Elecciones europeas

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Es el único momento en que el poder de decidir está en manos del ciudadano, ese segundo cada cuatro años… ¿realmente?. Consideremos algunos hechos: la dependencia financiera de la banca y de las empresas de los partidos políticos…

Es el único momento en que el poder de decidir está en manos del ciudadano, ese segundo cada cuatro años… ¿realmente?. Consideremos algunos hechos: la dependencia financiera de la banca y de las empresas de los partidos políticos; la concurrencia electoral casi de forma exclusiva a través de partidos, que se configuran como organizaciones burocráticas, antidemocráticas y servidoras del imperio económico; unas campañas electorales cada vez más parecidas a las de venta de productos, con auténtica manipulación de la opinión pública; la decisiva influencia de los medios de comunicación, donde no existe igualdad de acceso; unos programas electorales que obedecen a la conciencia conservadora mayoritaria y a la estrategia de captación de votos; candidatos no designados por su dimensión militante, sino por su obediencia, docilidad, buena imagen y popularidad; una sociedad civil absolutamente desarticulada, sin plataformas, manipulable por los poderes fácticos…

El poder institucional es uno de los pilares importantes en que se sostiene el imperialismo actual. Por tanto, las elecciones se desarrollan en un marco absolutamente controlado y que supone un condicionamiento decisivo para el ejercicio de la libertad y la responsabilidad. Si preocupa tanto a los poderes nuestro voto, ¿cuál debe ser nuestro quehacer ante el inminente hecho electoral?