Los lugares donde se desarrolla el virus del Ébola, están lejos de ser escogidos al azar; los grandes brotes virales de fiebres hemorrágicas, casi invariablemente ocurren en áreas en las que la economía y el sistema de salud han sido diezmados. El escenario sociopolítico y económico dicta claramente su destino.
- *Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry poseen abundantes recursos naturales explotados por las grandes empresas británicas, francesas, australianas, alemanas… que imponen sus intereses, dejando a las poblaciones en la miseria.
- *Margaret Chan, la directora general de la OMS, es la misma del escándalo de la falsa pandemia de gripe A., tras su nefasta gestión, continúa en su puesto.
- *La farmaceútica Glaxo, condenada por fabricar medicamentos adulterados.
- *“Las enfermedades tropicales desatendidas”(malaria, dengue, la enfermedad de Chagas, la fiebre por el virus Chikungunya, la fiebre Amarilla…) afectan a mil millones de personas, las más empobrecidas del mundo.
- *Sin embargo, el hambre, que es el primer problema en el mundo, nunca ha supuesto una urgencia mediática, sigue siendo sin más una “epidemia” invisible
Escenario sociopolítico en el que se ha desarrollado el brote de Ébola
Los lugares donde se desarrolla el virus del Ébola, están lejos de ser escogidos al azar; los grandes brotes virales de fiebres hemorrágicas, casi invariablemente ocurren en áreas en las que la economía y el sistema de salud han sido diezmados. El escenario sociopolítico y económico dicta claramente su destino.
Guinea Conakry es uno de los países más pobres del mundo, situado en el puesto 178 del ranking de 187 países, justo detrás de Liberia [174] y Sierra Leona [177]). Más de la mitad de los guineanos viven por debajo del umbral de la pobreza y alrededor de un 20% vive en situación de pobreza extrema.
La región forestal de Guinea, ha sido sistemáticamente devastada, comparte fronteras con Sierra Leona, Liberia y Costa de Marfil, países que sufrieron guerras civiles en las recientes décadas.
Consecuentemente, la zona ha acogido a miles de refugiados huyendo de estos conflictos. Un censo de 2004 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados había registrado 59.000 refugiados en los campos de la región forestal.
En Guinea los indicadores socioeconómicos, como la esperanza de vida (56 años) y la renta per capital ($440), permanecen desesperadamente bajos. A pesar de su riqueza en minerales y recursos naturales, en Guinea el nivel de pobreza se ha incrementado constantemente desde 2003.
Liberia tiene vastos recursos de mineral de hierro y de aceite de palma. La empresa Bridgestone (anteriormente Firestone) ha operado la plantación de caucho más grande del mundo allí desde 1926. Sierra Leona, ex-colonia británica, es un principal productor de diamantes, con grandes reservas de rutilo, un mineral a base de titanio. Guinea, ex colonia francesa, tiene el mineral de hierro, diamantes, uranio, oro y la mitad de las reservas totales del mundo de bauxita, de la que se deriva el aluminio. La firma australiana canadiense Rio Tinto Alcan y Dadco Alúmina de Alemania dominan la extracción de bauxita en Guinea.
Son estas causas las que determinan el origen y la magnitud del brote: una economía esquilmada, miles de refugiados empujados al bosque profundo para sobrevivir, un ecosistema forestal degradado y una infraestructura sanitaria abandonada, frutos del impacto que han tenido décadas de guerras civiles, estimuladas por la codicia de grandes multinacionales por sus materias primas, y gobiernos corruptos.
La gestión de la crisis del virus del Ébola está poniendo de manifiesto con meridiana claridad que son los intereses occidentales los que dirigen el desarrollo de respuestas, relegando la prevención y promoción de la salud de los países empobrecidos y centrando todo el esfuerzo en la seguridad de los países enriquecidos.
La falta de atención a las “enfermedades tropicales” (malaria, dengue, la enfermedad de Chagas, la fiebre por el virus Chikungunya , la fiebre Amarilla…) que afectan a alrededor de mil millones de personas, las más empobrecidas del mundo. Son enfermedades que no solo causan muerte sino que afianzan la desventaja social y política de los países empobrecidos, a pesar de que la mayoría son enfermedades prevenibles y fácilmente tratables con los recursos apropiados.
Los Centros para el Control de Enfermedades tropicales estiman que por 50 centavos de dólar por año y por persona, la carga de estas enfermedades desatendidas podría ser eliminada.
