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El trabajador autónomo en tierra de nadie

Deberían gozar de una mayor protección, pero se encuentran en tierra de nadie. Más de 230.000 autónomos que trabajan prácticamente en exclusiva para un solo cliente no tienen registrados sus contratos en el Servicio Público de Empleo Estatal y, por tanto, no son considerados Trade, es decir, trabajadores autónomos económicamente dependientes

¿Esto qué significa? Pues que no gozan de la protección ni disfrutan de los derechos que deberían tener por pertenecer a esta figura reconocida en la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo.

De hecho, sólo un 4% de los autónomos dependientes están registrados y pueden ejercer sus derechos, según denunció este martes UPTA (la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos).

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en la actualidad 281.000 autónomos reconocen estar trabajando en exclusiva para una sola empresa o casi en exclusiva, compaginando esta actividad con otros trabajos esporádicos. 100.400 se encuentran en la primera situación y 180.600 en la segunda.

De estos 281.000 autónomos, se deben descontar los 40.000 que trabajan en el sector agrario, ya que tienen otras condiciones no equivalentes, y quedan así 241.000 que por las características de su actividad deberían ser considerados Trade. Sin embargo, no todos los son. Tan sólo 10.500 han registrado sus contratos en el Servicio Público de Empleo Estatal y pueden considerarse efectivamente Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes.

La esclavitud del falso autónomo

Conviene no confundir, no obstante, esta figura con la del falso autónomo, una práctica muy extendida en España, sobre todo a partir del estallido de la crisis.

El falso autónomo es aquel trabajador que realiza una actividad como un asalariado, pero en lugar de firmar un contrato laboral es obligado a darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). De este modo, el empresario se ahorra los costes a la Seguridad Social y puede despedir al trabajador cuando quiera sin tener que pagarle una indemnización.

En definitiva, el falso autónomo no disfruta de ninguno de los derechos que sí tienen sus compañeros con contrato como vacaciones, días de asuntos propios, etc, y, además, no cobra el finiquito cuando se prescinde de sus servicios ni cobra el paro.

A diferencia del autónomo dependiente, el falso autónomo sí acude todos los días a la oficina o al lugar de trabajo y tiene un horario fijo. Recibe una retribución determinada de forma unilateral y no tiene capacidad para decidir los trabajos que hace ni cómo se organiza.

Fuente: Diario El Mundo

Récord histórico de gasto militar

La inversión en armamento está aumentando considerablemente en todo el mundo. Así lo revela un informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), que destaca aumentos significativos sobre todo en Europa, Asia, Oceanía y Oriente Medio. Pero quienes dominan el mercado armamentístico son Estados Unidos y la OTAN.

Paola Simonetti y Giulia Mutti – Ciudad del Vaticano

La guerra es hoy el negocio planetario más rentable, con costes enormes que no dejan fuera a ninguna región del mundo. El gasto en armamento experimenta, de hecho, una extraordinaria escalada por noveno año consecutivo, alcanzando un pico sin precedentes de 2,443 billones de dólares, con la OTAN gastando el 55% del importe total. Cifras, éstas, que representan el 2,3% del PIB mundial. Así se desprende de un informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), que destaca cómo las inversiones militares han aumentado desde 2009 en las cinco regiones geográficas del mundo, donde el gasto está monopolizado por Estados Unidos y la OTAN. Lo que sin duda ha impulsado el aumento del armamento, señala el informe, es la guerra de Ucrania, que ha «alterado radicalmente las perspectivas de los Estados europeos en materia de seguridad». Este cambio en la percepción de la amenaza», explica el informe, «se refleja en la asignación de porcentajes cada vez mayores del producto interior bruto al gasto militar». Así, también se registran picos significativos en el aumento de los costes de guerra en Europa, así como en Asia, Oceanía y Oriente Medio. «En ninguna parte del mundo», añade el documento, «se ha registrado, por desgracia, mejora alguna».

Rusia y Ucrania

En concreto, Rusia, que ocupa el tercer puesto mundial, ha destinado unos 102.000 millones de euros, un 4,5 % global y un 24 % más anual, es decir, el 5,9 % de su producto interior bruto (PIB). Por su parte, Ucrania, octavo inversor mundial en armamento, aumentó su gasto en un 51 %, es decir, más de 60 000 millones de euros, un tercio de su PIB. Con los casi 32.000 millones de euros de ayuda militar recibidos, Kyiv ha acortado considerablemente las distancias con Moscú, ya que el gasto militar ucraniano total asciende al 91 % del de Rusia.

En el escenario mundial de los gastos militares, el dominio indiscutible, indica el informe del Sipri, es de Estados Unidos, con una inversión del 2,3 % más, es decir, 860.000 millones de euros, lo que representa el 37 % del gasto mundial y el 68 % del de los 31 Estados miembros de la OTAN. En el contexto estadounidense, especialmente en las regiones de América Central y el Caribe, fue la lucha contra el crimen organizado la que impulsó el gasto en un 54 % el año pasado, siendo Brasil el país que se hizo con la camiseta negra, con un gasto de 21.500 millones de euros, lo que supone un aumento de más del 3 %. También es significativo, según el documento, el aumento de la inversión en defensa de los países europeos de la OTAN, que representa ya el 28% de la de toda la Alianza, el nivel más alto en una década, con once de ellos por encima del compromiso del 2% del PIB. Entre ellos destaca Polonia, que, con un aumento anual del 75%, registra el mayor incremento anual de Europa.

