“Venezuela ha entrado nuevamente en una dinámica de alta inflación asociada a la caída de los saldos monetarios reales potenciada por un cuadro macroeconómico desfavorable y con un BCV incapaz de contener la depreciación de la moneda”. Esta fue la reciente conclusión del Observatorio Venezolano de Finanzas, después de poner de manifiesto que la tasa de inflación en febrero de 2025 registró una aceleración al marcar el aumento de precios mensual 12,8% y anualizado en 117%.
El salario mínimo sigue estando en 130 bolívares, menos de dos dólares.
Un economista venezolano planteó recientemente que “la tendencia proyectada de la inflación para el año 2025, por lo menos la calculada por el Observatorio Venezolano de Finanzas más recientemente, indicó que ellos lo colocaban en 100%. Es decir, para el OVF la inflación venezolana pudiese volver a estar en los tres dígitos. Todo dependerá de la manera en cómo el ejecutivo nacional maneje su situación con el encaje legal”.
Antes de que los tipos de cambio oficial y del mercado negro se separaran considerablemente, los negocios formales e informales aplicaban el tipo de cambio del gobierno para las transacciones. Sin embargo, en estos días, los negocios informales, como los mercados de alimentos donde la mayoría de los venezolanos compran comestibles, favorecen el tipo de cambio del mercado negro, haciendo que algunos productos sean inasequibles.
Los precios también han aumentado en los negocios formales, incluidos los supermercados y las ferreterías, porque las empresas los fijan en función del costo esperado más alto para reponer sus inventarios.
Economistas como Pedro Palma dicen que la tasa de inflación de Venezuela podría estar entre el 180% y el 200%. Advirtió que la gente reducirá el gasto porque los salarios no seguirán el ritmo de la inflación y algunos incluso podrían perder sus empleos.
“Tenemos un panorama realmente dramático: por un lado, un disparamiento inflacionario; por otro, una perspectiva de recesión muy importante”, manifestó Palma.
INGRESOS MÍNIMOS Y PENSIONESEl dictador venezolano, Nicolás Maduro, anunció (30.04.2025) un aumento de las pensiones a 50 dólares y un alza del 23 por ciento del denominado «ingreso mínimo integral» del sector público, compuesto por bonos sin incidencia en el cálculo de beneficios laborales, aunque mantuvo congelado el salario mínimo en 130 bolívares al mes, equivalentes en la actualidad a 1,48 dólares, según el cambio oficial.Maduro estableció hace tres años el salario mínimo y las pensiones en 130 bolívares, equivalentes en aquel momento a 30 dólares mensuales, pero la inflación crónica diluyó su valor. Por eso el anuncio de este miércoles cobra relevancia. «Las pensiones vamos a elevarlas a 50 dólares», dijo Maduro en un acto oficial al explicar que serán pagadas en la moneda local, el bolívar, pero «indexadas» mensualmente al dólar.El dirigente, que juró en enero pasado para un tercer mandato consecutivo de seis años tras su cuestionada reelección en 2024, creó un esquema de bonificaciones para compensar la merma de los ingresos a través de una figura que denominó «ingreso mínimo mensual». El gobierno paga bonos por concepto de alimentación y «guerra económica», que aplica a los 5,5 millones de trabajadores del sector público. |
Índice inflacionario anclado a un dólar descontrolado
Dentro de los factores que pueden estar contribuyendo al aumento de este indicador está el tema del tipo de cambio. Si el ejecutivo nacional no logra controlar el aumento del cambio oficial y el no oficial, asumiendo el hecho de que los precios en Venezuela se fijen en términos de una moneda extranjera, en este caso el dólar americano, a medida que el dólar siga subiendo los precios van a seguir subiendo, y por ende el índice de inflación va a seguir subiendo.
Además, agregó que este panorama también se está alimentado con el aumento paulatino de la liquidez de Venezuela que sigue creciendo. La liquidez anualizada hasta el mes de noviembre del año pasado se ubicó en 141%, y efectivamente esto nos hace pensar ¿Cuál es la situación del poder de compra del venezolano? ¿Cómo se compara con los meses anteriores?
