Carta abierta enviada al Sr. Presidente de la República de Sierra Leona

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Lejos de ser un modelo, London Mining está probando con su actitud que es una de las peores compañías que actualmente operan en Sierra Leona.

«Dear Mr. President:

Es increíble cómo un país que produce millones y millones de dólares en diamantes, rutilo, bauxita, oro, coltán, acero… sigue siendo uno de los países menos desarrollados del mundo».

Se quejan en la carta de cómo compañías como London Mining aseguran sus equipos en el extranjero sin respetar las compañías de seguros nacionales. Incluso llegan a pedir que sean compañías extranjeras las que surtan de comida a sus trabajadores.

«Tanto African Minerals como London Mining prometieron en campañas suficientemente publicitadas trabajo para 35.000 personas la primera y 50.000 la segunda. Pero en cuanto comienzan a funcionar hacen algo totalmente diferente, y lo más triste es que nadie se preocupa de investigarlo.

Se pide a London Mining que rompa su contrato con la empresa francesa Bollore para el transporte de acero desde Lunsar al puerto en Thorfa-yim, porque nuestros transportistas están suficientemente preparados para hacerlo.

Bollore que es actualmente responsable del manejo de todos los contenedores que llegan al puerto, realizó un sospechoso contrato en 2011 por 7 años con London Mining para el transporte del acero. La suma por estos 7 años asciende a 225 millones de dólares. Imaginémonos esa suma ayudando a nuestros transportistas y no engrosando cuentas en el extranjero.

Lejos de ser un modelo, London Mining está probando con su actitud que es una de las peores compañías que actualmente operan en Sierra Leona. Lo que London Mining está haciendo ahora es una explotación despiadada de nuestra riqueza de minerales dejándonos en los últimos peldaños en la escalera del desarrollo. ¿Por qué debemos aceptarlo? ¿No tendrían que disfrutar de los beneficios de la explotación los habitantes de Sierra Leona, que son los reales dueños de los minerales?

Los trabajos que da la compañía son extremadamente limitados y sin ninguna seguridad ni garantía. Los trabajadores son contratados y expulsados según su voluntad sin derecho a ninguna clase de beneficios. No hay ni un solo sierraleonés contratado en puestos importantes donde pudiese aprender las nuevas tecnologías. Los contratos que reciben los nativos son únicamente en los niveles inferiores.

Mientras los nativos sufren de sueldos irrisorios, los llamados expatriados de Suráfrica y de países del primer mundo disfrutan de facilidades y oportunidades ilimitadas. Tienen casas adecuadas con luz las 24 horas, atención médica y seguro. Trabajan 4 semanas en Sierra Leona y tienen derecho a dos semanas en su país de origen de vacaciones. Con el salario de un expatriado se podrían pagar los salarios de 100 sierraleoneses. El lujoso estilo de vida de los expatriados indica claramente que ellos son los propietarios de los recursos minerales. Solo hay que darse una vuelta por los hoteles más caros como Mamba Point, Wusum Hotel en Makeni y te sorprenderá la cantidad de expatriados de London Mining viviendo allí. Y basta acercarse al aeropuerto internacional de Lungi para ver cuantos expatriados van y vienen del país en extravagantes vacaciones.

Mientras los ciudadanos normales deben de pagar altos impuestos para poder traer al país un coche, London Mining y otras compañías están totalmente exentos de esos impuestos, incluso en la comida.

Bob Thompson de London Mining y Keith Muller de Bollore, viven como Presidentes en casas perfectamente resguardadas y protegidas de cualquier contrariedad.

Si algo creemos firmemente es que London Mining está dejando en muy mal lugar a su país de origen, Inglaterra.

Agradeciendo el tiempo dedicado a la lectura de esta carta abierta, le pedimos tome en cuenta la mala administración de nuestros minerales que permite que millones y millones de dólares enriquezcan cuentas en el extranjero, dejando a los habitantes de nuestro país en la extrema pobreza”.