Es una alegría para la evangelización y la promoción de los pobres en Iberoamérica, la inaguración de una nueva Casa de Cultura y Solidaridad en Venezuela (Barquisimeto).
La Casa de Cultura y Solidaridad lleva el nombre de la militante cristiana Mari Trini Gómez del Castillo.
Son ya 20 años de presencia del Movimiento Cultural Cristiano en Venezuela.
En un barrio donde la delincuencia y la violencia están presente en la cotidianidad de sus habitantes y las carencias de los servicios básicos: transporte, agua, luz, asfaltado, no faltan en el día a día de las personas, se inauguró la tercera Casa de Cultura y Solidaridad en Venezuela.
La comunidad de El Jebe, un barrio empobrecido y olvidado por las autoridades gubernamentales de Barquisimeto, fue el lugar elegido por el Señor para tener un nuevo espacio para la promoción de militantes pobres y familias misioneras que anuncien el Evangelio.
Con la presencia de más de 120 invitados, entre ellos hermanos que se trasladaron desde Ciudad Guayana; y en el marco de la visita 164 de la Divina Pastora a la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, se celebró y se dio gracias a Dios por tener otra Casa de Cultura y Solidaridad en Iberoamérica.
Su espacio fue creado con mucho trabajo callado y sacrificio para que las personas protagonicen su vida desde la formación y la lectura liberadora.
En memoria de una vida sacrificada
La primera Casa de Cultura y Solidaridad del estado Lara lleva el nombre de una gran militante, esposa, madre, amiga, hermana, luchadora, entusiasta y fiel al ideal hasta el último instante de su vida, como lo fue María Trinidad Gómez del Castillo, hija del fundador del Movimiento Cultural Cristiano, Julián Gómez del Castillo.
Maritrini como muchos la conocían, vivió siempre como una guerrera del Señor, siendo la primera hija de Julián tuvo constantemente la preocupación de seguir su camino de militancia y transmitir fielmente el ideal de Guillermo Rovirosa y de su padre.
La enfermedad en la familia, las dificultades diarias, nada fue impedimento para dedicar tiempo y trabajo a la militancia, sino todo lo contrario. De ese sacrificio de amor y con la ayuda del Señor sacaba las fuerzas para trabajar con más dedicación y entrega.
Este pasado domingo 12 de enero, el día donde se abrieron las puertas de esta nueva Casa de Cultura y Solidaridad, se recordó la valentía de Maritrini al enfrentar su enfermedad como una Gracia de Dios.
“Aunque no estábamos preparados para su partida por todo lo que significaba para la organización, ella en medio de su dura enfermedad nos dijo que Dios la había puesto en su lugar”, estas palabras demuestran la santidad de una mujer entregada de corazón a la voluntad del Padre Dios.
Domingo del Señor
En el día del Señor, el domingo de su Resurrección, se realizó este hermoso, histórico e importante acto para la iglesia y el Movimiento Cultural Cristiano. Inició con la celebración de la Santa Eucaristía en la parroquia San Juan Pablo II, ubicada en el sector El Jebe.
En la Acción de Gracias del matrimonio de militantes de Barquisimeto, se recalcó la importancia de tener un espacio de formación y lectura en la comunidad.
“Es un día importante, hoy podríamos estar inaugurando una licorería u otra cosa, pero no es así; hoy vamos inaugurar es la Casa Cultura y Solidaridad, un espacio que tiene que servir para la promoción de los pobres”, con estas palabras se agradeció al padre Dios por la gracia de permitir que el ideal militante llegue a los más explotados y empobrecidos de la tierra.
En medio de un acogedor ambiente de alegría formado por más de 100 personas se dio paso a la bendición de la casa, que desde su inicio fue construida con mucho sacrificio y trabajo callado, con la renuncia a la comodidad de militantes y la colaboración gratuita de hermanos de la comunidad.
En la dicha de celebrar este momento, se expuso una reseña a los invitados de cómo llegó el Movimiento Cultural Cristiano a Venezuela hace 20 años y las actividades que lleva a cabo en el marco de la Campaña por la Justicia en las Relaciones Norte-Sur, para concluir con la presentación de actos culturales típicos de la región barquisimetana.
Nuestro Dios, la Divina Pastora y Maritrini vieron con mucha alegría desde el cielo la celebración de este histórico momento, que nos recuerda que hoy más que nunca Venezuela y el mundo necesitan la promoción de militantes cristianos al servicio de la construcción del Reino de Dios.
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