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Uyamaa modelo de solidaridad africana

Nyerere nació en 1922 en Butiama, Tanzania; estaba casado y tenía ocho hijos. Recibió su educación básica en la escuela primaria de Mwisenge y en la escuela Secundaria gubernamental de Tabora. Durante su estancia en Tabora siguió el catecumenado y fue bautizado a la edad de 21 años, después de la muerte de su padre.

En un país predominantemente musulmán, Nyerere permaneció siendo un cristiano convencido y practicante hasta el final de sus días, sin que esto conllevara favoritismo alguno hacia la Iglesia católica. Estudió Magisterio en la Universidad de Makerere, en Uganda (1943-45). Enseñó en varias escuelas católicas en Tanzania (entonces Tanganyika) hasta 1955, con una interrupción de tres años (1949-52) que pasó en Universidad de Edimburgo, en Escocia, en donde obtuvo un Master en Historia.

Ya durante sus últimos años como maestro en las escuelas Católica, Nyerere se lanzó a la vida política; fue uno de los fundadores, en 1954, del partido político TANU, que quiere decir: la Unión Nacional Africana de Tanganyika (Tanganyika African National Union). Al iniciar su actividad política encontró oposición por parte de las autoridades coloniales británicas, quienes pronto comprendieron que habría que contar con él. Sus relaciones con autoridades coloniales fueron de diálogo sincero con vista a la independencia.

En 1961 Tanganyika obtenía su independencia sin derramamiento de sangre; no ocurrió lo mismo, por ejemplo, con Kenya. En los comienzos de 1962 Nyerere fue elegido primer presidente de Tanganyika, y en 1964, tras un claro triunfo en elecciones democráticas, fue designado presidente de la República Unida de Tanzania, que integraba en un solo Estado a Tanganyika y Zanzíbar. Dimitió como presidente de la República en 1985 por voluntad propia.

Julius Nyerere fue Canciller de las Universidades del África Oriental y de Dar-es-Salaam. Como presidente del movimiento de los Paises No-alienados mantuvo una actitud independiente entre los bloques occidental y comunista, en una época en que la guerra fría hacía del continente africano uno de sus escenarios privilegiados. La retirada de Nyerere de la política activa se consuma con su dimisión, en 1990, como presidente del Partido de la Revolución (Chama Cha Mapinduzi) que había sucedido a la TANU en 1977.

Fue mediador en los conflictos que siguen afectando al continente, ejerciendo su función de mediación en Burundi hasta pocos días antes de su hospitalización. Murió el día 14 de octubre de 1999. A Nyerere le fueron concedidos títulos honoríficos por numerosas Universidades e instituciones africanas. Le distinguieron también las Universidades de Edimburgo y la de Pittsburg, Pensilvania, en los Estados Unidos. Publicó numerosas obras sobre pensamiento y práctica política, en inglés y en kiswahili.

Con Nyerere tomó forma el socialismo africano el Ujamaa (en español “Uyamaa”solidaridad africana). Él mismo, hablando a su gente, define el significado de su espíritu: “Fui el primero usar la palabra Ujamaa para explicar el tipo de vida que queremos vivir en nuestro país. La palabra Ujamaa de nota el tipo de vida que viven un hombre y su familia -la madre, el padre, los hijos y sus parientes cercanos-. Nuestra África era continente pobre antes de que los extranjeros la invadieran y la gobernaran. No había ricos en África. No había ninguna persona ni grupo de personas que pudiera reclamar la propiedad exclusiva de la tierra. La tierra era propiedad de todos, y quien la usaba no lo hacía porque fuera de su propiedad. Lo hacían porque la necesitaban, y tenían la responsabilidad de hacerlo con cuidado y de entregarla en buenas condiciones para el uso de las generaciones futuras. La vida era simple. Era factible que un hombre viviera con su esposa, sus hijos, y otros parientes. La riqueza en su conjunto pertenecía a la familia, y cada miembro de ella tenía derecho a hacer uso de propiedad familiar. Nadie usaba riqueza para dominar a otros. Así es como queremos vivir como una familia. Ésta es la base del Socialismo Africano”.
El Ujamaa implica construir la casa teniendo en cuenta nuestro pasado, pero también construir nuestra mentalidad. No estamos importando algo ajeno de nosotros. Hemos decidido crecer, como comunidad, partiendo de nuestras raíces, pero sobretodo hacía una dirección y un objetivo concreto; crecer juntos como hermanos; en Ujamaa.

Elegimos La palabra por dos motivos: primero, la palabra es africana entonces enfatiza muy bien el ser africano en nuestra forma de trabajar. Segundo, en su forma literal, implica el espíritu familiar. Todos estamos llamados a crecer juntos como hermanos”.

SENGHOR: sabio, poeta, político

Léopold Sédar Senghor moría hace un año, el 20 de diciembre de 2001 en Verson, en el norte de Francia, donde vivía con su esposa desde que abandonó la política activa a principios de los años ochenta. Tenía 95 años.

