Denunciamos la hipocresía de seguir hablando de «trabajo infantil», terminología engañosa utilizada entre otros por UNICEF y la OIT, cuando es ESCLAVITUD INFANTIL. Hoy hay en el mundo más de 400 millones de niños esclavos, y la explotación laboral de estos menores de entre 5 y 14 años aumenta, en todos los sectores, desde la industria a la agricultura, pasando por el trabajo doméstico y la explotación sexual más salvaje.
El próximo 12 de junio se celebrará el Día mundial contra el trabajo infantil. Aunque parezca increíble tras la declaración de los Derechos del niño, firmada por todos los países, excepto EEUU y Somalia, el orden económico vigente ha convertido en pleno siglo XXI al trabajo esclavo de menores en un instrumento de competencia en los circuitos comerciales internacionales. Poderosas empresas, multinacionales tan «familiares» en nuestro consumo diario como Nike, Levi´s o Mattel, utilizan a los menores mediante subcontratas en países del tercer mundo, con el fin de abaratar unas mercancías que vende en otros lugares y que estos nunca podrán llegar a disfrutar.
Denunciamos la hipocresía de seguir hablando de «trabajo infantil», terminología engañosa utilizada entre otros por UNICEF y la OIT, cuando es ESCLAVITUD INFANTIL. Hoy hay en el mundo más de 400 millones de niños esclavos, y la explotación laboral de estos menores de entre 5 y 14 años aumenta, en todos los sectores, desde la industria a la agricultura, pasando por el trabajo doméstico y la explotación sexual más salvaje.
Nuestra pasividad ante este escándalo laboral, nos hace cómplices, junto a los organismos internacionales y los gobiernos que callen. Nuestro silencio nos hace responsables de las políticas económicas que generan la pobreza de la inmensa mayoría de la población (82%) y del aplastamiento de la infancia en la esclavitud infantil.
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