Oriente Medio registró el mayor aumento en una década, un 9 %, con Arabia Saudí como líder regional, seguida de Israel, que aumentó su gasto un 24 % debido a su ofensiva en la Franja de Gaza tras los atentados de Hamás del pasado octubre. «El gran aumento del gasto militar en Oriente Medio en 2023», reza además el documento del Sipri, «refleja la rápida evolución de la situación en la región, desde la mejora de las relaciones diplomáticas entre Israel y varios países árabes en los últimos años hasta el estallido de una gran guerra en Gaza y el temor a un conflicto regional».

Extremo Oriente

La mitad de las inversiones en la región asiática fueron a parar, según el informe del Sipri, a China, con casi 278.000 millones de euros, un 6% más. Japón, por su parte, destinó 50.200 millones de dólares a sus fuerzas armadas en 2023, un 11 % más que en 2022. El gasto militar de Taiwán también aumentó el año pasado un 11 %, hasta los 16.600 millones de dólares.

Más armas, más tensión

El aumento del gasto militar mundial lo confirma Maurizio Simoncelli, subdirector del Instituto Internacional de Investigación Archivio Disarmo, entrevistado por Radio Vaticana – Vatican News. En los últimos años, de hecho, el fenómeno se ha disparado tras «la ocupación rusa de la península de Crimea», explica el profesor.

El gasto militar se ha incrementado exponencialmente como consecuencia de la invasión de Ucrania en 2022 y con la crisis en Oriente Medio: «Este panorama está ligado a la desaparición del papel de la OTAN como organismo de control en la zona del Atlántico Norte», afirma el director adjunto de Archivio Disarmo, subrayando que «los datos nos muestran que países como China, India, Japón y Taiwán están aumentando su armamento, mientras que China sigue siendo el segundo país del mundo en gasto militar después de EEUU». El cuadrante del Pacífico, de hecho, sigue siendo una zona de alta tensión: «China es el gran competidor de Estados Unidos. Sin embargo, el gasto militar chino sigue siendo un tercio del estadounidense».

Regreso a la Guerra Fría

En el frente europeo, en 2023, los 27 Estados miembros aumentaron su gasto militar. «El conflicto en Ucrania está exacerbando las relaciones internacionales; a estas alturas, ya no hay espacio para el diálogo entre Rusia y los países occidentales, sólo piensan en aumentar el presupuesto militar», explica el experto. Esto está conduciendo a «un renacimiento en toda regla de la Guerra Fría en el nuevo milenio», explica el experto. En su opinión, en un clima de crisis internacional, para volver a hablar de desarme, «hay que trabajar por la desescalada en los conflictos actuales». «Pensar en resolver los problemas internacionales con la fuerza es una pura ilusión, lo hemos visto en la historia: cada vez que el hombre ha intentado resolver los problemas con la violencia ha creado las condiciones para nuevas guerras y odios de décadas». El intento que debe hacerse», concluye, «es apuntar a la desescalada y no querer resolver los problemas con armas, incluso nucleares, como ha temido Rusia. Y, sobre todo, iniciar negociaciones».

Artificial intelligence: a technological wave against the poor

We are witnessing technological development with a great impact on societies where one of the fundamental technologies is artificial intelligence and the entire technological ecosystem that surrounds it.

Editorial

The emergence of different platforms has shown millions of users the capacity of AI to execute increasingly complex tasks. Its implementation, it has been estimated, will affect 60% of jobs in the richest countries. It is also predicted that in three years, 90% of internet content will be generated by AI.  Significant data to consider.

In the last issue of the magazine Autogestion, we pointed out the great danger posed by the uncritical assumption of these technologies, and the currents that accompany them, which seek to undervalue, despise, subjugate, and colonize humans, to increase the business and power of a few. The implementation of these technologies has some characteristics with immediate and important political and social consequences: They are in general use, evolve at breakneck speed, have unequal (asymmetric) impact, are not neutral, and are increasingly autonomous.

First, they are of general (universal) use, thus facilitating social control. This use ranges from the most precise (biometric) biology of each person to the prediction of behaviors by states and large digital business emporiums. Business and control.

Secondly, they are evolving at such a great speed that political regulations, with their slow pace, are unable to take the lead or the initiative to a practical universal imposition of these technologies.

Thirdly, their implementation is asymmetrical, leaving millions of discarded people in the gutter of history.

They use the impoverished to feed their databases and test algorithms with slaves, they are tested in zones of war and violence, and at the same time, they encourage the spread of the culture of leisure with the new networks (games, porn, online platforms, etc.). And yet, as we say, they exponentially favor a few who are at the top of the profit pyramid.

Nor are they neutral in origin. They are financed by AI capitalism «or surveillance capitalism». Some point out that this new world order is similar to feudalism, with serfs and lords. And the lords would be, in this case, half a dozen large U.S. corporations and the Chinese Communist Party (with its business network).

They enjoy a certain autonomy; algorithms evolve with human interactions, feed on different experiences, and generate their evolution and dynamics. But who controls the black box of these tools and evolutions?

Faced with this situation, no false answers can be given. Longtermism, which consists of focusing the debate on issues that are not scientifically proven and belong more to the realm of belief (new technological faith), while the important issues that are already happening are ignored from the political agenda, is not valid. Neither is valid for those who claim their partial group or identity rights. We refer to those that place a postmodern emphasis on fluid, group (power), and highly individualistic identities and are strongly compatible with neoliberal ideology. This tactic is used by many organizations that claim to challenge the AI and its institutional framework, but do not want to see the «elephant in the room».