Poeta y primer presidente de Senegal, Senghor ha sido uno de los políticos africanos más respetados y coherentes y el mejor poeta africano en lengua francesa. Fundó con Aimé Césaire el movimiento de la negritud, que dio un gran impulso al renacimiento de la cultura negroafricana.

Vi por primera vez a Léopold Sédar Senghor en junio de 1977 en el Hotel Teranga de Dakar. Asistía el entonces presidente de Senegal a una gala benéfica en favor de la Cruz Roja. A pesar del sofocante calor, Senghor iba vestido impecablemente con un traje gris claro y una corbata roja. Lo vi a escasos metros y me pareció un hombre cabal y seguro de sí mismo. Volví a verlo, al año siguiente, primero en Salamanca y después en una rueda de prensa en Madrid. En Salamanca fue investido doctor honoris causa por la universidad en el curso de una visita oficial a España del 13 al 16 de noviembre de 1978. Lo apadrinó el catedrático de Filología Francesa don Luis Cortés, quien subrayó:”Léopold Sédar Senghor aúna a su reconocido e inmenso talento y finura literarias, una obra política de primerísima magnitud…”

El presidente senegalés, por su parte, hizo un elogio de las letras españolas, en especial del Siglo de Oro y de Unamuno. Ysubrayó:”Si Salamanca y Unamuno me han cautivado es porque representan la Hispanidad en su eternidad. Si en las enseñanzas media, secundaria y superior de mi país, enseñamos la lengua española y las civilizaciones iberoamericanas, es porque la Hispanidad, como conjunto de valores de civilización, es un elemento fundamental de la civilización panhumana”.

EL POETA

Senghor nació en Joal, un pueblo a un centenar de kilómetros de Dakar, el 9 de octubre de 1906, un año antes de que Pablo Picasso pintara su emblemático cuadro Las Señoritas de Aviñón, que tanto impulso iba a dar al reconocimiento de la cultura negroafricana. Su padre era serere y su madre malinké con parentesco tuculer.

En 1934 fundó con otros estudiantes la revista L’étudiant Noir. En 1935 obtuvo el máximo grado universitario francés:la agrégation, en Lengua Francesa y Clásicas (latín y griego). Enseñó durante tres años como catedrático titular en el liceo Descartes de Tours y en el liceo Marcelin-Berthelot de Saint-Maur-des-Fossé.

Senghor veía así cumplido uno de sus sueños:ser profesor. Pero, al mismo tiempo, empezó a escribir poesía y se convirtió en uno de los grandes poetas negros de todos los tiempos. Libros como Cantos de sombra (1945), Hosties noires (1948), Chants pour Naëtt (1949), Ethiopiques (1956) y Nocturnes (1961) siguen siendo hoy de obligada lectura para apreciar y saborear la poesía africana.

Ya en su primer libro de poemas, Cantos de sombra, se advierte que el ritmo y la música juegan un papel primordial, pero al mismo tiempo los poemas muestran todo un universo negro, el de su infancia vivida en contacto con la naturaleza. De Cantos de sombra es Mujer negra, el más cálido y ferviente canto a la mujer africana y, según el poeta malgache Jacques Rabemananjara, el primer poema dedicado a la mujer negra. Su Oración a las máscaras destila el aroma del pasado, tan íntimamente ligado a la cultura africana que lucha por abrirse paso en medio de un mundo hostil.

ANIMADOR DE LA CULTURA

Los poetas de la negritud, como Senghor, cantan a África, a su naturaleza, a las tradiciones, a la mujer africana. El gran mérito de esta poesía radica en un redescubrimiento orgulloso del pasado y de la identidad cultural. Yasí lo señala acertadamente Verónica Pereyra en su magnífico libro Literaturas africanas (Ed. Mundo Negro, Madrid 1998):”La referencia al color oscuro, o negro, en los títulos de sus cuatro primeros libros, muestra ya el deseo del autor de hacer partícipe al lector de este sentimiento de Négritude. En sus obras, Senghor africaniza tímida pero hábilmente la sintaxis y el léxico de sus poemas pero impide, en cierta medida, a otros autores la búsqueda de nuevas formas poéticas en las lenguas africanas”.

Senghor no se refugia en un folclorismo más o menos oportuno. Como buen intelectual y profundo conocedor de todas las culturas –muy particularmente la griega–, mira a su país todavía colonizado, pero al mismo tiempo contempla el mundo que le rodea, para encontrar una respuesta que colme las aspiraciones del ser humano por encima de etiquetas, razas y pareceres. Por la calidad literaria de su obra Senghor fue propuesto en varias ocasiones para el Premio Nobel de Literatura. No se lo otorgaron, pero en 1983 fue elegido miembro de la Academia Francesa.

MEGRITUD Y HUMANISMO

Se ha discutido mucho sobre si realmente es Senghor el padre de la negritud. Este término lo acuñó por primera vez Aimé Césaire, y el propio Senghor ha repetido en varias ocasiones:”Dad a Senghor lo que es de Senghor y a Césaire lo que es de Césaire”.

