Autogestión: una nueva cultura

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Ponencia impartida por Maria del Mar Araus, doctora en Historia, en el Aula Malagón-Rovirosa. El pensamiento autogestionario es, en rigor, la síntesis de dos grandes principios: el principio comunitario-socialista y el principio liberal-democrático

Si a la autogestión le quitamos su sustancia socialista, pierde su razón de ser, si quitamos su sustancia democrática, la desnaturalizamos. Y esos dos principios motrices son el reflejo de dos dimensiones antropológicas fundamentales: el instinto individual y el instinto social.


AUTOGESTIÓN: UNA NUEVA CULTURA

1.- CÓMO SURGE

El término surge tras la Segunda Guerra Mundial. Detrás del término autogestión, que es de uso relativamente reciente se encuentran unos valores históricos muy remotos. La autogestión es la síntesis de unos impulsos antropológicos, sociales éticos y culturales ligados a la toma de conciencia del hombre y de la humanidad a través del espacio y el tiempo.

2.- ORÍGENES HISTÓRICOS

A mediados de los años 60 Francia se encarga de difundir y popularizar la palabra. Forma parte del esquema general de emancipación que surge en Europa y América a partir de la Ilustración y el siglo XIX, cuando son elaboradas las teorías políticas-sociales encaminadas a liberar al hombre del despotismo feudal y las monarquías absolutas de derecho divino.

Los postulados filosóficos, éticos, políticos y religiosos que surgen tienen sus orígenes en las civilizaciones del Mediterráneo: el humanismo de Sócrates, el idealismo de Platón, el universalismo de los estoicos, los valores del cristianismo, la democracia directa practicada en Atenas, los ensayos teóricos sobre modelos perfectos de sociedad: como Utopía de Tomás Moro o La ciudad del sol de Campanella.

En los gremios medievales también encontramos raíces. Tienen una estructura jerárquica, pero a nivel corporativo gozan de un amplio margen de autonomía para regular sus asuntos sin intervención de los poderes públicos.

Pero es en los siglos XVIII y XIX cuando el movimiento de liberación de la humanidad empieza adquirir una dimensión sólida. En esta fase histórica se gestará los supuestos teórico-prácticos que en la segunda mitad del siglo XX servirán de base a la concepción autogestionaria.

Uno de los elementos teóricos ligados intrínsecamente a la Autogestión es el liberalismo. A pesar de que la concepción liberal tiene mucho que ver con el pensamiento y mentalidad burguesa, no hay que olvidar que significó un cambio total contra el feudalismo y el autoritarismo monárquico.

La época ilustrada defenderá la autonomía individual, la libertad de conciencia y de reunión, la igualdad ante la ley, la inviolabilidad de la persona y los valores que constituyen los Derechos del Hombre . Con las ideas liberales triunfarán las revoluciones democráticas modernas: primero Inglaterra, Francia y los EE.UU., posteriormente los demás países. Los impulsores teóricos-prácticos del movimiento liberal-democrático serán: Locke que afirma que todos los hombres son libres e independientes; Hume, Rousseau que da a la democracia un giro social, Kant que anticipa una ética autónoma afirmando que cada uno puede buscar la felicidad como se le antoje con tal de que no se lo impidan otros .

La aportación teórica del liberalismo y las primeras revoluciones democráticas son consumadas en el siglo XIX por el surgimiento de ideologías sociales: socialismo (Saint-Simon, Fourier, Owen, Blanc); comunismo (Mably, Morelly, Babeuf, Blanqui, Cabet, Weitling, Marx) o el anarquismo (Proudhon, Bakunin, Kropotkin). Muchos de estos pensadores postulaban una idea de la revolución social y emancipativa contraria con la idea autogestionaria, pero todos subrayaban la defensa del principio de autogobierno social y político de la clase trabajadora como condición imprescindible para la emancipación del género humano. Las ideologías sociales que surgen en el siglo XIX no son un invento teórico, sino una realidad potencialmente contenida en la naturaleza humana. Son una proyección ideal y sistemática de la inclinación del hombre hacia la gestión social.

La verdadera aportación del movimiento obrero del siglo XIX y parte del XX no consistió en su lucha económica contra la burguesía, sino en la institucionalización y recreación de una serie de valores, en una nueva cultura con unas prácticas organizativas concretas que representaban una ruptura cualitativa con el sistema que les explotaba y anunciaba el surgimiento de una nueva forma de cultura y de ser basada en la libertad, la dignidad, la solidaridad, y el protagonismo o como diríamos hoy la autogestión.

