Más de 1.000 suicidios de ancianos al año

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El 33 por ciento de los mayores sufre malnutrición en España. La mayoría de ellos viven solos, padecen enfermedades crónicas o perciben pensiones que son insuficientes para mantener una calidad de vida mínimamente digna: Una auténtica tragedia e injusticia de la sociedad para con aquellos que les dieron la vida.

FORUMLIBERTAS.COM (Extracto)


La situación de los ancianos en España, uno de los países más envejecidos de la Unión Europea, deja mucho que desear. Un tercio de nuestros mayores están desnutridos como resultado de vivir en soledad, de tener enfermedades crónicas y de cobrar unas pensiones que, en ocasiones, son de auténtica miseria. Expertos en Gerontología advierten, además, de que más de 1.000 personas mayores de 65 años se suicidan cada año, según un estudio realizado por la Universidad de Santiago de Compostela.


Que las bajas tasas de natalidad están fomentando el envejecimiento en España no es nada nuevo.



Epidemia silenciosa


El estudio de la Universidad de Santiago, realizado por la Cátedra de Gerontología, a partir de las defunciones producidas entre 1999 y 2002 (último año disponible), fue presentado este lunes, 24 de octubre, en el marco del VII Congreso Nacional de Organizaciones de Mayores (CEOMA) en Madrid. Los autores, Manuel Mayán Santos y Mario Araña Suárez alertaron de la existencia de una epidemia silenciosa y reclaman a los poderes públicos que impulsen medidas jurídicas, sanitarias y sociales de protección contra el suicidio en este sector de la población española.


Para concienciar de la importancia de este fenómeno, los autores realizan un estudio comparativo entre las muertes por violencia de género y los suicidios gerontológicos. Estos últimos experimentan la siguiente evolución: 1.210 (1999), 1.223 (2000), 1.136 (2001) y 1.181 (2002).


Estas cifras arrojan una media de 1.188 muertes por esta causa en estos cuatro años, frente a las 67,5 de muertes femeninas por violencia de género, según datos comparados del Instituto nacional de Estadística y la Fundación Mujeres.


Los expertos no pretenden comparar los suicidios con la gravedad de los malos tratos a las mujeres, pero dada la magnitud de muertes de ancianos creen que se deben poner en marcha medidas similares a las tomadas para combatir la violencia de género.



A partir de los 65 años, más varones que mujeres


Los autores presentaron también otro estudio sobre el suicidio gerontológico entre los años 1991 y 2000, a partir de los datos del Centro Nacional de Epidemiología. Los resultados muestran como se eleva la tasa de mortandad a partir de los 65 años, especialmente en el caso de los varones (el suicido masculino es muy superior al femenino).


Así, según los datos, se pasa de 11 suicidios de varones por cada 100.000 habitantes entre los 55 y los 65 años, a 23 entre los 65 y los 74. En la misma línea, se registra una tasa de 40 muertes por 100.000 habitantes entre 75 y 84 años y de 65 en los mayores de 85.


Los autores comprobaron que los datos del suicidio muestran un perfil estable a lo largo del tiempo, por lo que se atreven a realizar una predicción del suicidio para los próximos años que, en el peor de los casos, arroja un total de 72 suicidios de mayores de 85 por cada 100.000 habitantes.



¿A quién importa el bienestar del anciano?


Los expertos concluyeron su presentación del informe exigiendo a las autoridades que tomen conciencia de esta situación. En su opinión, estos datos reflejan «un déficit de dispositivos sanitarios específicos en un entorno social que no concede suficiente importancia al bienestar del anciano».


Que la felicidad del anciano no es motivo de preocupación, para una sociedad demasiado hedonista y concentrada en mirarse el ombligo, queda patente en los datos recogidos por el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, de los que se hace eco el doctor José Antonio Serra, jefe de Geriatría del hospital Gregorio Marañón de Madrid.



Malnutridos, solos, enfermos y sin dinero


Serra constata que el 33 por ciento de los mayores sufre malnutrición en España. La mayoría de ellos viven solos, padecen enfermedades crónicas o perciben pensiones que son insuficientes para mantener una calidad de vida mínimamente digna: Una auténtica tragedia e injusticia de la sociedad para con aquellos que les dieron la vida.


Cabe resaltar que, según los datos de este informe, alrededor de 680.000 ancianos en España son pobres. Un tercio de los mayores subsiste como puede con ingresos menores a los 450 euros al mes.



De los más ‘viejos’ y el que menos les ayuda


De hecho, España es el cuarto país más ‘viejo’ de Europa, con un 17,1 por ciento de mayores de 65 años, según el último informe del Observatorio de las personas mayores, por detrás de Italia (18,2 por ciento), Grecia (17,3 por ciento) y Suecia (17,2 por ciento).


Sin embargo, cuando este informe habla de los países que más ayudan a sus mayores, España escala puestos de insolidaridad y se coloca en el segundo lugar, sólo por detrás de Irlanda. Cabe destacar que el caso de Irlanda es bien distinto, ya que este país no tiene el problema de envejecimiento que existe en el territorio español. Irlanda dedica mucho más dinero a la investigación y a la educación de sus abundantes jóvenes, algo que no sucede en España.