La guerra contra los pobres se intensifica

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A pesar de la llegada del invierno y de las bajas temperaturas a la costa mediterránea, los inmigrantes siguieron arriesgando su vida en su huida del hambre. El pasado mes de diciembre varias pateras fueron interceptadas en la Costa de Gata ‘Almería’.

La sociedad española lejos de solidarizarse con los empobrecidos parece enorgullecerse de tener el mejor dispositivo militar para detectar, retener y expulsar empobrecidos.

El responsable de tal éxito es el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) que lleva un año funcionando en las costas andaluzas y que, por si fuera poco, el mes pasado se ha exportado a la comunidad murciana.

La nueva ampliación del SIVE no disminuirá las muertes que día a día se suceden en el estrecho ni supondrá una alternativa de vida para los inmigrantes.

La nueva ampliación del SIVE no disminuirá las muertes que día a día se suceden en el estrecho ni supondrá una alternativa de vida para los inmigrantes. El gobierno lo sabe. El delegado del gobierno ha insistido en que la instalación en la costa murciana del SIVE fijo, nos permitirá detectar más embarcaciones en alta mar, y garantizar, aún más, el control de la inmigración irregular, pero no tendrá como consecuencia inmediata la disminución del flujo de pateras”. A pesar de ello ha invertido 7,1 millones de euros.

A cargo del SIVE está INDRA, la mayor empresa armamentística española cuyas presiones han hecho firmar al gobierno de Zapatero los mayores presupuestos militares de toda la historia de España. Y como principales accionistas Caja Madrid, el Banco Zaragozano y el BBVA, haciendo negocio una vez más con el sufrimiento de los empobrecidos.