As the Pope denounced in his message on AI last January 1: «The human being, mortal by definition, thinking of surpassing every limit thanks to technology, runs the risk, in the obsession of wanting to control everything, of losing control of himself, and in the search for absolute freedom, of falling into the spiral of a technological dictatorship.»

We have to say that all this technological wealth has been and is the fruit of human effort, where the poorest are the ones who have put the most into the foundations of this knowledge. Justice must restore what has been stolen, what has been appropriated for a few at the expense of this effort and sacrifice of the poorest. And it is also necessary that the political management of this revolution be placed in the hands of those who continue to be trampled by the various «technological waves».

We also appeal to the responsibility of individuals and associations to face this situation. And of course, to the responsibility of technicians, to their professional vocation linked to the vocation to justice, and their perception and response to the institutional framework that surrounds them.

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¡Feliz día del libro! Lectura para promocionar militantes, no líderes

Imagen de Nino Carè en Pixabay

Nos proponen para líderes, tienes que ser un líder, es la dinámica de moda dentro del sistema. Tenemos que ser líderes en nuestras familias y en nuestros ambientes. Nos forman para ello en nuestros puestos de trabajo. Pero la palabra líder, puede tener connotaciones negativas. Suena a control.

Un líder aprovecha sus cualidades para que le sigan en un proyecto que la mayoría de las veces solo le aprovecha a él, y a menudo acaba en el desastre.

Mejor hablemos de  militancia. Yo la conocí siendo muy joven en las asociaciones de vecinos. En aquellos locales encontré lo que me pareció una democracia real y tangible, una lucha asociada con la que se consiguieron, derechos sociales, colegios, centros culturales y líneas de autobús en los barrios obreros de la periferia madrileña durante las décadas de los setenta y los ochenta del siglo pasado.

Me gustaba más esa lucha que todas aquellas alegres expresiones artísticas de la Movida.

Desde esa época, ejercí una ferviente admiración por todo tipo de militancia sincera y honrada. Si no la encontraba en mis semejantes, la buscaba en los libros.

Buscaba militancia en la literatura, aunque fuese como la de Mike, el amigo de Jim Braddock. Juntos descargaban paquetes en el puerto de Nueva York durante la gran depresión y juntos vieron cómo la gente se moría de hambre sin aparentemente poder hacer nada. Braddock no perdió la esperanza y consiguió sacar a su familia adelante boxeando hasta llegar a ser campeón mundial, pero reconoció que lo peor de la Depresión era no ver a tu adversario, nada a lo que poder asestar un golpe.

Mike en cambio no consiguió sobrevivir a aquellos tiempos, pero tuvo claro desde el primer momento que había un enemigo reconocible: el sistema capitalista con su especulación,  era el culpable de la injusticia y de la miseria que se estaba llevando tantas vidas por delante. Y se lanzó a la lucha junto a otros, aunque diera la sensación de que  no consiguieron nada, su esfuerzo sirvió de ejemplo para muchos que continuaron hasta el final.

Primo Levi, escritor italiano que sufrió cautiverio en Auschwitz, también hablaba de militancia al responder a los que le preguntaban: ¿por qué no había habido muchos episodios de rebelión en el campo?.

Levi respondía a esta cuestión diciendo que rara vez, fuera y dentro del lager, los harapientos se rebelan, pero que, en todo caso, los episodios de rebelión que se vivieron en los campos siempre vinieron de parte de las personas que tenían una vida de lucha política asociada anterior a su entrada en el campo. Luchaban antes, lucharon durante y siguieron luchando después, y eso les valió a los que sobrevivieron para no formar parte de los muchos que se suicidaron después de ser liberados al no poder soportar sobre sus conciencias todo lo que fueron obligados a vivir.

Literatura y militancia, una vocación y una aspiración que me encontré juntas al descubrir estos libros editados con trabajo gratuito por el precio del papel y la tinta. Me refiero, por supuesto, a los libros de las ediciones Voz de los sin Voz. Publicaciones editadas así para poder ser realizadas y difundidas en cualquier lugar del mundo con el mínimo coste y en los que he visto aunados mi admiración por la militancia verdadera y mi amor por la literatura de verdad.

Mamma Jones, León Bloy, Charles Peguy, Dorothy Day, Ángel Pestaña, Salvador Seguí, Julián Gómez del Castillo… todos ellos y muchos  otros  ilustres imprescindibles que se pueden disfrutar en estas ediciones agrupados en temáticas de espiritualidad, política, filosofía, historia, cultura o autogestión.

Además podemos encontrar recopilaciones y  testimonios de conversos o de profesionales que han sido capaces de poner sus dones al servicio del bien común o análisis exhaustivos de temas actuales como los relativos al Global compact, biopolítica o a la actual emergencia educativa que se trabajan a fondo en estas ediciones.

Así que, no pierdan más tiempo : Cojan uno de estos libritos y vayan a disfrutarlo en su rincón de lectura favorito. Si lo leen juntos en grupo, mejor.  Elijan el que elijan, no les dejará indiferentes.

LEE Y CONDUCIRÁS TU VIDA, NO LEAS Y SERÁS CONDUCIDO.

