El futuro del trabajo según la OIT

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Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, estás son las fuerzas que impactarán en los «mercados» laborales: fuerza de la tecnología, ascenso de las economías emergentes, cambios demográficos, crecientes desigualdades,…

La primera fuerza es la tecnología. Nuevas olas de cambio tecnológico avanzan a una velocidad cada vez mayor. Robots, ordenadores y la automatización aumentan la productividad pero, al mismo tiempo, reducen el potencial del sector de fabricación para crear puestos de trabajo. Las categorías de más rápido crecimiento de empleo en los países enriquecidos son los llamados «puestos de interacción» en el sector de servicios; gerentes, ingenieros, vendedores, médicos, abogados y profesores.

Otra fuerza es el ascenso de las economías emergentes. Este agrandamiento está cambiando los focos de crecimiento y de demanda mundial.

Y estos impactos no sólo se verán en las partes menos desarrolladas del «mercado» laboral del mundo enriquecido. La nueva geografía de crecimiento y de consumo viene acompañado con el aumento de los niveles de educación en los países emergentes, creando también una nueva geografía de las competencias. En sólo diez años, de 1996 a 2007, el número de matriculados pre y post universitarios aumentó de 72 millones a 136 millones en 113 países emergentes.

Aumentará el desajuste de habilidades y de conocimientos de los trabajadores. Muchas empresas ya no son capaces de cubrir sus necesidades de candidatos para contratar, a pesar de que el desempleo esté tan elevado. Esta situación se agravará y, si no vemos cambios radicales en formación y en los sistemas de educación, veremos la paradójica situación de más desempleo junto con la existencia de trabajos disponibles.

Los cambios demográficos, especialmente el envejecimiento de la población en Europa, Japón y China. Cómo podrá el mercado laboral crear la suficiente fuerza laboral con los conocimientos necesarios para reemplazar el gran número de trabajadores con mucha experiencia que saldrá del mercado de trabajo en los próximos años. El aumento en la proporción de las personas retiradas con relación al número de trabajadores hará aún más agudo este problema, ya que las exponenciales necesidades de pagos de pensiones se tendrán que hacer frente sobre las espaldas de una menor proporción de trabajadores, haciendo el aumento de su productividad aún más urgente.

La necesidad de una economía «sostenible y verde». Estas exigencias impondrán más presiones sobre el tipo y la calidad de la fuerza laboral y sobre sus conocimientos. Mientras que habrá grandes oportunidades de empleos verdes, también se verá un potencial importante de destrucción de empleo si no se está preparado o si no se desarrollan las tecnologías sostenibles. Estos desarrollos exigirán que los trabajadores del futuro tengan un conjunto de habilidades y conocimientos para poder hacer la transición de las industrias tradicionales a las más verdes.

Las crecientes desigualdades son amenaza para la cohesión social. Al mismo tiempo, impactarán el crecimiento, las finanzas públicas y la creciente deuda. El trabajo informal (basura), el trabajo a tiempo parcial (involuntario) y el trabajo temporal son un creciente problema que ya no se limita al mundo empobrecido.

Autor: Félix Arroyo