Los datos oficiales que deben ser suministrados por el Banco Central de Venezuela no han sido publicados, pero una firma de consultoría económica y financiera venezolana Ecoanalítica, publicó que la inflación en el año 2024 había cerrado en 61,50%. Por otra parte, el OVF aseguró que la inflación cerró en 85% y en el discurso de inicio de año del ejecutivo nacional, mencionó que la inflación cerró en un 48%”.
Medidas gubernamentales contra la inflación
Son fundamentalmente dos:
El economista, director de Olmos Group Venezuela, indicó a Cointelegraph en Español, que “las medidas que está tomando el ejecutivo nacional para tratar de contener el efecto inflacionario se encuentran orientadas al control del tipo de cambio a través intervenciones cambiarias. Estas, con el paso de las semanas en lo que va el año 2025, tienden a ser cada vez más pequeñas en monto. Esta situación agrava el panorama de los precios de cambio porque la demanda del mercado interno tiende a ser muy elevada y la cantidad de divisas que se están colocando es menor”.
“La otra herramienta tiene que ver con el encaje legal, que sigue siendo muy elevado. En los actuales momentos no es mucho lo que estamos haciendo. Por otro lado, la verdadera herramienta que tendría que estar aplicando el ejecutivo debería ser la reactivación del aparato productivo para tratar de darle valor interno a la moneda aumentando la oferta agregada interna y cubriendo la demanda agregada interna”, agregó Olmos.
Un salario mínimo que representa menos de 2 dólares
Para concluir, Olmos recordó el evidente impacto que tiene la inflación los venezolanos y el país en general: “Lo podemos ver en la pérdida de poder de compra, lo podemos ver en un salario cada vez más exiguo, lo podemos ver en un salario mínimo que sigue estando en 130 Bs. y que, según el tipo de cambio oficial, representa ya casi menos de dos dólares”.
“Efectivamente, en la medida en que la inflación siga subiendo, el tipo de cambio siga incrementando, seguirá afectando el aumento de precios y mientras los salarios sigan siendo los mismos, no vamos a tener necesariamente el mejor de los resultados”, sentenció Olmos.
“Emergencia económica”
Maduro envió un decreto a la Asamblea Nacional controlada por el partido gobernante que pedía poderes para promulgar medidas de emergencia para “defender la economía nacional”, como la suspensión de la recaudación de impuestos y el establecimiento de “mecanismos y porcentajes de compra obligatoria de la producción nacional para favorecer la sustitución de importaciones”.
Atribuyó la decisión principalmente al impacto de los aranceles de Estados Unidos en la economía global, pero los últimos problemas económicos de Venezuela precedieron al anuncio de Trump. Semanas antes, también anunció la reducción de la semana laboral de los empleados estatales, lo que en la práctica les deja tiempo suficiente para tomar trabajos adicionales para complementar su salario mínimo mensual de aproximadamente 1,65 dólares y estipendios mensuales de 100 dólares.
Pero las empresas generalmente no están contratando, y algunos negocios ahora están pagando a los empleados en bolívares en lugar de dólares, lo que ha aumentado la demanda de dólares en el mercado negro a medida que las casas de cambio limitan las sumas disponibles para la población.
Los últimos acontecimientos económicos cumplían los mayores temores de muchos venezolanos antes de las elecciones presidenciales del año pasado. Tanto es así que una encuesta nacional realizada antes de las elecciones mostró que aproximadamente una cuarta parte de las personas estaban pensando en migrar, principalmente por razones económicas.
Hoy en día, sin embargo, la gente en gran medida parece haber abandonado esa idea, en parte debido a la represión de Trump sobre la inmigración ilegal.
El taxista Jonatan Urdaneta ha llevado migrantes desde la estación de autobuses en Maracaibo hasta el cruce fronterizo más cercano con Colombia durante dos años. Durante aproximadamente 18 meses, hacía dos viajes de ida y vuelta al día y lo mismo hacían docenas de otros conductores. Ahora puede pasar un día sin un solo viaje.
“Honestamente se esta viendo muy desolado”, comentó Urdaneta, de 27 años, sobre sus perspectivas de ingresos, de pie junto a su sedán Ford de 1984. “Esperemos que esto mejore cuando Dios disponga”.