La difícil situación de Goma que denuncia de la Iglesia Católica y el saqueo de los recursos

ESCRITURA CC BY-SA 2.0 Atribución-Compartir Igual 2.0 Genérico https://www.flickr.com/photos/natashamayers/688813237

«La situación en Goma y sus alrededores empeora día a día», dice a la Agencia Fides el Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, Arzobispo Metropolitano de Kinshasa, refiriéndose a la capital de Kivu del Norte, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde desde 2021 la guerrilla del M23 ha retomado las armas, conquistando varias localidades.

El M23 sigue conquistando territorios mientras el ejército congoleño se encuentra en una situación de confusión total», afirma el cardenal. «Lo que más tememos es el riesgo de inseguridad generalizada, en primer lugar en Goma y, más en general, en todo el este del país». «Esto se debe a que el gobierno ha distribuido armas extra a varios grupos armados, como los Wazalendo y también a algunos pertenecientes a las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, grupo fundado a principios de los años 2000 por los supervivientes del antiguo régimen hutu ruandés, ed.), con la esperanza de que estos grupos apoyaran al ejército contra el avance del M23. Todos estos grupos están ahora bien armados y es la población la que paga el precio, al producirse el riesgo de una situación de inseguridad generalizada», subraya el cardenal Ambongo.

Noticia relacionada: Saqueo de recursos por parte de Ruanda

Coltán: Ruanda lidera las exportaciones, superando a la República Democrática del Congo

La República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda se destacan como los dos principales exportadores mundiales de coltán, un mineral crucial para la industria electrónica que también alimenta las disputas entre los dos países. Según la Agencia Ecofin , en 2023, las exportaciones de coltán de la República Democrática del Congo ascendieron a 1.918 toneladas, frente a las 2.070 toneladas de Ruanda.

A pesar de sus vastas reservas, la RDC ha visto su posición cuestionada desde 2014, enfrascada en una feroz rivalidad con su vecino ruandés. La falta de trazabilidad y la persistencia del contrabando plantean dudas sobre la ética del origen del coltán ruandés, lo que pone de relieve los desafíos relacionados con la gobernanza de los recursos naturales y la responsabilidad multinacional.

Aunque Ruanda niega las acusaciones de saqueo de los recursos del Congo, el presidente Paul Kagame ha reconocido que su país sirve como centro para el contrabando de minerales congoleños, lo que sugiere que la comunidad internacional es cómplice de distorsionar la cadena de suministro global del mineral.

El término «Wazalendo» («patriotas» en swahili) se refiere a un conjunto de grupos que tomaron las armas para defender a la población contra el M23. Sin embargo, su inspirador, Éphraïm Bisimwa, líder de una secta mesiánica local, fue condenado a muerte el pasado mes de octubre por los graves incidentes del 30 de agosto de 2023 contra la presencia de los cascos azules de la MONUSCO (Misión de la ONU en la RDC) en Goma, que causaron la muerte de más de 50 personas.

«Con la detención y condena a muerte del inspirador de los Wazalendo, ha quedado claro que este grupo no es homogéneo; incluso algunos de sus adeptos se han pasado a las filas del M23. Es difícil controlar a estos grupos armados que remiten a tantos jefes», afirma el cardenal Ambongo, según el cual el gobierno congoleño tiene graves responsabilidades en la gestión de la crisis en el este del país.

En lugar de reforzar el ejército regular con soldados seleccionados y bien entrenados», afirma, «el gobierno ha tomado la peligrosa decisión de armar a estos grupos, que acaban convirtiéndose en un peligro para la población, asaltando a ciudadanos, cometiendo robos y asesinatos, y metiéndose en el negocio del comercio ilegal de minerales extraídos de las minas artesanales de la zona».

«Los obispos de la provincia eclesiástica de Bukavu han hecho un análisis muy lúcido de la realidad que se vive allí, en el este de la RDC», prosigue el cardenal, refiriéndose a la nota pastoral publicada a mediados de abril (véase Fides 17/4/2024). «La propia Iglesia se encuentra en una situación peligrosa en esa zona», subraya. «Por eso los obispos de la provincia de Bukavu, como todos nosotros a nivel nacional de la CENCO (Conferencia Episcopal Nacional Congoleña), hemos tomado la decisión de acompañar a la población en este momento difícil. El sentido de nuestra solicitud pastoral con un pueblo que sufre es preguntarnos «cómo podemos mostrar algo del amor y de la misericordia de Dios a este pueblo que sufre. Esto es lo que la Iglesia intenta hacer, pero no siempre es fácil», concluye.
(L.M.) (Agencia Fides 18/4/2024)

Ruanda: La memoria de un genocidio 30 años después

El pasado domingo, 7 de abril, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, subió un año más la llama del recuerdo en el Memorial del Genocidio de Kigali para dar comienzo a los actos de conmemoración de los hechos ocurridos en 1994. A los eventos, que duran los 100 días que duraron las matanzas, les llaman kwibuka , que significa recordar en kinyarwanda.

Fuente : Alfa y Omega

«Si no recuerdas, no puedes reunir el valor para construir sitios conmemorativos y preservar la memoria», explica Alfa y Omega Napthali Ahishakiye, secretario general de IBUKA , la mayor organización de supervivientes del genocidio. Ahishakiye tenía 20 años cuando comenzó el genocidio y pasó los 100 días en los que transcurrió escondido en el bosque con su hermana. A sus padres los mataron, pero, cuando salió, pronto supo que debía ayudar. «Te encontrabas con un niño huérfano de 5 años y querías cuidarle y, al momento, apareció una anciana de 85 años que se había quedado sola», rememora. En 1996 comenzó a recolectar dinero para pagar los uniformes y las tasas escolares de niños sin recursos para que pudieran ir al colegio y, cuatro años más tarde, acabó organizando una asociación para huérfanos. En 2005 ya se metió en IBUKA como jefe del Departamento de Memoria y Conservación. «La memoria es muy importante en la vida, porque nos ayuda a aprender», señala Ahishakiye.

