Hace un año aproximadamente, el entonces párroco de Maruri, Jaime Larrínaga, abandonaba la localidad de la que había sido párroco durante más de 30 años de forma apresurada amenazado por la barbarie etarra. Finalmente su valiente postura se plegó a la realidad y a las noticias que le situaban como objetivo prioritario de ETA. Su crimen: decir la verdad.
Una entrevista de Santiago Fontenla
Fuente: MinutoDigital.com
2/07/2004
Hace un año aproximadamente, el entonces párroco de Maruri, Jaime Larrínaga, abandonaba la localidad de la que había sido párroco durante más de 30 años de forma apresurada amenazado por la barbarie etarra. Finalmente su valiente postura se plegó a la realidad y a las noticias que le situaban como objetivo prioritario de ETA. Su crimen: decir la verdad.
El último año ha vivido en diversas localidades y también en Madrid. Nosotros nos entrevistamos con él en Bilbao, aprovechando un viaje relámpago que realizó la semana pasada hasta la localidad vizcaína.
Jaime ¿Cuándo y cómo comienza todo?
Todo comienza en 1999. En aquel año presentamos públicamente el Foro El Salvador que denuncia con claridad el poder que hasta el momento viene ejerciendo el nacionalismo dentro de la Iglesia vasca. La Iglesia estaba callada y nosotros creímos que había que dar respuesta a la situación que se estaba viviendo con relación al terrorismo y de apoyo a las víctimas. Comenzamos a contestar a Setién y a otros obispos … siempre contra el nacionalismo.
¿Quién te apoya en aquellos momentos?
El apoyo viene fundamentalmente del Foro El Salvador. Ningún partido político me apoya entonces. Más tarde el PP y el PSOE muestran su apoyo. Izquierda Unida en ningún momento. Es chocante comprobar como en ese instante mucha gente del PCE se acerca ideológicamente a posturas cercanas al PSOE y al PP.
Dentro de la Iglesia me apoyaron muy pocos, es una pena pero muy pocos. Muchos sacerdotes me han dejado de hablar y saludar … Es lo que más me dolió.
¿Cómo te comunican que eres objetivo de ETA?
Bueno, el proceso lo conoces como yo. En mi caso fue la Guardia Civil la que me avisó de cierta documentación que estaba en poder de ETA. En ese momento ya sabes que estás fichado «oficialmente».
Muchos de nuestros lectores desconocen la realidad que se vive en el País Vasco…
La realidad es que en las calles no se puede hablar del terrorismo o de las víctimas. La sociedad vasca esta dividida en dos partes. ETA ha fracturado esta sociedad. Antes había una sociedad en la que se podía pensar de forma diferente, pero ahora hay una parte que no puede mostrar públicamente sus ideas y otra que impone las suyas. Una que tiene libertad, la nacionalista, y otra que no, que vive amenazada.
El nacionalismo aquí se caracteriza por su anti-españolismo. Es un nacionalismo muy de tribu en el que impera el odio a todo lo que representa a España.
¿Cómo ves ahora la situación del País vasco?
Tras ganar el PSOE las elecciones veo que la situación es preocupante. Los socialistas se están acercando al nacionalismo de forma evidente. Cualquier diálogo entre ellos es una barbaridad para la sociedad vasca, ya que no puede haber paz auténtica sin memoria ni justicia para las víctimas. Un acuerdo entre el PSOE y ETA sería como matar otra vez a las víctimas.
¿A qué te dedicas ahora?
Estoy en Madrid, estudiando teología y ayudando en diferentes parroquias. Ha sido un buen año en el que he disfrutado de Madrid y todo lo que ofrece esta ciudad.
¿Has pensado en retornar al País vasco?
Una parroquia aquí es imposible. Después de la presión que ha ejercido sobre mi el PNV es prácticamente imposible regresar.
Hace unas semana la Asociación Arbil te homenajeó en Zaragoza.
Si, estuvo muy bien. Fue muy bonito y es de agradecer.
Otra entrevista a Jaime Larrínaga:
