Liberar de la esclavitud infantil y dignificar el trabajo humano
El trabajo hoy es más que nunca un instrumento al servicio del capital.
El trabajo hoy es más que nunca un instrumento al servicio del capital. El rápido cambio tecnológico, auspiciado por los grandes conglomerados transnacionales, ha permitido cuotas de degradación y mercantilización del trabajo humano que no habíamos conocido en la historia. Los procesos de automatización, de inteligencia artificial, así como la misma globalización, han conseguido que prácticamente todo el empleo asalariado sea precario, incierto, en condiciones de explotación y se produzca en la economía sumergida.
Sólo dos datos nos ofrecen la envergadura de esta situación: la existencia en el mundo de más un 61% de trabajadores sin contrato laboral ni prestaciones sociales y con salarios de hambre; y la realidad incontestable de más de 400 millones de niños sometidos a la explotación y la esclavitud.
La esclavitud infantil: una guerra contra la infancia.
El drama del abandono, el secuestro o la orfandad forzosa de millones de niños, víctimas de la miseria, la violencia y la guerra crónica en la viven, constituyen invariablemente la antesala de su explotación, trata y esclavitud. Y es una de las manifestaciones más salvajes de este sistema de robo y aniquilación de los empobrecidos.
Suelen saltar a la palestra de la actualidad muy de cuando en cuando noticias de estas guerras olvidadas contra la infancia y contra la humanidad.
Resulta paradigmática la situación ya muy denunciada de la República Democrática del Congo (RDC), país del que sale el 80 % del coltán de todo el mundo que extraen, entre otros, 40.000 menores esclavos en las minas. Hacer “sostenibles” y baratos los vehículos de que sólo algunos consumidores de los países enriquecidos podrán pagar implica que varias transnacionales de fabricación automóviles y de electrónica se están peleando por un Coltán barato que quieren asegurar con contratos a largo plazo, para así garantizar suculentos beneficios.
En todos los ámbitos de producción económicos estratégicos para las transnacionales, encargados de la adquisición de materias primas de origen vegetal (grandes plantaciones), animal (grandes granjas o industrias pesqueras) o mineral (industria extractiva), vamos a encontrar trabajo en condiciones de explotación y esclavitud, de adultos y de niños.
Pero resulta también paradigmático cómo la nueva deslocalización de empresas que marchan en torno a polos regionales de alta tecnología está dejando sin empleo a millones de familias en países que habían apostado, tras durísimos planes de ajuste impuestos por sus deudas, por convertirse en paraísos de industrias libres de impuestos. El panorama para las familias no puede ser más desolador y en muchos de ellos tanto los jóvenes como los adultos han sido arrojados en manos de la economía negra, criminal y sumergida que termina blanqueando sus beneficios en paraísos fiscales. Esta banca en la sombra permite que cientos de miles de millones de euros, que proceden también del narcotráfico, de la venta ilegal de armas, de la trata de personas, del crimen organizado y de las apuestas o line campen sin control, aumentando los beneficios exponencialmente, en un círculo diabólico contra las personas.
Ambas situaciones (descartados y excluidos) nos hablan más que de un desempleo crónico o de explotación, de una situación de DESCARTE del eje capital-trabajo
No son sólo explotados, sino descartados y excluidos
Ambas situaciones nos hablan más que de un desempleo crónico o de explotación, de una situación de DESCARTE del eje capital-trabajo. Miles de millones de personas viven en auténticos guetos, en campos de guerra o de refugiados, o en Estados fallidos en los que se enseñorean grupos armados descontrolados o de narcotraficantes.
Este sistema neocapitalista ha convertido el trabajo en mero factor mercantil intercambiable por tecnología, o lo ha reducido a empleo asalariado al servicio de este sistema de latrocinio de las riquezas para beneficio de unos pocos. Recordamos que hoy el 1% de la población mundial ya controla más del 50% de su riqueza.