Padre o compadre, de lo que no cabe ninguna duda es que Senghor ha sido el difusor de la negritud, el que le ha dado contenido, el que la ha asumido como valor y patrimonio. El movimiento de la negritud jugó un papel decisivo incluso para la emancipación política de los pueblos africanos.

La realidad histórica es que Senghor empezó a darse a conocer por la fundación del movimiento de la negritud, en los años treinta. La negritud, denostada por los anglófonos africanos –y muy particularmente por Wole Soyinka– fue una gran síntesis del panafricanismo que había surgido en América. Hoy es innegable que el movimiento de la negritud sentó las bases de una amplia renovación cultural, que iba a dar paso a la revista Présence Africaine, fundada por su gran amigo y compatriota Alioune Diop, en 1947.

Para Senghor, la negritud no fue una exaltación racial, ni un narcisismo. Él mismo lo ha explicado: “Si lanzamos el movimiento de la negritud en los años 1931-1935 fue porque algunos negros anglófonos, más exactamente negro-americanos, habían lanzado antes que nosotros el movimiento de la Negro-Renascence”.

Para Senghor, “la negritud es, objetivamente, el conjunto de los valores de la civilización del mundo negro… Una cierta visión del mundo y cierta manera concreta de vivir en este mundo… Un ser negro y un pensar negro, una visión original del mundo, lo que los alemanes llaman una Weltanschauung”.

UN POLÍTIOO DE GRAN TALLA

Senghor ha sido pionero en muchas cosas: es el primer poeta que canta a la mujer negra; el primer africano que entra en la Academia Francesa; el primero que da a conocer la poesía negra… Y, asimismo el primer jefe de Estado africano que legaliza los partidos políticos antes de la caída del muro de Berlín y el primero que renuncia voluntariamente a la presidencia, después de negarse a ser elegido presidente vitalicio, que era lo habitual en el resto de los países africanos. En varias ocasiones fue delegado por Francia en la UNESCO y en la Asamblea General de la ONU. En 1960 fue elegido presidente de la Asamblea Federal de Malí y, poco después, primer presidente del Senegal independiente.

Como presidente de Senegal, fue uno de los padres fundadores de la OUA (Organización para la Unidad Africana), en mayo de 1963. Como la mayoría de los dirigentes africanos, fundó un partido único, la Unión del Pueblo Senegalés, cuando se creía que este sistema político serviría para generar en los distintos pueblos un sentido de pertenencia a una sola nación.

Como humanista convencido, Léopold Sédar Senghor abogó siempre por una civilización de lo universal, que servirá para hacer la tierra más habitable durante los años venideros. Este talante de apertura es, sin duda, lo que valoró el Vaticano para nombrarle Miembro del Consejo Pontificio para la Cultura, junto a otros intelectuales. Senghor declaró al ser nombrado: “La finalidad del organismo la sugiere su título. Se trata de alimentar activamente una concepción religiosa y católica de la cultura. Por tanto, de construir una cultura que sea la simbiosis de todos los valores y culturas de nuestro planeta. Pienso aportar una concepción africana del cristianismo, una concepción dinámica que hace de la religión la fuerza vital para animar, es decir, espiritualizar el mundo, estableciendo una especie de escala de Jacob, escala de las fuerzas, desde el grano de arena hasta Dios. Porque, como dice la metafísica negroafricana, Dios tiene necesidad de los hombres”

EL HAMBRE ES NUESTRO ESCANDALO. Entrevista a JEAN ZIEGLER

Sociólogo y político suizo, Jean Ziegler no acaba su denuncia con El oro nazi o contando lo que nadie dice sobre las mafias rusas. Ahora levanta ampollas en el mundo enriquecido con su libro sobre el hambre.
“No consigo comprender cómo es posible que, al inicio del nuevo milenio y en un planeta tan rico, haya tantos seres humanos que sigan muriendo de hambre”, pregunta Karim a su padre. Y su padre -que es Jean Ziegler, sociólogo y político suizo, autor de libros polémicos como El oro nazi, casado con la ciudadana egipcia Wédad Zénié- le responde: “Millones de seres humanos mueren de hambre cada año porque no tienen los medios económicos -u otros- para acceder a una alimentación suficiente. Porque hoy, que somos seis mil millones de personas en el planeta, se podría alimentar, según dice la FAO [Organización para a Alimentación y a Agricultura de Naciones Unidas], al menos al doble de la población del mundo”.
Karim, que hoy tiene 26 años, entendió perfectamente cuando tuvo lugar esta conversación que recoge el último libro del polémico Ziegler -El hambre en el mundo explicada a mi hijo (Muchnik Editores)-, que ahora la gente no tendría, pues, por qué morir de hambre. “¡Pero se mueren! ¡Cinco mil cada día! ¡Yo he visto las víctimas!”, clama el profesor Ziegler desde su minúsculo y desordenado despacho en la novísima sede de la muy antigua Universidad de Ginebra. Fotos de Che Guevara, de Salvador Allende, máscaras indígenas y objetos exóticos, papeles, plantas, carpetas y muchísimos libros apenas dejan sitio. Este sociólogo del tercer mundo, abogado, doctor en ciencia política, católico, ex diputado del parlamento helvético, actual miembro de la Internacional Socialista, que ha vivido en diversos países africanos y viaja constantemente a los lugares más miserables de la tierra, gesticula con énfasis: “¡El hambre es el escándalo de nuestra época!”.
Tiene 66 años y se indigna como cuando tenía 20. Suele volcar su indignación vital en libros traducidos a muchos idiomas que explican lo que nadie dice sobre las mafias -Los señores del crimen (Planeta)- o sobre los suizos -Suisse lave plus blanc (Suiza lava más blanco), no traducido al español-. Su investigación sobre los pagos de los bancos suizos al régimen de Hitler levantó un escándalo mundial en 1997 y le ha valido al menos cinco demandas internacionales, pero él continúa revelando lo que sigue descubriendo.
Incansable y vital, ahora ha puesto en marcha una campaña en toda regla contra el secreto bancario suizo: “El secreto bancario, definido por la ley federal suiza, puede levantarse si se prueba que el dinero durmiente en la cuenta es de origen criminal”, asegura. Dentro de esa categoría incluye el dinero de la corrupción y la evasión fiscal. Su particular guerra contra los banqueros suizos y el secreto bancario tiene raíces profundas en su propia vida de católico, socialista y europeísta, de experto en dinero y en hambre. “Mi vida es una pura contradicción”, comienza, “debería explicárselo”.

