde, al verse ellos mismos en peligro de muerte, le rezaron a San Nicolás. Esa misma noche el santo se apareció en sueños a Constantino y le ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes. Constantino interrogó a los tres y al darse cuenta por ellos de que habían invocado a San Nicolás, los envió libres al santo obispo con una carta en la que le rogaba que orase por la paz del mundo. Durante mucho tiempo ese fue el milagro mas famoso de San Nicolás, y prácticamente lo único que se sabía de él en la época de San Metodio quién murió en el 847.
Durante una hambruna, el santo pidió que se organizara una flota para llevar grano a un pueblo que sufría hambre. La flota sobrevivió una terrible tormenta gracias a la bendición del obispo. Se desencadenó una terrible tempestad y los marineros comenzaron a implorar: «Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos». Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció.
Hay otra historia a la par. Justiciero es el relato de la resurrección de los tres niños muertos por un desalmado carnicero y después desangrados, troceados y metidos en salmuera. San Nicolás les hace una visita y es agasajado; el carnicero le ofrece jamón y otras carnes de cerdo hasta decir basta, pero nuestro santo las rechaza todas. Era costumbre pagana darse grandes atracones de puerco, hacer grandes matanzas allá por el solsticio de invierno, matar, conservar y comer casi al instante de muerto el animal.
-¿Por qué? – le dice.
-Del pequeño salado yo quiero comer, que hace siete años que se encuentra en salazón.
Y al instante los tres niños resucitan: recompuestas sus unidades dispersas (resurrección de la carne) saltan de lo incorruptible a la nueva vida, al segundo nacimiento. He aquí el orígen de expresión tan castiza como «este pequeño, qué salado es», «qué niño tan salado»…
En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos en su lugar original.
El emperador Licino decretó una persecución contra los cristianos y Nicolás fue encarcelado y azotado, pero siguió aprovechando toda ocasión que se le presentaba, para enseñar la religión a cuantos trataban con él. Más tarde llegó el emperador Constantino y lo liberó a él junto con todos los demás prisioneros cristianos.
TEOLOGO EN EL CONCILIO DE NICEA
Posiblemente San Nicolás participó en el Concilio de Nicea en el año 325, donde se condenó la herejía arriana que ponía en duda la divinidad de Jesucristo y se instituyó el credo Nicenciano, el cual es una fuente para el credo posterior que se reza en las misas dominicales. Por otra parte, su nombre no aparece en las antiguas listas de los obispos que participaron en el concilio.
San Metodio afirma que «gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópolis de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía arriana la cual rechazó firmemente, como si fuese un veneno mortal». San Nicolás tomó también medidas severas contra el paganismo y lo combatió incansablemente.
Ocupa lugar de primera línea en la vanguardia de las confrontaciones dogmáticas de la época: defiende el misterio de la Santísima Trinidad, signo que le marcará en adelante, sobre todo si tenemos en cuenta el lugar enigmático que ocupa en su historia y leyenda el número tres; alza la divinidad de Cristo frente a los arrianos e (ironías de la existencia contrapuesta) fustiga en nombre de la cristiandad los restos del culto pagano de Artemisa y de Apolo.
Sobre su defensa de la Santísima Trinidad se cuenta que Nicolás, aquel día en que naciera, se tuvo de pie durante tres horas; por defender como lo hizo a la Trinidad se le dieron en Tierra Santa tres granos de una granada y bebe tres sorbos de agua del río Jordán; para defenderle, el emperador le envía tres tribunos, que al final resultan ser salvados por él, y más tarde, también, liberará a otros tres prisioneros inocentes.
SU MUERTE
Muere el 6 de diciembre de 327.
TRASLADO DE SU CUERPO A BARI
Marineros italianos sustrajeron su cuerpo que estaba en poder de los musulmanes y fue trasladado a Bari en 1087.
ASIMILA LAS TRADICIONES PAGANAS: LAS CHIMENEAS
En la Roma Antigua se celebraban en invierno las fiestas religiosas en honor a Saturno, el Cronos de los griegos. A mediados de diciembre había ceremonias religiosas, fiestas, juegos, las relaciones de autoridad se invertían (las mujeres sobre los hombres, los hijos a los padres). Al final de las fiestas, los niños recibían regalos de todo el mundo. Papá Noel no tenía por entonces un nombre ni un sexo definido.