Esclavos, esclavos, esclavos… todos con mentalidad de esclavos
La consecuencia de la degradación del trabajo es dramática. La degradación del trabajo devastaun pilar fundamental de las estructuras solidarias que nos convierten en familia, en comunidad, en pueblo. El trabajo es y será en la historia la principal fuente de riqueza de los débiles. No sólo de riqueza material, sino de riqueza moral.
Sin la posibilidad de desarrollar una profesión, nos hemos convertido en “condenados a trabajos forzados”. Y esto supone ser campo abonado para la insolidaridad. Un campo abonado para que prenda con fuerza la mentalidad materialista, la que vive de las rentas (ya sean “ayudas” o “subsidios” asistencialistas). Una mentalidad que busca la codicia y el bienestar yque busca el placer a toda costa. Una mentalidad que nos lanza a competir y a luchar a todos contra todos, cada quién o cada quienes al servicio de sus propios “derechos”. Una mentalidad que necesita drogarnos con adicciones que nos destruyen como personas (pornografía, juego on line..). En definitiva, una mentalidad de esclavos que nos invita a abandonar nuestra responsabilidad política y delegar en las nuevas doctrinas del poder.
Descarga en PDF el presente comunicado
Por la dignidad del trabajo humano, por la dignidad inalienable de toda persona, por una cultura de la fraternidad y la solidaridad
El Movimiento Cultural Cristiano sigue poniendo como ejemplo de lucha solidaria la figura del niño esclavo Iqbal Masih, niño cristiano que, organizado en un sindicato que se convirtió en su verdadera familia, dio su vida por luchar contra las causas de la esclavitud infantil en Pakistán. Fue asesinado el 16 de Abril de 1995 por la mafia de la tapicería. Desde ese momento el MCC ha cogido el testigo de esta lucha solidaria, desde las causas.
En coherencia con este testimonio y el de muchos militantes que dieron su vida por dignificar el mundo del trabajo exigimos a los responsables económicos, políticos y sindicales y nos exigimos a nosotros mismos:
- Promover una cultura del trabajo digno, de la solidaridad, de la colaboración, de la acogida y el servicio a los demás, de la fraternidad. Una cultura en la que deben surgir grupos que luchen desde el trabajo gratuito y militante, contra las causas de la esclavitud infantil y de toda esclavitud.
- Acabar con todas las formas de trabajo esclavo e inhumano, comenzando por la esclavitud infantil. Hoy se puede acabar con la esclavitud si se quiere, si hay voluntad política. Toda forma de explotación y esclavitud debe ser considerada delito de lesa humanidad y, por lo tanto, investigada, perseguida y sancionada. Que se pongan los medios para hacerlo.
- Potenciar políticamente e institucionalmente el trabajo como vocación, como ejercicio de la solidaridad con los demás. Educarnos en el servicio a las necesidades del Bien Común. Generar empleos en la investigación y en el desarrollo de soluciones a las necesidades que tiene la mayoría de la humanidad, trabajo que colabore activamente con la solidaridad de toda la comunidad local, nacional e internacional. Es mucho el trabajo sin hacer que requiere la restitución de la dignidad a los más empobrecidos. Y no dudamos en que hay recursos para generar empleos en este campo, también si se quiere. Es falso que no haya trabajo para todos, la sociedad tiene miles de necesidades sin cubrir.
La propuesta militante del Movimiento Cultural Cristiano está desvinculada de subvenciones y patrocinios de aquellos que colaboran con la degradación del trabajo humano en las formas anteriormente descritas. La propuesta de lucha solidaria se ha de hacer desde organizaciones militantes que no se vean condicionadas por el poder del dinero, o del marketing político, muy abundante en los temas de esclavitud infantil.
¡Colabora con nosotros en esta lucha solidaria! ¡Justicia para los niños esclavos! ¡Trabajo sobre Capital!
En Twitter @solidaridadnet #TrabajoSobreCapital #EsclavitudInfantil #IqbalMasih
Más información de los actos y los lugares de la convocatoria en solidaridad.net
No a la esclavitud de los niños
El Movimiento Cultural Cristiano promueve desde 1996 esta campaña solidaria contra las Causas de la Esclavitud Infantil, en recuerdo del niño esclavo y cristiano, Iqbal Masih.
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