Este protagonismo encuentra su expresión concreta en la creación de sociedades de resistencia y ayuda mutua, de sindicatos, de cooperativas de consumo y producción, sociedades recreativas, casas del pueblo, escuelas obreras, montepíos laborales, sociedades corales, círculos culturales y, sobre todo, una gran continuidad de periódicos y publicaciones dirigidos y escritos por obreros. La fuerza central de la cultura obrera arrancaba de la idea de que la vida del hombre sólo puede desarrollarse digna, humana e integralmente a partir de formas de organización social.

Concluyendo, desde la síntesis de estos dos motores teóricos: liberalismo y socialismo se nutre la idea de autogestión. De esta manera la autogestión puede ser definida de la siguiente manera: El pensamiento autogestionario es, en rigor, la síntesis de dos grandes principios: el principio comunitario-socialista y el principio liberal-democrático. Si a la autogestión le quitamos su sustancia socialista, pierde su razón de ser, si quitamos su sustancia democrática, la desnaturalizamos. Y esos dos principios motrices son el reflejo de dos dimensiones antropológicas fundamentales: el instinto individual y el instinto social.

Una sociedad autogestionaria en la que las estructuras, las colectividades, los grupos,- cualquiera que sea su naturaleza política, económica, social y cultural…, o el marco en que se sitúe, nacional, local, de barrio, de taller, etc- funcionan de manera que la gente que vive en ella esté en condiciones óptimas de conocer los problemas de sus estructuras, colectividades, grupos, etc.y de tener la responsabilidad de solucionarlos, incluída la responsabilidad de decir cuál debe ser su gestión.

Una sociedad autogestionada , para ser auténtica necesita personas que la autogestionen, es decir , el mayor número posible de hombres y mujeres que disponga de la información para conocer y comprender los problemas planteados a los diversos grupos o colectividades a que pertenecen; que tengan la voluntad de intervenir ellos mismos personalmente en la solución de estos problemas y de tomar responsabilidades efectivas, inclusive las que supongan decisiones.

Todo esto debe ir acompañado de una formación permanente. Lo que se está jugando es una revolución cultural.

Hoy día la Autogestión es vista como una utopía. Pero en este sentido debemos llevar a cabo una serie de acciones, soluciones que garantizan que el camino de la autogestión está abierto, como las casas de cultura, acción municipal en la calle, grupos de jóvenes, editoriales, periódicos. Si mantenemos desde un principio una voluntad de Autogestión, debemos remarcar la importancia de la revolución cultural, importante para transformar las estructuras y también el comportamiento entre los hombres.

3.- ANTECEDENTES AUTOGESTIONARIOS

Los fenómenos sociales y obreros que han tenido influencia directa en el terreno teórico-práctico de la autogestión son:

  1. Surgimiento del movimiento obrero a lo largo del siglo XIX, desde los sindicatos locales surgidos en Inglaterra hasta la fundación de la Primera Internacional en 1864. La posición estratégica y táctica de sus miembros es claramente gestora como anuncia su lema: La emancipación de los trabajadores tiene que ser obra de los mismos trabajadores.
  2. Movimientos cooperativistas surgidos en Inglaterra y otros países europeos a partir de la primera mitad del siglo XIX.
  3. Fundación de colonias socialistas en el Nuevo Mundo, fundamentalmente en EE.UU. inspiradas por Owen, Fourier, Saint-Simon, Cabet y otros representantes teóricos del llamado socialismo utópico.
  4. Surgimiento en la segunda mitad del siglo XIX de los primeros partidos políticos obreros. En Alemania, Francia, Inglaterra y otros países europeos.
  5. Comuna de París (marzo-mayo 1871). La primera práctica autogestionaria moderna.
  6. Aparición del sindicalismo revolucionario latino que conduce al surgimiento de los sindicatos anarcosindicalistas: como la CGT francesa, la CNT española o la FORA argentina. Este sindicalismo libertario anticipa la concepción autogestionaria por la defensa de la acción directa, el federalismo, el antiparlamentarismo y el anticentralismo. Las organizaciones sindicales latinas estaban gestionadas por los propios obreros, los partidos socialdemócratas y socialistas pasaron a ser dominados por intelectuales, abogados, políticos profesionales y funcionarios profesionales.
  7. Movimiento de los Soviets en Rusia, así como el movimiento de los consejos obreros en Italia, Alemania y Hungría, tras la terminación de la Iª Guerra Mundial. Entre los teóricos más importantes del consejismo obrero se encuentra Antonio Gramsci, Karl Korschh, Anton Pannekoek.
  8. El “Guild Socialism”, inspirado por William Morris y el equipo teórico de la revista New Age. Surge en Inglaterra en las primeras décadas del siglo XX. Uno de los teóricos vinculados fue G.D.H. Cole.
  9. Los movimientos antibolcheviques de Kronstadt y Makhno durante la guerra civil de Rusia. Se rebelan contra el poder central. De inspiración autogestionaria era la “llamada oposición obrera” surgida en el partido comunista ruso bajo la dirección de Alejandra Kollontai.
  10. Los Kibbutz isralíes surgidos en la década del 20 como núcleo de la sociedad rural palestina.
  11. Las colectividades libertarias fundadas en el bando republicano durante la guerra civil española.La época de entreguerras está dominada por tres fuerzas fundamentales: los partidos socialdemocrátas, los partidos comunistas y los movimientos fascistas, todos hostiles a la idea autogestora. Por eso en este periodo la idea de autogestión se manifiesta en esta dos últimas excepciones: el movimiento colectivista español, plena guerra civil y el de los Kibbutz en Palestina.

