EN EL CHALÉ DE TRUJILLO CABEN 10 MINIPISOS

1944

¿Qué le parece un chalé de 300 metros cuadrados construidos y 500 de parcela en la zona más exclusiva de Cáceres? La urbanización cuenta con todo lujo de detalles: piscinas, gimnasio, cancha de tenis y de basket, jardines, restaurante… Su propietaria es María Antonia Trujillo, la ministra de Vivienda del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la que planeaba construir "soluciones habitacionales dignas" de 25-30 metros cuadrados, los famosos minipisos..

¿Busca casa? ¿Qué le parece un chalé de 300 metros cuadrados construidos y 500 de parcela en la zona más exclusiva de Cáceres? La urbanización cuenta con todo lujo de detalles: piscinas, gimnasio, cancha de tenis y de basket, jardines, restaurante…

Y unas vistas inmejorables sobre la ciudad. Su propietaria es María Antonia Trujillo, la ministra de Vivienda del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la que planeaba construir «soluciones habitacionales dignas» de 25-30 metros cuadrados, los famosos minipisos. Es decir, propone viviendas de protección oficial 10 veces menores que su domicilio.

María Antonia Trujillo, atraída por el lujo y la espectacularidad, adquirió esta magnífica vivienda unifamiliar en 1996, mediante una hipoteca de 63.000 euros, suscrita con la Caja de Ahorros de Extremadura. Al mismo tiempo, Trujillo compró una de las 98 participaciones del de club social de la urbanización, donde se encuentran las instalaciones deportivas y de ocio que rodean su casa.

La vivienda nada tiene que ver con los minipisos que pretendía ofertar el ministerio con el nuevo plan de vivienda. La parcela del chalé es de 500 metros cuadrados. Y el edificio tiene una superficie construida de 303 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas (la inferior incluye un garaje) y está rodeado por un pequeño jardín en el que han plantado media docena de cipreses. ¿Todo ese espacio para ella (separada) y su hijo de 16 años?

El chalé de la ministra está en la calle del Jerte (en la antigua parcela 193), en la urbanización La Sierrilla, la zona más cara de Cáceres, el equivalente a La Moraleja madrileña. Se trata de un barrio vip situado a un par de minutos del centro al que pocos ciudadanos pueden acceder debido a sus elevados precios.

En los últimos días, en la urbanización se comenta que la ministra quiere desprenderse de su propiedad, aunque en la casa no hay ningún cartel que indique que esté en venta. «Puede ser porque mantener un chalé tan grande no sea lo más indicado después de anunciar que la dignidad no se mide en metros cuadrados», comenta un vecino, que recuerda la polémica suscitada cuando María Antonia Trujillo anunció que su ministerio construiría viviendas de protección oficial de 25-30 metros cuadrados. Con ese tamaño, en su chalé entrarían 10 minipisos.

El club social de la urbanización, situado a unos 50 metros de su casa, es una zona de descanso y ocio compartida por los 120 vecinos de la Sierrilla. Aquellos que no son propietarios pueden acceder a él pagando una mensualidad de 42 euros. No es el caso de Trujillo, quien adquirió sus derechos en el momento de comprar el chalé.

Entre las instalaciones del club, se encuentra un edificio de 839 metros cuadrados (33 minipisos), que aloja la zona de juegos de interior, el restaurante-cafetería y el gimnasio, en el que varios profesores ofrecen clases de gimnasia de mantenimiento y aerobic a precios reducidos (tres euros al mes). La parcela del complejo en el que se encuentra la piscina (con zona de niños) y las canchas deportivas tiene más de 4.000 metros cuadrados (160 minipisos).

Actualmente, un chalé con las características del de Trujillo está valorado en 450.000 euros, un precio al alcance de pocos ciudadanos extremeños (que tienen el salario medio más bajo del país). En caso de venderlo, la titular de Vivienda podría triplicar el valor de compra.

La casa parece ahora un poco abandonada. A la puerta del garaje le hace falta una mano de pintura y el jardín necesita algunas horas de trabajo. No así la urbanización, ya que en el momento de realizar este reportaje un grupo de operarios estaba arreglando las calles y modificando sus señalizaciones.

Por Higinio Mosteiro.
revista Época.