La política de honrar la memoria de lo que ocurrió se ha convertido en una política de Estado para un país que 30 años después no puede olvidar. En los colegios se cuenta desde 5º de Primaria y organizaciones como IBUKA ayudan con apoyo médico y psicológico a las víctimas, que se van haciendo mayores pero siguen sufriendo traumas tres décadas más tarde. «Organizamos foros para hablar sobre la ideología del genocidio y la memoria», asegura el actual secretario general de IBUKA.

Aun así, el genocidio sigue muy presente. En enero de este mismo año se recuperaron 119 cuerpos enterrados bajo una casa. El propietario los descubrió mientras hacía reformas e intentaba ocultarlos. «La ideología genocida todavía está ahí. Cada vez hay menos casos y conforme pasan los años se reducen, pero aunque hubiera solo uno seguiría siendo un problema», explica Ahishakiye. Cinco años antes habían recuperado 84.437 cuerpos en una montaña a las afueras de Kigali, cerca del aeropuerto internacional, bajo unas casas en construcción. «El 95 % de los ruandeses son cristianos y cuando entramos en las casas había una sala de oración, Biblias… y tenías los cadáveres justo debajo. Nos preguntamos: ¿cómo puede ser posible? Era horrible», expresa Ahishakiye.

¿Reconciliación legal?

Ruanda ahora no tiene nada que ver. El Gobierno se felicita de una reconciliación que ha traído paz y desarrollo al país: ahora es uno de los estados más seguros, con menos criminalidad, y acoge grandes eventos internacionales como hará con el mundial de ciclismo en 2025. Sin embargo, la oposición alega que la reconciliación está sobre la superficie, pero no es real. «Sí, hay algún tipo de reconciliación, pero no la conseguimos del todo», dice Victoire Ingabire, opositora al Gobierno de Kagame.

Ella fue condenada a 15 años de cárcel y pasó ocho entre rejas por supuestamente negar el genocidio. Ingabire no lo niega, sino que asegura que no solo hubo muertos durante esos días y contra los miembros de la etnia tutsi. «Tuvimos dos crímenes: el genocidio contra los tutsis y también los crímenes contra la humanidad antes, durante y después del genocidio. El Gobierno de Ruanda ignora este segundo crimen. Si no podemos redimir a todas las víctimas de nuestra historia más oscura, no podemos estar unidos», reclama.

En 1994, el 85 % de la población era de la etnia hutu y el 14 % tutsi, con un 1 % restante twa. Los hutus cogieron las armas y aniquilaron al 70 % de los tutsis. Con ellos, también a hutus moderados y que prestaron ayuda a los tutsis. Sin embargo, en ese período las fuerzas del Frente Patriótico Ruandés lideradas por Kagame también cometieron asesinatos que no se tienen en cuenta.

Los críticos alegan que el Gobierno de Ruanda utiliza el genocidio para cometer atrocidades en el exterior, como en el este de RD Congo, una región rica en minerales. Allí están las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo considerado terrorista por el Ejecutivo ruandés al que acusa de tener en sus filas a personas responsables del genocidio. El equipo de Kagame culpa al Gobierno congoleño de dar cobijo a los terroristas y, para contrarrestarlos, arma y financia al grupo rebelde M23, de mayoría tutsi, como señalan la ONU y algunos socios occidentales como Francia y Estados Unidos, a pesar de que lo Lo niegan desde Kigali.

30 años después, el genocidio sigue presente en la sociedad. Más allá de los cuerpos todavía por rescatar, el Gobierno hace un esfuerzo por llegar a una unidad nacional que deje atrás la división del pasado, pero esa imposición hace que sea un tanto ficticio. El silencio atenaza ante el miedo a criticar la posición gubernamental y dificulta que se sanen de todo las heridas del pasado.

16 de abril «Día Internacional contra la Esclavitud Infantil»: Presentación del libro «Huérfanos» y actos en la calle

Con motivo del día Internacional contra la esclavitud infantil, presentamos el libro: «Huérfanos». Además se celebraron concentraciones en España e Iberoamérica contra las causas de la Esclavitud Infantil, dentro de la Campaña por la Justicia en las relaciones Norte-Sur. NO a la Esclavitud Infantil. ¡Paremos las guerras contra los niños!

 

Una revolución agrícola protagonizada por un misionero en Ruanda

A mediados de los 60, los misioneros de La Salle en Ruanda, impulsados por el Hno. Jules Wieme, pusieron en marcha el Proyecto Byumba, que tenía como objetivo fundamental mejorar el rendimiento del sector primario en el país para garantizar el sustento a toda la población.

Leer original en Mundo Negro

Dicen que Ruanda es el país de las mil colinas, y cuando uno se mueve por él no hace falta que le expliquen la razón. Las carreteras, de cualquier categoría, son un continuo subir y bajar entre bosquecillos de eucaliptus, campos cultivados en terrazas y poblados que se llenan de bullicio en cuanto se enteran de que tienen visita. Nos dirigimos al colegio La Salle Kirenge, en las afueras de Kisaro, a un puñado de kilómetros de Byumba, capital del nordeste ruandés. Llegamos a nuestro destino por una carretera nacional impecable, farolas en funcionamiento incluidas, que construyeron los chinos hace algunos años.