4.- IDEAS-FUERZA DE LA CONCEPCIÓN AUTOGESTIONARIA

  1. Autodeterminación del hombre y del grupo social básico como norma rectora de la sociedad.
  2. Rechazo de los principios de autoridad, jerarquia y elitismo, como símbolo de la vieja sociedad de clases.
  3. Afirmación del principio de igualdad fundamental de todos los hombres y, por tanto, de su derecho a participar en igualdad de condiciones en la dinámica colectiva.
  4. Principio de solidaridad como nexo común fundamental de las relaciones interhumanas e intersociales a todos los niveles.
  5. Colectivización o socialización que no estatalización de los medios de producción como instrumento justo para administrar los recursos económicos de la sociedad.
  6. Creación de un orden autogestionario total.

Los objetivos principales de la praxis autogestionaria son:

  1. Ámbito laboral: Suprimir el mando del capital en la empresa para sustituirla sobre la base de la gestión colectiva.
  2. Ámbito social: Autodeterminación de la sociedad, el municipio y la administración local frente al centralismo del Estado. Nada es tan contrario al proyecto de una sociedad autogestionada como el «centralismo democrático», pregonado por Lenin, como el «socialismo de Estado, dictadura aplastante de la burocracia del partido único o la «partidemocracia». Una sociedad autogestionada es una sociedad pluralista.
  3. Ámbito político: Sustituir las actuales formas de gestión y organización política por un sistema más próximo a la base social para servir a los intereses del hombre y del grupo social. Hay que superar una etapa política decisiva: la conquista del poder político de la dirección del estado o las fuerzas políticas decisivas no sólo a romper con la sociedad neocapitalista, sino a construir las bases políticas sociales, económicas de una sociedad socialista, caracterizada por la Autogestión.
  4. Ámbito cultural: Lucha contra el monopolio ejercido por los “mass media” a través de diversos grupos de presión, desde el estado y el capital privado. Ello exige la descomercialización de la cultura.

5.- ¿POR QUÉ HOY ES IMPORTANTE LA AUTOGESTIÓN?

El principio de autogestión cristaliza en las sociedades enriquecidas por tres motivos fundamentales:

  1. La crisis de valores surgidas tras la Segunda Guerra Mundial.
  2. La impotencia de los partidos políticos y sindicatos para superar las contradicciones de empobrecimiento que genera el sistema neocapitalista.
  3. La falta de confianza hacia el modelo de socialismo estatista.

La autogestión nace al margen del movimiento socialista-comunista ortodoxo. La bandera de la autogestión no fue levantada en Francia por la CGT o los partidos comunistas o socialistas, sino por un sindicato de origen cristiano como la CFDT (Confederación Francesa Democrática del Trabajo). El 16 de mayo de 1968 la CFDT utilizó por primera vez la palabra autogestión, aunque el término ya había sido debatido anteriormente. En Bélgica y Holanda fueron también sindicatos y partidos cristianos los que reivindicaron la autogestión. En España, aparte de la vieja CNT, la autogestión fue elevada a programa por un sindicato de poca fuerza como USO (Unión Sindical Obrera).

El movimiento autogestionario fue desde el primer momento un intento de salirse de las vías ideológicas tradicionales y crear unas plataformas de acción social que recogiera los valores del movimiento obrero sin caer en los exclusivismos dogmáticos de la izquierda oficial.

Un sector sociológico que ha querido impulsar la autogestión han sido los estudiantes. Es significativo en los años 60 el movimiento antiautoritario puesto en marcha por estudiantes de universidades europeas y americanas: Berkeley, Berlín, Francfort, Nanterre, México… fue una reacción contra el sistema capitalista y contra las propias organizaciones sindicales y políticas de izquierda.