Los niños italianos, por ejemplo, recibían sus regalos de una bruja buena llamada Befana. Según la leyenda, la bruja Befana, barría su casa cuando pasaron los Reyes Magos hacia el pesebre de Belén y la invitaron a ir con ellos. Al no acompañarlos, la Bruja sale cada año a repartir regalos en busca del Niño Dios, como acto de arrepentimiento.
En los bosques vascos quien venía con regalos era un gigante llamado Olentzero, y también carboneros, duendes, campesinos de barba blanca, botas altas y gorro de armiño eran los que regalaban cosas a los niños. No es extraño que el recuerdo de los milagros de San Nicolás entre los fieles cristianos sustituyera a las figuras paganas portadoras de regalos.
Ya en el siglo XVI los niños dejaban un zapato junto a la chimenea, que antiguamente, era el símbolo del vínculo entre los dioses y los humanos. Estos creían que los dioses se dirigían a ellos a través de la chimenea, y que también San Nicolás se servía de este conducto para recompensar a los niños con obsequios. Las canciones se cantaban para complacer a San Nicolás, al igual que, antiguamente, se trataba de agradar a los dioses a través de la chimenea.
LA METAMOFOSIS EN EUROPA
En Europa hubo un proceso paralelo en la creación de la figura de Papá Noel. La tradición luterana reformista era muy sólida. En 1847, también en Alemania aparece un personaje parecido a San Nicolás vestido con una especie de hábito de monje.
Desde mediados del s. XIII San Nicolás repartía los regalos y juguetes durante la noche del 5 al 6 de diciembre, pero tras la Contra Reforma católica (1545-1563), surgió otro personaje, Christkind, el niño Jesús (Lutero había intentado sustituir al portador de regalos. Si alguien ha de traer regalos, que sea el propio Niño Jesús. Consiguió su propósito parcialmente. Por ejemplo, en Alemania la figura pasó de ser un niño a ser una mujer con túnica blanca y velo largo), que repartiría regalos en el día de Navidad. El avance de la tradición de los regalos del niño Jesús, forzó a que San Nicolás pasara a entregar sus regalos el día 25.
Fue el poeta y pastor protestante Clement C. Moore, quien describía un Papá Noel robusto y gordezuelo, vestido de rojo de los pies a la cabeza y silbando alegremente mientras atravesaba las nubes con su trineo tirado por renos y se hizo conocido en toda Europa en 1823 tras su inicial publicación en el Troy Sentinel.
San Nicolás se estaba esfumando de la mente de los niños de todo el mundo. Sólo sobreviviría en Holanda, que por aquellos días y lugares, se lo representaba vestido con ornamentos eclesiásticos, con barba blanca, montando en un burro, y llevando un saco o cesta con regalos para los niños buenos, y un manojo de varas para los niños desobedientes. Más tarde, hacia el siglo XVII, solía llegar en un barco llamado Spanje (España), esta vez con un caballo blanco, siempre acompañado por su fiel sirviente musulmán Zwarte Piet (Pedro el Negro), un siempre sonriente personaje que llevaba un saco lleno de golosinas, que era lo suficientemente grande como para que, cuando se queda vacío, pueda meterse en él a todos los niños que se habían portado mal durante el año y se los llevaban a España (un castigo horrendo para la época, ya que estaban en guerra con este país).
Su fiel sirviente musulmán Zwarte Piet (Pedro el Negro): un criado moro, que era un huérfano etíope que San Nicolás compró a piratas, para dejarlo seguidamente en libertad. Sin embargo, como el criado permanecía constantemente a su lado, San Nicolás decidió llevarlo consigo y educarlo.
[1624] DE HOLANDA A NUEVA YORK: EL MUSULMAN QUE NO LLEGÓ.
Debió ocurrir en 1624. Por aquellas fechas, emigrantes holandeses habían fundado en el continente norteamericano una ciudad, Nueva Holanda, que más tarde se denominaría Nueva York al pasar a manos inglesas. Los emigrantes holandeses se trajeron con ellos a su San Nicolás (Sinterklaas) y de ahí Santa Claus. Con ese nombre se extendió por todo el continente norteamericano. En este traspaso, Pedro el Negro, el fiel sirviente musulmán Zwarte Piet de Papa Noel, se quedó en el continente, ya que desaparece de los festejos posteriores.