Nos recibe el director del colegio, el Hno. Julien Nimusabimanizatwumva, que nos explica, para nuestra sorpresa, que la escuela donde nos encontramos tiene mucho que ver con las terrazas del camino, que, de hecho, cubren gran parte de las zonas rurales del país. El nexo común estaría en el misionero belga Jules Wieme, mucho más conocido por su nombre religioso, Hno. Cyrille, que llevó a cabo el gran proyecto de la construcción de terrazas agrícolas por todo el país y, en clave congregacional, fundó La Salle Kirenge.

La revolución de los 70

El Hno. Cyrille llegó a Ruanda mediados los años 60 del pasado siglo y fue destinado a la Escuela Normal de Byumba, en la que se formaban gran parte de los maestros de Primaria que, por aquellas fechas, necesitaba el país cada vez en mayor número. Metido de lleno en la faena, el religioso se dio cuenta enseguida de que, además de escuelas, lo que aquella Ruanda recién independizada necesitaba era, sobre todo, racionalizar su agricultura, gestionando lo mejor posible sus recursos e introducir nuevas variedades y técnicas de cultivo que multiplicaran la producción e hicieran retroceder el hambre. Sus compañeros cuentan cómo, siendo todavía profesor de la Escuela Normal, el Hno. Cyrille organizaba grupos de alumnos con los que hacía sus pinitos agrícolas, sencillos, pero que apuntaban un interés evidente.

La situación cambió por completo en 1971 cuando los Hermanos de La Salle lanzaron un ambicioso plan de desarrollo rural denominado Proyecto Byumba, al que se incorporó desde el primer momento el Hno. Cyrille, por aquel entonces a punto de cumplir 50 años. La iniciativa, que se dirigía a los pequeños agricultores de los poblados, pretendía mejorar el rendimiento de la agricultura y la ganadería e introducía nuevas posibilidades de aprovechamiento de los frutos del campo y de los animales, difundiendo la elaboración de pan o embutidos, entre otros objetivos. Para comenzar, organizaron un sencillo centro de formación para gente del campo, que completó con el seguimiento sobre el terreno de la aplicación práctica de las técnicas aprendidas.

El Proyecto Byumba fue tomando cuerpo y en muy poco tiempo multiplicó sus actividades, hasta disponer de una sede autónoma para sus cursos de formación y poder almacenar con seguridad maquinaria y productos. Era el Centro de Promoción Agrícola (CPA) de Kisaro. A su lado, en 1975, los Hermanos de La Salle inauguraron también una comunidad, la de la Virgen de los Pobres, toda una declaración de intenciones. El Hno. Cyrille no estaba solo: tenía a varios compañeros a su lado, algunos ruandeses, que le ayudaban en distintas tareas.

La gran aportación de Byumba fue la construcción de terrazas agrícolas. En un país donde encontrar terrenos llanos cultivables resulta complicado, las terrazas permiten retener el agua y, con ella, la tierra, y gestionar los cultivos de una manera mucho más productiva. Transformar una ladera en una sucesión de parcelas horizontales no es nada sencillo, pero los resultados prácticos no se hicieron esperar. Las primeras experiencias tuvieron tanto éxito que, en poco tiempo, todo el mundo se apuntó a hacer terrazas y mostró su deseo de aprender cómo implementarlas. Se trató de una auténtica revolución agrícola.

Ucrania y el negocio de las guerras

«La guerra es una masacre entre gente que no se conoce, para provecho de gente que sí se conoce pero que no se masacra». Si, la guerra es un negocio de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.

Aunque en nuestros medios occidentales básicamente solo informen de las guerras en Gaza y Ucrania, hoy existen en el mundo más de 70 conflictos abiertos. Cada uno es un drama y el principal de ellos es la guerra del hambre que asesina cada día a 100.000 personas, la mitad niños. No podemos perder este marco a la hora de plantear cualquier atentado a la vida.

Como decía el escritor francés Paul Valery, «La guerra es una masacre entre gente que no se conoce, para provecho de gente que sí se conoce pero que no se masacra». Si, la guerra es un negocio de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.

En lo referente a la guerra de Ucrania este drama se concreta en sus víctimas. Recientemente su presidente Zelensky reconoció 31.000 soldados ucranianos muertos desde el inicio de la guerra. Sin embargo, el ‘New York Times’ reveló que ya en agosto de 2023, cerca de 200.000 soldados ucranianos y rusos habían muerto, y otros 300.000 heridos. A ello habría que sumar los más de 30.000 víctimas civiles, entre muertos y heridos, reconocidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en noviembre pasado. Al final quien deja la vida son los mismos, los muertos siempre los pone el pueblo, la historia así nos lo recuerda.

Al poco tiempo de iniciarse la invasión de Ucrania se pudo llegar a acuerdos de paz, pero intereses geoestratégicos y económicos lo impidieron. No convenía a EE.UU. que se fortaleciera el eje euroasiático, pues amenazaba su preeminencia económica en Europa. No olvidemos, por ejemplo, las explosiones submarinas que rompieron los gasoductos de gas natural Nord Stream. Ambos gasoductos se habían construido para transportar gas natural desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico.