Actualmente, la sociedad postindustrial está demandando modelos nuevos de organización social. Las viejas estructuras burocráticas, centralizadas ya no sirven. La mayor complejidad de las relaciones humanas, la necesidad de una mayor flexibilidad operativa, interdependencia de los distintos niveles funcionales y geográficos, el pluralismo y la diversidad de pensamiento y estructuras exigen un cambio en los modelos organizativos.

La combinación entre libertad autonomía del individuo y solidaridad es el reto histórico filosófico del futuro en una época de transición de la civilización industrial, hija de la Ilustración a una época postindustrial, tecnológica que ofrece unas posibilidades de autonomía tremendas pero a la vez graves riesgos de totalitarismo.

El viejo reto individuo-sociedad debe plantearse de nuevo pero no olvidando la experiencia histórica especialmente de los dos últimos siglos.

6.- PRIMEROS PASOS PARA EL ESTUDIO DE LA AUTOGESTIÓN

Los primeros pasos que se dieron a nivel de investigación teórico sobre el estudio de la Autogestión fueron:

  • La revista Autogestion el Socialisme, de Paris. Está vinculada a la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, y al Centre internacional de coordination des recherches sur l´autogestion en Paris. La revista aparece trimestralmente desde diciembre de 1966. De orientación marxista.
  • En Francia, desde 1973 en las factorías LIP. A finales de 1978 un grupo de militantes del partido Socialista creó el Centre d´iniciatives et de recherches pour le socialisme autogestionnaire. (CIRSA)
  • En España, el profesor Antonio Colomer Viadel organizó en la década del 70 las I y II jornadas de Autogestión en Valencia. Con el régimen franquista se comenzó a discutir abiertamente sobre el término. El profesor Colomer dirige el “Instituto Intercultural para la Autogestión y la acción comunal”.
  • La primera publicación propiamente autogestionaria fue editada por la editorial ZYX, S.A. cuyo presidente era Julián Gómez del Castillo, con el título Autogestión Obrera. Desde 1980 hasta la actualidad es el responsable de publicaciones de la editorial Voz de los sin Voz, cuyo sostenimiento y principio de la editorial es claramente autogestionaria.
  • En Norteamérica , el movimiento autogestionario es de carácter moderado, más atento a las mejoras inmediatas y microscópicas.
    En 1973 se crea la Association for Self-Management. La Universidad de Cornell ha organizado varios congresos internacionales sobre el tema de la autogestión.
  • En Iberoamérica, en 1978 se creó en Lima (Perú), por iniciativa de Santiago Roca un “Consejo Latinoamericano para la Autogestión”. En enero de 1979 inició la publicación de un Boletín como órgano de información.A nivel internacional, en la década de los 70 se organizaron diversos congresos y encuentros para la profundización del movimiento autogestionario:
  • En diciembre de 1972, en Dubrovnik (Yugoslavia). Primera Conferencia Internacional de Sociólogos sobre la Autogestión y la Participación con asistencia de 203 congresistas procedentes de 24 países.
  • Del 6 al 10 de Septiembre de 1977 se celebra en París la “Segunda Conferencia Internacional sobre la participación, el control obrero y la autogestión” organizado por el Groupe d´etude de l´autogestion (GEA). Coincidiendo con este congreso se celebró la primera asamblea del Centre international de coordination desrecherches sur l´autogestion, fundado en 1976 por el grupo GEA. En junio de 1978 se celebró en Atlanta la Cuarta Conferencia Internacional de la Association for Self-Management.
  • En agosto de 1978, en Uppsale (Suecia), el IX Congreso Mundial de Sociología creó un Comité permanente sobre autogestión.En octubre de 1978, el Centro Interuniversitario de Dubrovnik organizó la Primera Conferencia Intercional sobre la economía de la autogestion en donde se fundó la International Association for Economics of Self Management, con sede en Yugoslavia.

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.- Mintz, Frank: La Autogestión, en la España revolucionaria. Ed. La Piqueta. Madrid 1977
(Este libro ofrece un ensayo bibliográfico de gran importancia. Parte de la bibliografía que se publicó en “Archives Internationales de la cooperation et du Développment de Sociologie, nº 22, diciembre de 1967. Aparece una clasificación en Bibliografías generales, libros y folletos, periódicos y revistas, trabajos no publicados, obras recientes, estudios en curso. Señala los centros donde se encuentra parte del material: Instituto de Hª Social de Amsterdam, Archivo Municipal de Barcelona, BDIC, IFHS, Biblioteca Saint Geneviére de París, Archivos militares de Salamanca, Archivos privados)
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