Mari Trini Gómez del Castillo «Una amistad con Jesús» In memoriam

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El 25 de Octubre, se fue con el Padre nuestra amiga Mari Trini Gómez del Castillo, militante del Movimiento Cultural Cristiano, responsable y trabajadora incansable en las Ediciones Voz de los sin Voz. Sus amigos queremos despedirla con esta carta:

Atravesamos un momento de mucho dolor, de una tristeza profunda por su pérdida. Ya estás en casa Mª Trini, con el Padre, de la mano de Julián y Trini, seguro que has abrazado al Señor.

Pero nosotros tenemos que pasar el duelo de la pérdida de un ser querido. Es como si ahora mismo viviéramos con dolor y vacío una ausencia que nada ni nadie hará que olvidemos a Mª Trini. Su presencia fue muy importante para cada uno de nosotros y para la vida del Movimiento Cultural Cristiano.

Se ha ido una hija, una esposa, una madre, una hermana, una amiga, una militante cristiana… que tuvo el único deseo de vivir una vida de santidad, de amistad verdadera con Jesús. Y de que el mundo pudiera cambiar radicalmente desde la santidad.

Nos enseñó, a través de su vida, que la santidad no es para los que se creen buenos, sino una aventura y un riesgo que vale la pena correr. Nos enseñó que la santidad se vive en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno nos encontramos.  Nos enseñó que no hay que tenerla miedo, todo lo contrario, cuantos más fieles al Señor, más nos liberaremos de las esclavitudes para reconocer así nuestra propia dignidad. Nos enseñó que no puede haber santidad sin oración y eucaristía. Afirmó con su vida entregada, que no podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos viven y a otros se les descarta.

Hemos de resaltar que hasta el último día de su vida, estuvo acompañándonos en cada reunión que tuvimos como signo de amor y compromiso hacia el Movimiento Cultural Cristiano.

Todas las personas somos un misterio, quizás su misterio fue vivir profundamente feliz a pesar de las dificultades en su vida. Eso lo pudo hacer por su vivencia de la oración y la eucaristía diaria: «Jesús se hace pan con nosotros»

No es de extrañar que los últimos días de la vida de Mª Trini fueran de tanta ternura, siempre una sonrisa, nos recordaba a su mamá Trini…y así se iba desprendiendo de todo para encontrarse con el Padre.

Su vida fue un camino de amistad con Dios, porque se desvivió por los demás venciendo su egoísmo. Esto no quiere decir que fuera perfecta, para nada. Quiere decir que hizo de su vida una manifestación del Dios Solidaridad:

Vivió la austeridad y pobreza exclusivamente por amor a los empobrecidos. Jamás hemos visto a Mª Trini vivir la pobreza como una ideología. La vivió de forma muy marcada por el compromiso con nuestros hermanos de Venezuela. La verdad es que no se andaba con medias tintas, e impuso un estilo militante que, en muchas ocasiones, cuestionaba nuestras vidas, porque lo traicionábamos continuamente. Nosotros le rogábamos, por activa y pasiva, que fuera firme con nosotros, para que pudiéramos vivir la solidaridad equivalente con nuestros hermanos venezolanos de la misma comunidad.

Vivió el cuidado de la vida, manifestado en su lucha por la dignidad sagrada de cada persona. Mostraba una gran sensibilidad hacia el sufrimiento humano, por eso le comentábamos todos nuestros problemas; ella nos escuchaba y sufría con nosotros. Era capaz de escuchar a sus amigos en el silencio, sin hablarla podía saber lo que nos pasaba. Jamás la oímos una queja de lo que la hiciera sufrir personalmente. Parecía que su vida estuviera en un segundo lugar al lado de la nuestra. Jamás una queja de su sufrimiento personal. Cuando la enfermedad le sorprende, nos sorprende, ningún quejido público: «estoy bien» su respuesta al preguntarle.

Este cuidado de la vida lo manifestó también en su vida pública: hizo una defensa integral de la vida desde la concepción hasta la muerte natural… Qué gran dolor le producía ver este mundo de poderosos que ha decidido descartar a tantas personas como si fueran «nadie», promoviendo el aborto, el hambre, la esclavitud infantil, las guerras, el paro, la eutanasia…

Vivió sinceramente su conversión como respuesta a su bautismo. Este cristianismo de conversión fue trasmitido por sus padres, Julián y Trini. Sabía, y así lo vivió, que un paso fuera de la conversión significaría un paso fuera de Dios y de su Iglesia. Tenía grabado a fuego las palabras de Guillermo Rovirosa: «la conversión al cristianismo empieza exactamente cuando uno hace esta afirmación: el yo de Cristo es, para mí, muchísimo más importante que mi propio yo». Y así quiso vivir Mª Trini, consciente que no siempre lo hacía bien. Y quiso que la Conversión, que siempre implica la promoción personal y colectiva, fuera el eje fundamental de la acción del Movimiento Cultural Cristiano.

Vivió la vida asociada frente al individualismo, en el seno de la Iglesia, en esa pequeña parcela llamada Movimiento Cultural Cristiano. ¡¡¡Cuánto lo quiso!!! Hasta dar la vida, día a día. Hasta el final de su vida mostró una gran preocupación por si la Iglesia española pudiera olvidar el legado de Guillermo Rovirosa, trasmitido a través de la vida de Julián: Vivir la espiritualidad de encarnación en los más pobres y practicando la justicia. La promoción de militantes cristianos pobres asociados era su obsesión. Se sintió responsable de todo el MCC. Y de todos y cada uno de nosotros. Y de todos y cada uno de los que se acercaban al MCC.

Vivió la familia como escuela de solidaridad: Creo que es lo que más vamos a recordar sus amigos en sus últimos momentos de su vida: el amor y la ternura de ella a su esposo José Manuel y sus hijos Guillermo, Mayte, Pablo y Clara y el amor de su esposo y sus hijos hacia ella. José y Mª Trini entendieron el matrimonio desde el Mandamiento nuevo: Donde y cuando hay amor sobran las leyes, no sirven, estorban.

Lo más maravilloso es cómo hicieron de su familia “una familia de familias”, fue nuestra hermana y amiga hasta el último momento. A sus amigos nos llamaba familia y así nos sentimos.

Ya estás en casa Mari, viviendo eternamente, libre…al lado de tus padres y de tantos amigos. Sabes que sigues junto a esta pandilla de amigos, no nos dejes… te necesitamos. Aliéntanos en el trabajo diario. Intercede al Padre… GRACIAS, MARI TRINI, POR TU VIDA.

CUANDO UNA AMIGA SE VA… ALGO SE MUERE EN EL ALMA.

Tus amigos, familia del Movimiento Cultural Cristiano

 

DEP ¡Hasta mañana en el Altar!