LA METAMORFOSIS EN ESTADOS UNIDOS
Washington Irving, amante del folclore europeo, escribió su Historia de Nueva York en 1809, en la que describe la supuesta llegada del santo, cada víspera de San Nicolás (6 de enero). Los describe ya sin ropas de obispo y dejó el caballo blanco para llegar en un corcel volador. Fue tan popular a raiz de este relato, que todos, incluso los colonos ingleses, festejaron la celebración holandesa. El nombre fué derivando de San Nicolás, Sinterklaas o Sinter Klaas hasta acabar siendo pronunciado como Santa Claus por los angloparlantes.
El siguiente paso en la transformación definitiva de San Nicolás en Santa Claus ocurrió el día 23 de diciembre de 1823, cuando apareció un poema en un diario de Nueva York, titulado Un relato sobre la visita de San Nicolás. Recién en 1862, se supo que lo había escrito Clement C. Moore, profesor de estudios bíblicos en Nueva York. En este poema se ensalzó el componente mágico del San Nicolás de Irving y lo hizo más creíble. Cambió el trineo tirado por un caballo volador por uno tirado por renos. Lo describió como un tipo alegre, rechoncho y de pequeña estatura, asimilándolo a un gnomo. Y lo más decisivo, fue que Moore situó la llegada de Santa Claus, en la víspera de Navidad. La imagen del gordo Santa Claus la detalló al máximo el dibujante Thomas Nast (caricaturista político), que por Navidad publicó ilustra-ciones de Santa Claus en la revista Harper´s Weekly de 1860 a 1880, siempre todo esto ocurre en Nueva York. Nast añadió detalles como ubicar el taller de Santa en el polo norte, y su vigilancia sobre los niños buenos y malos de todo el mundo.
El éxito fue arrollador y una nueva imagen de Santa Claus, vestido de rojo, con gorro y botas altas saltó a todas las revistas infantiles y periódicos de su tiempo. Nast debió basarse en los señores del invierno europeos porque su Santa Claus es absolutamente pagano, pero poco tenía ya que ver con San Nicolás de Myra y Bari.
NACE PAPA NOEL
A fines del s. XIX y principios del XX la costumbre del San Nicolás reinventado en Nueva York, se fue extendiendo por casi toda Europa. Fundó sus bases en Gran Bretaña, llamándose allí Father Christmas o Padre Navidad. De ahí pasaría a Francia, en donde adoptaría el nombre de Père Noël o papá Navidad, del cual deriva Papá Noél, como se lo conoce en nuestro país, en España y gran parte de Hispanoamérica. En realidad no hizo mas que readaptarse a las antiguas costumbres de San Nicolás u otros repartidores de regalos locales.
COCA COLA REDISEÑA A SANTA CLAUS
El último momento de inflexión importante en la evolución iconográfica de Santa Claus tuvo lugar con la campaña publicitaria de la empresa de bebidas Coca-Cola, en la Navidad de 1930. Como cartel anunciador de su campaña navideña, la empresa publicó una imagen de Santa Claus escuchando peticiones de niños en un centro comercial. Aunque la campaña tuvo éxito, los dirigentes de la empresa pidieron al pintor de Chicago (pero de origen sueco) Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de Nast.
El artista, que tomó como primer modelo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera su aspecto de gnomo y ganase en realismo. Santa Claus se hizo más alto, grueso, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros y amables, y vestido de color rojo con ribetes blancos, que eran los colores oficiales de Coca-Cola. El personaje estrenó su nueva imagen, con gran éxito, en la campaña de Coca-Cola de 1931, y el pintor siguió haciendo retoques en los años siguientes. Muy pronto se incorporó a sí mismo como modelo del personaje, y a sus hijos y nietos como modelos de los niños que aparecían en los cuadros y postales. Los dibujos y cuadros que Sundblom pintó entre 1931 y 1966 fueron reproducidos en todas las campañas navideñas que Coca-Cola realizó en el mundo, y tras la muerte del pintor en 1976, su obra ha seguido difundiéndose constantemente.