Pregunta. Adelante, pues.
Respuesta. Nací en Berna por casualidad, mi padre era juez en Interlaken. Es un gran misterio por qué nacemos aquí o allí, en esta u otra época, por qué con este cuerpo y no con otro. Hay casualidades. En 1964, Che Guevara vino a Ginebra como jefe de la delegación cubana en la Conferencia del Azúcar y yo, que era muy joven, fui su chófer durante casi dos semanas. El último día, antes de que se fuera, me armé de valor y me atreví a decirle: “Comandante, quiero ir con usted a Cuba”. Eran las cuatro de la mañana, se veían todas las luces de Ginebra y los anuncios de las joyerías y de los bancos y él me dijo: “Has nacido en el cerebro del monstruo; es aquí donde tienes que trabajar y combatir”. Él era una persona más bien fría, pero con una ironía conmovedora y me dejó impresionado; creí que me tomaba por un pequeño burgués del que nadie necesita nada, me humilló. Si hoy miro hacia atrás veo que tenía toda la razón. Creo que he ayudado a la humanidad más desde las entrañas del monstruo.

P. ¿Sigue siendo comunista?
R. Si, pero en el sentido en que Marx habló de la revolución de los modos de producción, porque estoy convencido de que este capitalismo que vivimos nos lleva a la selva. Vivo en el país más rico del mundo, cuya única materia prima es el dinero de los demás.

EL DINERO DE LA SANGRE

P. Como un gran banco.
R.En Suiza hoy trabajan 107.000 personas en el sector bancario, no se puede cuantificar lo que hay aquí; sólo en fortunas privadas extranjeras hay más de tres billones de dólares. Un dinero que hace a este país, según el Banco Mundial, el más rico del mundo, por delante de Kuwait o de los Emiratos Árabes. Lo cual no quiere decir que no haya también mucha pobreza, desde luego. Esta riqueza llega por tres vías: el capital en fuga del Tercer Mundo, que es el dinero de la sangre, hay por ejemplo cuatro mil millones de francos suizos de Mobutu mientras en el Congo los niños mueren de hambre y de epidemias. Llega también, para blanquearse, mucho dinero de la criminalidad organizada; Roldán, por ejemplo. Y, en tercer lugar, está el dinero gris que es el de la evasión fiscal de Europa entera. Esto es la cueva de Alí Babá. Y yo no quiero vivir en un país cuyo bienestar está pagado por la sangre de los niños de Nicaragua o por las mujeres humilladas de Tailandia que trabajan muchísimas horas por semana…

P. Pero es el dinero, no el hambre, el que acaba moviendo al mundo.
R. El dinero es la forma del poder más clara.

P. Al estudiar el hambre y la miseria observa, pues, el poder.
R. Yo me pregunto el por qué de las cosas y me doy cuenta de que el papel del Estado es totalmente ficticio en comparación con el de las multinacionales. Hoy las doscientas sociedades mayores del mundo gobiernan más del 27% del comercio mundial. Este capitalismo salvaje ha creado unas oligarquías muy poderosas…

