El banquero Emilio Botín, un inesperado maestro para Zapatero

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Afirman que recientemente el presidente atiende los consejos que le da el mismísimo presidente del Grupo Santander, Emilio Botín.

Elsemanaldigital.com
23-07-2005

Se tienen afecto mutuo. Se han caído bien, vamos. El presi no tiene ni idea de economía… y lo reconoce. El banquero sabe mucho de eso… y le aconseja.

13 de julio de 2005. La frase, ya convertida en tópico, «¡Es la economía, estúpido!», gloriosa tras ser pronunciada en una campaña electoral norteamericana, se hace de nuevo realidad en el entorno del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Es la economía, siempre la economía, el dinero que cada españolito pueda guardar en su bolsillo, la que -en condiciones normales- puede asegurar o quitar a un partido del poder.

Rodríguez Zapatero no ha dado señales hasta ahora de querer conquistar el bolsillo de la clase media urbana que suele inclinar la balanza en unas elecciones generales. El jefe del Ejecutivo sigue sin estar ducho en economía, aunque lo disimula limitándose a no abrir la boca al respecto. Y es que al líder del PSOE nunca le ha interesado la materia. Claro que, según cuentan fuentes del entorno monclovita a Garganta Profunda, no son sólo el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el director de la oficina económica, Miguel Sebastián, sus únicos asesores. Afirman que recientemente el presidente atiende los consejos que le da el mismísimo presidente del Grupo Santander, Emilio Botín.

«Le resuelve dudas al presidente y le orienta», dicen. Y eso que no tiene carnet del Partido Socialista, ni de ninguno, se supone. Pero don Emilio, la primera fortuna del país, siente aprecio por José Luis Rodríguez Zapatero. Todo un asesor de lujo que ha sabido hacer los deberes con buena nota, haciendo a su banco más grande y rentable. Son unas inusuales relaciones de poder, o las relaciones del mundo económico-financiero con el poder político.



Botín felicitó a Zapatero y le auguró que sería un «gran presidente»

El presidente del SCH, Emilio Botín, se sumó a la lista de altos directivos que expresaron públicamente la felicitación a José Luis Zapatero cuando ganó las elecciones

El 20 de marzo de 2004, Cinco Días anunciaba que Botín ofrecía el apoyo del primer banco español al futuro Ejecutivo socialista. «El Gobierno de España siempre contará con el apoyo y la colaboración del grupo Santander para afrontar los retos del futuro», señaló el banquero, añadiendo inmediatamente que es «muy optimista·» sobre las perspectivas para el país. «Quiero felicitar a José Luis Rodríguez Zapatero por su victoria en las pasadas elecciones», declaró el presidente del SCH en Lisboa, donde presidió una reunión del consejo del portal de internet Universia Portugal. Además declaró que está «seguro» de que José Luis Rodríguez Zapatero «será un gran presidente del Gobierno». El banquero se mostró «convencido de que la orientación económica del programa (del PSOE) permitirá continuar la favorable evolución de la economía española, con crecimiento y creación de empleo». Y aprovechó la ocasión para recomendar continuismo, al señalar que cree que «se seguirá la línea económica emprendida por el anterior Ejecutivo, lo que supondrá más crecimiento y más empleo, y seguir distinguiéndonos de nuestros vecinos». Botín se mostró convencido de que otros grandes empresarios españoles seguirán su ejemplo y anunciarán públicamente su apoyo al Gobierno que forme José Luis Rodríguez Zapatero. Algo que ya hicieron directivos como César Alierta, presidente de Telefónica, e Ignacio Sánchez Galán, consejero delegado de Iberdrola. «Creo que este es un momento en que todo el mundo debe hacer el máximo esfuerzo. Se ha estado haciendo en estos últimos años, y creo que vamos a seguir en la misma línea», indicó Botín. El banquero concluyó su disertación augurando que 2004 será «un año mejor de lo que pensamos».

Emilio Botín: «No tengo previsto retirarme»

(Notas tomadas del Diario EL Mundo)

El banquero cántabro fue reelegido recientemente presidente del primer banco del país por otros tres años. Pero, agotado ese plazo, no se irá. Botín no tiene intención de retirarse y así lo anunció a los accionistas.

