En España, desde la Iglesia, se ha alertado de una nueva situación de ataque continuado y de fondo a la vida, la familia, el trabajo solidario de la Iglesia y su aportación: educación, sensibilidad religiosa, a la verdad… Estos ataques se producen en todos los planos: legislativo, moral, educativo…
En España, desde la Iglesia, se ha alertado de una nueva situación de ataque continuado y de fondo a la vida, la familia, el trabajo solidario de la Iglesia y su aportación: educación, sensibilidad religiosa, a la verdad… Estos ataques se producen en todos los planos: legislativo, moral, educativo…
Los ataques los capitanea el Gobierno del PSOE, pero se trata del ataque de toda una red de instituciones: el grupo Prisa, partidos varios como ERC, IU, etc…, la masonería (con su posición de guerra abierta contra la Iglesia), grupos de teólogos progres, asociaciones supuestamente progresistas (gays, lesbianas, etc…), etc… Estos son los hechos:
– Legislación del divorcio express, en detrimento de legislaciones de apoyo a la familia.
– Legislación del matrimonio de los gays, equiparándolo al matrimonio heterosexual, cuya historia tiene más de 20 siglos (¡desde que el mundo es mundo!)
– Legislación de la adopción de niños por parejas homosexuales. Se prioriza el derecho a tener hijos, sobre el derecho de los niños a tener un padre y una madre, lo que por naturaleza contribuye a su educación.
– Intento de eliminación práctica de la religión y la moral de la educación de nuestros hijos.
– Apoyo mediático a la eutanasia y al aborto. Claro ejemplo del apoyo del PSOE a películas como Mar adentro.
– Crítica institucional a la Iglesia. En torno a las subvenciones a ésta, silenciando el trabajo gratuito de la Iglesia a la sociedad, y la crítica a toda postura moral, como el preservativo, silenciando los documentos sobre su ineficacia.
– Política favorecedora del individualismo, como, por ejemplo, la vivienda de 30 metros, los programas de televisión donde se exalta el éxito, el consumismo, los divorcios, el sexo…, donde no hay ni una familia normal.
Marta de Hoyos
del Movimiento Cultural Cristiano, en La Verdad