P. El siglo XXI no le parece mejor.
R. Hace doscientos años, la Revolución Francesa lanzó un modelo de civilización basada en la solidaridad, la justicia social, los derechos del hombre y la libertad; fue el tiempo de las luces. Esto fue el principio de algo que hoy está en peligro. La comida nos da ahora mismo buenos ejemplos: vea lo que pasa con las vacas locas; se alimentó a unos hervíboros con esas harinas animales, volviéndolos carnívoros. Ahora las grandes multinacionales alimentarias patentan genes, plantas y organismos vivos para crear (OGM) Organismos Genéticamente Modificados, como el maíz transgénico que es mucho más resistente, permite mejores cultivos y también proporciona muchos más beneficios económicos. Pero este maíz transgénico es un ser completamente diferente cuyos efectos sobre el organismo no conocemos aún: harían falta al menos veinte años para saberlo. ¿Sabe lo que decía Kant? Él decía que las luces eran “la ruptura del tiempo” . Tras doscientos años de esa cultura que, con sus limitaciones, buscó la democracia, lo de ahora es la jungla; una verdadera ruptura. El mundo ha cambiado, desde luego, y es una suerte que haya desaparecido la Unión Soviética, pero el capitalismo más salvaje se ha extendido por toda la tierra, gracias también a un serie de revoluciones tecnológicas. Este banco que estamos viendo contacta con su sucursal de Tokio a la velocidad de la luz, trescientos mil kilómetros por segundo: ha nacido el ciberespacio, que permite la administración financiera del mundo. Todos los días se intercambian, según la media de 1999, más de 6.000 millones de dólares y de éstos sólo el 15% se refiere a intercambios comerciales, a la economía real; el resto es economía virtual…

P. Si la economía es virtual, entonces el dinero no existe…
R. El dinero está en el mundo en que vivimos, en el mundo real. Y todos, empezando por los gobiernos europeos, que son mayoritariamente socialdemócratas, aceptan esta civilización que tiene un sólo valor: el beneficio económico. Todos los demás valores, como el tener un trabajo estable, o el buscar la justicia, resultan arcaicos frente a esta defensa de la libertad total del capital, que representa la idea de esa mano invisible y mágica que todo lo arregla, incluídas las desigualdades. Naturalmente, no es verdad que las cosas sucedan así. En Brasil, por ejemplo, tuvieron 4,8% de crecimiento el año pasado y al mismo tiempo todos los indicadores sociales fueron negativos: tienen más hambre, más analfabetismo, más epidemias. Es evidente que este desequilibrio se produce porque el control de los flujos económicos está en muy pocas manos, en las de estas reducidas oligarquías transnacionales. Cada día mueren de hambre 5.000 personas. Es lo que yo llamo el genocidio silencioso. Y 825 millones están amenazados de malnutrición. Pero la FAO dice que la agricultura actual podría dar de comer a 12.000 millones de personas. Este es el estado del mundo de unas Naciones Unidas que subvencionan a grandes industrias cuando compran leche en polvo para estos niños hambrientos. ¡Más de dos mil millones de personas no disponen de agua potable! Es la locura.

P. ¿Qué propone ?
R. La insurrección de las conciencias. Lo que se ha hecho en la conferencia de Porto Alegre. Habría que controlar a las multinacionales, oponer a la globalización del capital la globalización de los derechos democráticos. Esta posibilidad ya la han comenzado los desheredados del mundo, y deberíamos escucharles más.

IMPERIALISMO Y MAQUILAS

La ganancia del presidente de Nike, Phil Knight, es de 215 millones de dólares, 10 veces las ganancias de 55.000 trabajadores indonesios de la transnacional.
La palabra maquila está asociada a frases como: “precariedad”, “abusos, acoso
y violencia sexual contra las mujeres”, “falta de libertad sindical y de
negociación”, “salarios de hambre” y “largas y agotadoras jornadas de
trabajo”.

Si bien las maquilas aparecieron en América Latina en los años 60 y 70, bajo
los auspicios de Estados Unidos, es en los 90 que toman un gran impulso con
la liberalización del comercio internacional y la mundialización de la
economía.

Los derechos laborales, reconocidos en numerosas declaraciones y convenciones
internacionales, son letra muerta para muchos gobiernos, transnacionales y
empresarios de las plantas maquiladoras, para quienes, el fin supremo de la
rentabilidad justifica todos los medios. Con el presente artículo nos
adentramos al interior del “fenómeno de la maquila” en México, América
Central y República Dominicana.

Bueno, bonito y barato

Maquila es un término árabe que significa, según el diccionario, “porción de
grano, harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda”. En
América Central y México la maquila se llama a las actividades económicas
nacionales o extranjeras que ejecutan una parte muy precisa en el proceso de
producción.

Las empresas maquiladoras inician, terminan o contribuyen de alguna forma en
la elaboración de un producto destinado a la exportación, ubicándose en las
“zonas francas” o “zonas procesadoras de exportación” en donde se benefician
de numerosas ventajas que les ofrecen los países receptores.

En un contexto de fuerte competencia, las transnacionales buscan rebajar al
máximo los costos de producción por la vía de trasladar algunas actividades
productivas de los países industrializados a los países periféricos con bajos
salarios sobre todo en aquellas ramas en las que se requiere un uso intensivo
de mano de obra.

El reto de responder con rapidez a la demanda de productos con ciclos de vida
breves y estándares de calidad más estrictos les ha llevado a adoptar nuevas
tecnologías y formas de organización de la producción y del trabajo. “El
desafío consiste en producir con el máximo de calidad en el mínimo de tiempo,
y utilizando la mano de obra barata que todas las demás plantas también
utilizan”, dice el estudio “El fenómeno maquilador en México y Honduras” de
la Confederación Mundial del Trabajo. Las maquiladoras de Honduras, por
ejemplo, el proceso productivo se divide en dos partes: en el diseño y corte
de las prendas se utilizan avanzados sistemas tecnológicos computarizados y
maquinaria electrónica de alta definición, y en el ensamblaje y la costura
predominan las máquinas sencillas con bajo grado de automatización y en el
que se requiere un uso intensivo de mano de obra.