E1 proceso de fusiones bancarias en Europa acecha a los gigantes financieros españoles, Santander y BBVA. Mientras este último sigue enfrascado en la compleja compra del italiano BNL, el primero, después de adquirir hace un año el británico Abbey National, se defiende en este nuevo contexto manteniendo su liderazgo por capitalización en la eurozona (casi 60.000 millones de euros), convencido de que no hay ningún otro banco con tal capacidad de crecimiento en la región. Este año espera ganar 5.000 millones de euros, un 38,6% más que en 2004. Será su compromiso de que en el ejercicio en curso, la institución obtenga un beneficio atribuido récord de 5.000 millones de euros, un 38,6% más que en 2004

El banquero, de 71 años, quiere seguir llevando las riendas del primer banco del país. De momento, hasta 2008, coincidiendo con el 150º aniversario del nacimiento de la entidad. Una institución en la que entró en 1960 y en la que no está prevista ninguna fecha de retiro, ya que sus estatutos no contemplan un límite de edad. Fue el propio Botín quien eliminó tal posibilidad nada más quedarse solo en la Presidencia, con motivo de la marcha de José María Amusátegui.

Es el boom inmobiliario lo que parece preocupar más al banquero, a tenor de su confianza en la política económica del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero: «España es una excepción dentro del contexto europeo. Nuestra economía crece con firmeza, apoyada en la demanda interna. La política económica del Gobierno se ha orientado en una dirección prudente, respetando el equilibrio presupuestario, lo que facilitará, a mi juicio, el mantenimiento de una evolución económica favorable», dijo, en un momento de su intervención en la junta.

En cuanto a Latinoamérica, el presidente del Santander sigue siendo optimista sobre su futuro, después de que en ejercicios anteriores el beneficio del grupo se lastrara por la crisis que azotó a Argentina y terminó salpicando a la zona. Botín, sobre todo, tuvo palabras de apoyo a Brasil, donde controla Banespa, una de las principales bazas de crecimiento para el banco.
La junta se desarrolló con normalidad hasta que Botín dio paso a las intervenciones de los accionistas. Como era de esperar, el ex consejero de Banesto, Rafael Pérez Escolar, que recientemente logró, sin éxito, sentar en el banquillo al presidente del Santander por las indemnizaciones millonarias pagadas a ex altos ejecutivos, tomó la palabra para lanzar duras críticas a la gestión del consejo de administración, así como al nombramiento del ex gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, como vocal del consejo.
Botín retiró la palabra a Pérez Escolar, tras una violenta discusión entre ambos. El accionista del grupo, condenado junto a Mario Conde por el caso Banesto, sacó a relucir el papel de Rojo durante la intervención del Español de Crédito, en diciembre de 1993, y de cómo el entonces responsable de la política monetaria de España, antes de tomar tal decisión, citó en su casa a Emilio Botín, entre otros banqueros, para dar cuenta de la medida: «Rojo consintió que Botín se hiciera como le venía en gana con las riendas de Banesto», le espetó el ex consejero de la filial del grupo, que pasó a manos del Santander en 1994, tras autorización del entonces gobernador.
«Es inadmisible su acusación. Es un honor para los accionistas y para el Santander el nombramiento de Rojo», le respondió al airado Pérez Escolar el presidente de la institución crediticia.

Pero ésta no fue la única ocasión en la que Botín cortó por lo sano la intervención de otros accionistas críticos con su tarea, a pesar de las quejas de «linchamiento» que le propinaron. De «abierta opacidad» y de «machista» le tacharon algunos de los intervinientes, que acostumbran a inundar los juzgados de demandas y querellas contra los gestores del Santander. En esta ocasión, hasta le tildaron de «dictador» por no proponer la entrada de mujeres en el seno del consejo de administración. Tampoco faltaron alusiones a las retribuciones de los consejeros y a la evolución de la acción. «Ustedes se hacen más y más ricos a nuestra costa», le indicó uno de los accionistas.

Pero las intervenciones de este grupo, habituales ya en las juntas, no impidieron que en la cita se aprobase la reelección como presidente por tres años más de Emilio Botín, como tampoco de Rojo y otros consejeros. El que fuese gobernador durante 1992 y 2000 ocupará la vacante del empresario Juan Abelló –que tras frustrado intento de la entrada de Sacyr Vallehermoso en el BBVA, se vio obligado a renunciar al cargo por incompatibilidad-. Junto a Rojo, también se ratificó el fichaje de Terry Burns, presidente no ejecutivo de Abbey, tras la culminación de la compra del banco británico.