El negocio de las empresas farmaceúticas
Llama la atención que a los pocos días de que la directora general de la OMS Margaret Chan, declarase el estado de emergencia internacional, el director de vacunas de la OMS informara ya de la existencia de dos productos farmacológicos experimentales para combatir la enfermedad, el suero ZMapp y el antídoto TKM-Ébola de la farmacéutica canadiense Tekmira. También se informó del desarrollo de una vacuna por parte de la británica Glaxo (GSK)
El fármaco más avanzado, el ZMapp, es producido por Mapp Biopharmaceuticals, es el tratamiento experimental que más se está utilizando. El objetivo del desarrollo del ZMapp era el desarrollo de un antídoto para la defensa contra la guerra biológica. El gobierno de Estados Unidos lanzó el proyecto Bio-escudo, un programa a gran escala destinado a desarrollar la capacidad de organización y de contramedidas médicas para hacer frente a las amenazas biológicas emergentes a la población estadounidense. Los servicios militares estadounidenses se han asociado a cientos de pequeñas empresas para desarrollar contramedidas médicas contra los patógenos que podrían utilizarse para el bio-terrorismo.
La responsable global de la salud, la directora general de la OMS, es la misma del escándalo de la falsa pandemia de gripe A, que supuso el gasto innecesario de enormes cantidades de dinero público en el años 2009, en plena crisis económica, en España y en otros muchos países, debido a la compra masiva de Tamiflu (Roche) y Relenza (Glaxo), fármacos cuya eficacia, no demostrada, se basaba en ensayos clínicos con baja calidad científica. A pesar de las nefastas consecuencias de su gestión en la falsa pandemia de gripe A, la directora general de la OMS continua en su puesto de alta responsabilidad sanitaria, y la historia puede volver a repetirse.
En EEUU la farmaceútica Glaxo es multada con 3.000 millones de euros por sobornar a los médicos. También fue condenada por fabricar medicamentos adulterados en su planta de Puerto Rico y declarada culpable en Argentina por las graves irregularidades ocurridas en el desarrollo de la investigación sobre una vacuna contra el neumococo. Glaxo acumula procesos judiciales en China, Reino Unido, Jordania, Líbano, Polonia, o Irak.
Sistema de control global de las enfermedades infecciosas
La búsqueda de medicamentos eficaces contra la enfermedad del virus del Ébola es, sin duda, parte de un cambio más amplio en la gestión de las enfermedades infecciosas y otros riesgos para la salud pública desde la prevención hacia el “estar preparados”.
Organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han impulsado un sistema de control global de las enfermedades infecciosas mediante la formulación de que las enfermedades infecciosas emergentes son amenazas para los mercados y las economías.
Los esfuerzos para mejorar la capacidad de salud pública y desarrollar nuevos medicamentos para las amenazas infecciosas, están impulsados en realidad, por la necesidad de proteger a los países del Norte.
Por lo tanto, no es sino la imposición del miedo en aras de la seguridad, el que hace que el virus del Ébola sea considerado hoy un problema urgente. Y toda seguridad que se busca en el pacto con la injusticia y con la mentira conduce inexorablemente a mayores niveles de inseguridad.
Hablar hoy en día del Ébola sin mencionar las víctimas que se producen en Africa por neumonías (293.000 en los primeros seis meses de este año), diarreas (193.000), malaria (288.000)… es hacer un pacto con la mentira.
Hablar sobre el Ébola y no mencionar el robo sobre África a través de las inversiones de las multinacionales, la fuga de cerebros, el pago de la deuda… es hacer un pacto con la injusticia.
El Ébola es una manifestación puntual de una realidad mayor de empobrecimiento de África que es el hambre.
Sin embargo, el hambre, que es el primer problema en el mundo, nunca ha supuesto una urgencia mediática, sigue siendo sin más una “epidemia” invisible e ignorada y su tratamiento nos lo hacen ver como difícil e irresoluble. El hambre es un problema político que tiene que ver con el acceso al agua potable, la nutrición, la vivienda, la educación, el empleo, los sistemas de protección social, el acceso a la información, el robo sistemático y planificado de sus recursos materiales y personales, con el pago de una deuda injusta,…
Hoy sabemos de sobra que la salud no depende solo de gérmenes ni de genes. La salud de las personas se halla mucho más protegida cuando se garantiza la salud de toda la sociedad y las respuestas deben ser más económico-políticas que sanitarias.
Pero como se ha puesto de manifiesto con este caso del Ébola parece que sigamos pensando que la respuesta está en el desarrollo de nuevos medicamentos, como si el hambre se pudiera resolver con vacunas.
Autor: Carlos Martínez