¿Por qué se van?

La relocalización de la actividad productiva transnacional es un fenómeno
mundial y se ha efectuado desde Norteamérica hacia México, América Central y
Asia, pero también desde Taiwán, Japón y Corea del Sur hacia el sudeste
asiático y hacia América Latina, con miras a abastecer al mercado de Estados
Unidos. En el caso de Europa, las empresas italianas, alemanas y francesas
primero trasladaron sus actividades productivas hacia los países de menores
salarios como Grecia, Turquía y Portugal, y luego de la caída del Muro a
Europa del Este. Actualmente se han instalado también en América Latina.

La reestructuración empresarial se produce en medio de no pocos conflictos
sociales en los países del Norte, pues cientos de fábricas cierran y dejan en
el paro a miles de trabajadores. En la década del 90, más de 900.000 empleos
se perdieron en Estados Unidos en la rama textil y 200.000 en el sector
electrónico.

Las maquilas aprovechan la enorme diferencia salarial entre el Norte y el
Sur. Mientras un obrero mexicano, en 1998, ganaba 1,51 US dólares por hora,
el de Estados Unidos, por un trabajo idéntico, obtenía 17,2 dólares, es de
decir once veces más. La diferencia con Alemania y el Japón es aún mayor.
Los salarios que se pagan en México incluso están por debajo de los de Corea
del Sur y Taiwán, como se indica en el siguiente cuadro.

Costo de la hora de trabajo 1998

Países US dólares,
México 1.51
Taiwán 5.82
Corea del Sur 7.40
Estados Unidos de 17.2
Japón 23.66
Alemania 31.88

Fuente: “El Fenómeno Maquilador en México y Honduras”, CMT, marzo 2000.

Es abismal, igualmente, la diferencia entre los salarios que pagan las
maquiladoras a los/as trabajadores/as y los precios finales de los productos
que los supermercados venden al público. Por ejemplo, por una camisa marca
GAP un consumidor canadiense paga US 34 dólares, mientras en El Salvador una
obrera gana 27 centavos por confeccionarla. ¿Y qué decir de la desigualdad
de ingresos entre los directivos de las transnacionales y los obreros? La
Red de Solidaridad de la Maquila, con asiento en Toronto, calcula que la
ganancia en el papel del presidente de Nike, Phil Knight, es de 215 millones
de dólares, ?10 veces las ganancias de 55.000 trabajadores indonesios de la
transnacional!
Los beneficios que obtienen las maquilas son aún mayores si se toma en cuenta
que éstas reciben dólares de Estados Unidos por sus ventas y en cambio pagan
salarios en moneda local que se devalúa constantemente con relación al dólar.

En América Latina

Las maquilas cobran una creciente importancia. En México una cuarta parte de
la mano de obra industrial (más de 1?100.000 obreros / as) trabaja en las
4.079 plantas maquiladoras ubicadas ya no solo en los estados fronterizos con
Estados Unidos sino en el interior del país. En Costa Rica, El Salvador,
Honduras, Guatemala, Panamá y República Dominicana los puestos de trabajo en
las maquilas superan holgadamente los 500.000.

En México, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que arranca en
1994, ha potenciado la instalación de grandes transnacionales, tales como la
General Electric, AT&T, Chrysler, Zenith, Ford Motor Company, General Motors,
Mattel Toys, Panasonic, Matsuhita electronic, Motorola, Philips consumer
electronics, Sansonite y Jonson & Jonson Medical, Delphi Packard ?Electric
Systems, United Techonologies/Autodivisión, American Yazaki Corporation,
etcétera. Abarcan ramas tan variadas como la confección, accesorios y
máquinas eléctricas y electrónicas, muebles, automotriz, químicos, alimentos,
juguetes, calzado y cuero.

En Centroamérica y el Caribe, las maquiladoras sobre todo se dedican a la
ramal textil y al vestuario, aunque también algunas hacen montaje
electrónico. Las más grandes plantas maquiladoras son de propiedad coreana,
taiwanesa y norteamericana que producen, bajo contrato, para las grandes
tiendas y supermarcas de los Estados Unidos, que venden sus productos en
Estados Unidos y Canadá.

“Un fenómeno interesante que acompaña a esta producción es la submaquilación.
Este tipo de subcontratación se puede establecer entre dos empresas
maquiladoras o entre una maquiladora o personas particulares, talleres
familiares o microempresas”, sostiene la Organización Internacional del
Trabajo, OIT, en el estudio “La situación en las zonas francas y empresas
maquiladoras del Istmo Centroamericano y República Dominicana”.

¿Son la solución?