Por otro lado está el negocio armamentístico. Tras el estallido de la guerra de Ucrania el precio de las armas subió por encima del 40%. La Unión Europea es el mayor “donante” de Ucrania. Sus compromisos entre el 24 de enero de 2022 y el 15 de enero de 2024 ascienden a más de 144.000 millones de euros, según el Instituto de Kiel, que cuantifica la ayuda militar, financiera y humanitaria prometida y entregada a Ucrania. Por su parte, Estados Unidos es el segundo mayor proveedor, ambos representan el 94% de la “ayuda militar”. Dinero que tendrá que devolver de nuevo los mismos que están sufriendo esta guerra, el pueblo ucraniano. A todas esas muertes añadir los cientos de miles de familias destruidas, los siete millones de ucranianos refugiados en Europa y cinco millones en Rusia, y una economía en ruinas. Tampoco podemos olvidar que ya están firmados los contratos de reconstrucción de Ucrania donde la gran beneficiada es la sociedad de inversiones BlackRock.

Parece que de momento la idea es continuar el negocio con una mayor implicación de la Unión Europea, que ya ha casi duplicado sus gastos en defensa, y donde España debe sumisión al ser un país endeudado y por tanto sometido a las directrices de sus prestamistas. Para ello ya llevan un tiempo “calentando” el ambiente, desde la presidenta de la comisión europea Von der Leyen (cargo que nadie ha votado) llamando al rearme de la UE: «Puede que la amenaza de guerra no sea inminente, pero no es imposible«, hasta declaraciones de diferentes líderes europeos, y las mismas portadas de los periódicos: “hay que prepararse para luchar”, “una guerra no es una ficción y no está lejos. Todas las opciones son posibles”, “la vacuna contra esta escalada está en el rearme y la disuasión” …Una guerra en Europa más allá de Ucrania ya no es una «fantasía», ha sostenido también recientemente Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, uniéndose a la llamada al rearme: “para disuadir al adversario tenemos que tener los medios».

En este contexto, EE.UU. sigue luchando por la hegemonía, pero su gran prioridad es mantener el dominio del Pacífico pues allí se encuentra su principal amenaza, China. Por ello necesita que la UE se centre en este frente, aumentando su industria armamentística y apoyando al gobierno ucraniano. Implicar de lleno a la OTAN en este conflicto, como se está proponiendo, sería temerario. No debemos olvidar que el 95% de las 13.000 cabezas nucleares que existen en el mundo (suficientes para aniquilar varias veces a toda la humanidad) están en manos de EE. UU. y Rusia.

Nos están arrojando a una situación muy grave. ¿Somos realmente conscientes de lo que supone entrar de lleno en una guerra?, ¿Qué costes en vidas puede suponer como ya está ocurriendo en tantos lugares?, ¿es lícito que nuestros hijos, familiares, cualquier persona se les quite la vida para el negocio de unos pocos? De momento aquellos grupos políticos que salían a la calle a manifestarse contra la guerra de Irak, ni se les ve, ni se les espera. Nos están empujando hacia un conflicto muy grave que nadie hemos elegido. Exigimos a nuestros gobernantes y a la oposición, que no nos involucren en ninguna guerra.

Somos nosotros, el pueblo, los que debemos clamar por la paz, pero la paz de todas las guerras, desde la que tenemos al lado, hasta aquellas que se nos ocultan. Y también de esas otras guerras como la del hambre, la del paro, la de la esclavitud infantil, la del aborto, y la de tantos atentados a la vida. Nuestra arma debe ser siempre la conciencia y la verdad, y no dejarnos manipular por ideologías que solo buscan intereses de una minoría camuflados de mentiras.

Nos unimos al papa Francisco en su llamamiento a tener “el coraje de izar la bandera blanca y negociar” para lograr el final del conflicto, de todos los conflictos. Debemos alzar la voz y gritar SÍ a la Paz, y al diálogo, NO a las guerras.

Carmelo Mármol

 

Revista Autogestión: «Una guerra contra la infancia que no cesa»

Resulta terrible tener que celebrar un año más el día Internacional contra la Esclavitud Infantil, constatando cómo la guerra desatada contra la infancia, muy lejos de atenuarse, aumenta en número de frentes y de víctimas.

Editorial de la revista Autogestión nº 153

En el cruel parte de guerra de este año, el rojo sigue tiñendo toda la crónica de este editorial. Es la sangre derramada de millones de niños, la consecuencia más despiadada de una economía que asesina sin pudor, y de la que unos pocos nos seguimos beneficiando y hasta justificando cínicamente.

En este capitalismo, al que algunos denominan tecnofeudalista, el sello “made in fierno” sigue siendo el más extendido en toda la cadena de producción y de servicios que se generan hoy en nuestro planeta. Este sello, que muchos pretenden borrar y maquillar mediante las ineficaces normativas internacionales contra el trabajo esclavo, o con la hipócrita “responsabilidad social corporativa”, es ciertamente indeleble.

Por mucho que lo intenten, ya resulta imposible ocultar el escándalo de las decenas de islas sexuales, especialmente en el Caribe, destinadas al turismo de pederastas millonarios de todo el mundo para violar a niños y niñas.

Nº 833 Colaboración económica 1,50 eur.

Por mucho que se pretenda, es absurdo esconder que, en nuestros teléfonos “inteligentes”, en las baterías de nuestros coches eléctricos, o en los ordenadores portátiles, sigue goteando la sangre de miles de niños de la República Democrática del Congo, condenados a extraer un cobalto que un día fue azul, pero que hoy está teñido de rojo.