El modelo cepalino de industrialización por sustitución de importaciones, en
el que el Estado jugaba un papel central, y el objetivo, al menos en teoría,
era abastecer el mercado interno, ha quedado atrás. Los gobiernos huéspedes
de las maquilas han abandonado todo proyecto de desarrollo nacional y se
insertan en la economía globalizada ofreciendo mano de obra abundante, joven
y barata.

En una situación de crisis, ajustes estructurales, crecimiento sin
precedentes de la pobreza, del subempleo y el desempleo, los gobiernos
compiten desesperadamente por atraer la inversión extranjera, haciendo
concesiones tributarias, financieras, laborales y ambientales reñidas con la
vigencia de los derechos humanos, los intereses de sus propios pueblos y, por
supuesto, con acuerdos y tratados internacionales laborales y
medioambientales que han suscrito y se han comprometido a cumplir.

Entre otros beneficios que gozan los inversionistas extranjeros se puede
mencionar: Ambiente no sindical y flexibilidad laboral; exención de impuestos
y aranceles a insumos importados y a productos exportados; repatriación sin
restricción de los beneficios; créditos a bajo interés y con atractivos
plazos; buenos sistemas de comunicación y transporte; exenciones fiscales
diversas; subvención de infraestructura, caminos, servicios de energía,
etcétera, según el estudio de la OIT.

Las maquiladoras son presentadas por los gobiernos como la panacea para
“combatir el desempleo, obtener divisas y transferencia de tecnología”.
¿Cumplen realmente este papel? Diversas estudios y opiniones confirman que la
respuesta es rotundamente negativa.

Los gobiernos centroamericanos alardean de sus cifras de exportación que
supuestamente aumentan rápidamente gracias a la industria de las maquilas.
Seis países de la región (Costa Rica, El Salvador, Guatemala Honduras,
Nicaragua y Panamá) exportan más de 3.000 millones de dólares, según el
estudio “Les Republiques Maquilas” de Karin Lievens, de Oxfam Solidaridad de
Bélgica. Sin embargo, la realidad no es como la pintan.

En El Salvador, por ejemplo, en 1996, las maquilas exportaron alrededor de
709,7 millones de dólares, pero, en el mismo tiempo, las empresas importaron
alrededor de 541,5 millones de dólares. De hecho se trata de los mismos
productos: se importan del país de origen camisas, pantalones, camisetas o
vestidos que luego de ser confeccionados, planchados y empaquetados son de
nuevo reexportados. El saldo que queda de las dos operaciones es de apenas
168,2 millones de dólares. Se trata del valor añadido por concepto de
arriendo de terrenos a las maquilas, salarios, costos de aprovisionamiento
como agua potable, electricidad y mantenimiento de las máquinas. No se
cobran impuestos sobre las exportaciones y las importaciones ni tasas
comunales o derechos de aduana. Las maquilas no hacen uso de las materias
primas nacionales (salvo si se trata de productos de madera o agrícolas),
porque importan todos los insumos, desde el hilo hasta los botones. Y
tampoco transmiten conocimientos y tecnología, porque la industria del
vestido, en esta etapa, no requiere de tecnologías avanzadas, según el
estudio de Oxfam Bélgica.

Un dato interesante de anotar es que hasta hace pocos años las importaciones
de insumos y las exportaciones de productos elaborados en las maquilas no se
registraban en la balanza comercial de los países, y sólo se agregaban los
servicios de transformación. Sin embargo, por “recomendaciones” del Fondo
Monetario Internacional dichos datos se han incorporado a la balanza
comercial, con lo que se presenta el espejismo de una industrialización y una
prosperidad inexistentes.

¿Dónde están los beneficios?

En México, solo el 2% de los componentes de la exportación de las maquilas
son nacionales, el resto son totalmente importados, reafirma Alejandro
Villamar, integrante de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio.
“Pero lo terrible del problema de las maquiladoras son todos los tóxicos que
dejan este tipo de industrias”, agrega Villamar. “No existe infraestructura
ambiental, la mayoría de las empresas no reporta ni cumplen con su obligación
de regresar todos los deshechos tóxicos a su lugar de origen, y entonces, los
afectados no solamente son los trabajadores que están en la maquila sino toda
la comunidad, incluyendo los niños y los viejos. El norte de la República
tiene los índices más altos en cuanto a niños que nacen sin cerebro, o con
espina bífida o con cánceres en diferentes partes del cuerpo”, enfatiza.

En ciudades como Matamoros, Brownsville, Tamaulipas, Ciudad Acuña y Coahuila,
en efecto, se han registrado el nacimiento de niños con malformaciones
físicas y retraso mental. Autoridades médicas reportaron 91 de estos casos,
entre 1989 y 1992. En 1991, 51 madres de niños con malformaciones que habían
trabajado en la fábrica Mailory Capacitator introdujeron una demanda
exigiendo indemnizaciones por no haber respetado normas de higiene laboral.
Se pudo comprobar que estas trabajadoras habían manipulado las mismas
sustancias tóxicas sin protección y habían sido sometidas a ritmos intensos
de trabajo en locales insalubres.