Por mucho que se empeñen, no es posible ocultar a los millones de niños esclavizados por empresas como Nestlé o Cargill, en países como Costa de Marfil, Ghana o Malí, utilizados en la recolección de un cacao amargo por el sudor y las lágrimas, y que acaba servido en los desayunos y meriendas de nuestros propios hijos.

Por mucho que insistan, no pueden negar el genocidio contra la infancia que se sigue produciendo en países como Pakistán, Bangladesh, India, donde la mayor parte de sus 650 millones de niños son hoy condenados a la explotación en la producción de ropa o productos cosméticos, de los que alardeamos cuando los adquirimos como gangas en plataformas tan conocidas como Shein o Temu.

Esta es sin duda una guerra a muerte, que no cesa, contra la infancia. El pasado mes de enero, los grandes poderes económicos y políticos mundiales se dieron cita un año más en Davos para intentar consolidar su dominio y su capacidad de control mundial. Son precisamente estas grandes empresas multinacionales, estos grandes fondos de inversión, públicos y privados, así como las diferentes agencias de la ONU y la OIT, los directamente implicados, por acción u omisión, en todos estos crímenes contra la infancia.

Resulta inmoral también la hipocresía de los responsables políticos. Como muestra, anotemos el reciente caso del ministro de turismo de la República Dominicana cuando en la última Feria del turismo en Madrid solo se le ocurrió proponer, ante esta barbarie, que los pederastas del mundo se vayan a violar a niños y niñas a otros países diferentes del suyo… Todos los sinvergüenzas que estaban allí terminaron incluso aplaudiéndole por esa medida tan “original”.

Hoy los niños esclavos siguen sin ser noticia para los medios de comunicación porque no venden sus historias, no venden sus dramas, no venden sus sufrimientos. De igual forma que el silencio del pueblo alemán ante los campos de concentración no les eximió de su responsabilidad en el genocidio judío, también nuestra complicidad en este mercado criminal será juzgada un día por la historia.

Por eso, es necesario volver a hacer resonar en nuestras conciencias, el dolor de todas y cada una de las víctimas de este genocidio de la esclavitud infantil. Es un clamor silencioso de millones de pequeños, niños y jóvenes, a los que sin embargo más debiéramos de cuidar y proteger.

Celebremos con fuerza este 16 de abril, Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, promovido desde hace ya casi 30 años por el Movimiento Cultural Cristiano, haciendo especial memoria del testimonio del niño pakistaní Iqbal Masih. Mártir cristiano a los 12 años, que inició una imparable corriente de liberación frente a la guerra contra los niños.

ILP para la regularización de migrantes: «Frente a un capitalismo salvaje y uniformador»

Imagen de combonianos_brasil en Pixabay

Los grupos de la Cámara Baja, salvo Vox, han dado luz verde a la iniciativa legislativa popular que busca regularizar la situación de más de medio millón de migrantes en nuestro país.

Nota: Desde esta redacción expresamos nuestra alegría por la asunción parlamentaria de esta iniciativa, y esperamos que se traduzca en una expresión más amplia de la defensa de la dignidad del ser humano (aborto, eutanasia, leyes contra la familia y la solidaridad…)

También deseamos que en este proceso no se pierda la perspectiva de las causas que provocan las migraciones (hambre, guerra, injusticia Norte-Sur…)


Declaraciones de D. Luis Arguello presidente de la CEE

«Es hora de superar una polarización provocada por intereses politiqueros». Con estas palabras, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello ha expresado su defensa a la regularización extraordinaria de más de 500.000 extranjeros que habitan en España desde noviembre de 2021. Esta iniciativa se conoce como Iniciativa Legislativa Popular y se ha puesto sobre la mesa por el proyecto Esenciales, en el que se unieron hasta 900 organizaciones sociales.
Luis Argüello: «La vida es sagrada, merece ser protegida, ¿es tan difícil ponernos de acuerdo?»

A través de un comunicado en la red social X, Argüello ha mostrado la intención de «abordar conjuntamente cuestiones nucleares para el bien común», tanto en la escena nacional, pero también mundial, teniendo en cuenta «el respeto a la dignidad humana».

La Iniciativa Legislativa Popular, ILP, ha expuesto que esta «cuestión ética» radica en el valor «sagrado» de cualquier persona, cuyo planteamiento es esencial para que los seres humanos no sean considerados a una «banda de ladrones» por el Estado.

El presidente de la CEE ha explicado que, pese a que estos migrantes ya forman parte activa de la sociedad, trabajando y participando activamente de ella, siguen malviviendo. «Regularizar es nacer normal en el Estado lo que ya es normal», ha expuesto, sabiendo que no están exentos de cumplir con sus obligaciones legales.

«Desprecio de la dignidad humana»

No se queda simplemente en la regularización de los extranjeros, sino que va un paso más allá, pretendiendo «abordar la cuestión migratoria como signo del mundo global en su conjunto».
Los obispos lamentan la aprobación de la ley del aborto: «Es el derecho del fuerte sobre el débil»

Luis Argüello ha cuestionado que, mientras en Europa se aprueba el aborto como un «derecho humano», rechaza a los inmigrantes. «Ambas decisiones suponen un desprecio de la dignidad humana», ha sentenciado. Igualmente, cuestiona el papel del «capitalismo moralista y uniformador» que impera a nivel global y, por medio de su «forma salvaje de biopolítica», emplea la migración y la salud reproductiva para «jugar con los reemplazos poblacionales».

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