En muchas plantas maquiladoras no existen elementales sistemas de seguridad e
higiene en el trabajo. En las empresas FTE Communication Systems (ciudad
Juárez), Grand Band Comunications, Retzloff Chemical Planta Petrolite, CMI,
Mariscos Bagdad Processing y Deltronicos General Motors de Matamoros, decenas
de trabajadoras han sufrido intoxicaciones y lesiones producidas por la
manipulación de productos tóxicos o por la ausencia de medidas de seguridad
en el trabajo.

En las zonas en donde se ubican las maquiladoras se presentan serios
problemas de alcantarillado, agua potable y recolección de basura para los
residentes y junto a las economías informales, se desarrollan la delincuencia
y el tráfico de drogas.

La Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio, que está formada por
organizaciones civiles y ONGs, ha hecho estudios específicos en toda la
frontera Norte de México y ha comprobado que las empresas no cumplen con los
compromisos de orden internacional, utilizan un doble estándar en el orden
laboral y ambiental y no responden a ningún código de conducta. “Esa es la
ventaja que les ha proporcionado un Tratado de Libre Comercio, que es un
modelo que se extiende a toda Centroamérica, y que se pretende introducirlo a
todo el resto de América Latina y El Caribe con el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas”, finaliza Villamar.

Bibliografía

OIT, “La Situación sociolaboral en las Zonas Francas y Empresas
Maquiladoras del Istmo Centroamericano y República Dominicana”, 1996.

“El Fenómeno Maquilador en México y Honduras”, CLADEHLT, marzo 2000.

Karin Lievens, “Les republiques maquilas”, Oxfam-Solidarité, Bélgica, 2000

Maquila Solidarity Network, www.web.net/~msn/5codes4.htm

En entredicho el Pacto mundial de la ONU con las transnacionales

En 1998, la ONU recibió ayudas privadas por 16.000 millones de dólares. Uno de los mayores donantes fue Ted Turner; el patrón de la CNN, quien en 1997 entregó 1000 millones de dólares para gastos de las Naciones Unidas en la próxima década. Las transnacionale intentan alejar cualquier posibilidad de someterse a normas jurídicas obligatorias.
En la última reunión del Foro Económico Mundial, llevado a cabo en Nueva
York, del 31 de enero al 4 de febrero, el secretario general de la ONU,
Kofi Annán, mostró su satisfacción por los avances del Pacto mundial que
pretende “darle rostro humano al mercado mundial”. Con este Pacto,
propuesto por Annán al Foro Económico Mundial en 1999 en Davos y que
arrancó oficialmente en julio del 2000 con la participación de 50 grandes
transnacionales, 12 ONGs y una federación sindical, se insta a las empresas
a adoptar nueve principios universales en los ámbitos de los derechos
humanos, las normas laborales y el medio ambiente

Empero, varias empresas signatarias del Pacto como ABB, France Telecom,
Nike, Nestlé, Novartis, Royal Dutch Shell y otras que trabajan asociadas a
programas de Naciones Unidas se han visto involucradas en una serie de
denuncias y escándalos que ponen en entredicho la legitimidad de este Pacto
que, según las organizaciones ecologistas Greenpeace y Amigos de la Tierra,
no es más que un “inescrupuloso intento de lavar la cara de las compañías
transnacionales, vinculando su imagen a la de la ONU”.

Desde otro ángulo, la responsabilidad social proclamada por los ejecutivos
de las grandes empresas para afrontar la globalización ha saltado hecha
pedazos a partir de numerosos casos de fraude, enriquecimiento y abuso de
poder que involucran a altos ejecutivos de empresas como Enron, Nortel,
Global Crossing, Allied Irish Bank o Carlsberg. Entre las operaciones
irregulares, según el diario El País, figuran compras de acciones con
información privilegiada, autocompensaciones millonarias o desvío
interesado de dinero hacia fondos de pensiones.

El caso de la energética estadounidense Enron reviste tal gravedad que
ahora se habla de un antes y un después de Enron. Con un vicepresidente de
la compañía suicidado y con ramificaciones que tocan a lo más alto de la
administración de George Bush, la quiebra de la Enron dejó al descubierto
los manejos de una cúpula de ejecutivos inescrupulosos que, conociendo la
situación agonizante de la compañía, se lanzaron a vender las acciones
sobrevaluadas de la compañía sin advertir a los pequeños accionistas ?la
mayoría trabajadores- que quedaron en la bancarrota tras la quiebra de la
compañía. Al otro lado del Atlántico, en Zurich, se denunciaba otro
escándalo en el grupo de ingeniería suizo-sueco Asea Brown Boveri, ABB.
Mientras la empresa anunciaba pérdidas de 691 millones de dólares en el
2001 se conocía que dos de sus presidentes, Percy Barnevik y Göran Lindahl,
cobraron más de 200 millones de dólares antes de irse.

En el “paraíso de la desregulación”

Cuando grandes transnacionales cuestionadas por violación a los derechos
humanos y laborales o acusadas de atentar al medio ambiente dan su visto
bueno al Pacto Mundial, la primera pregunta que surge es ?Por qué lo hacen?
La respuesta la dan los propios promotores del Pacto: “El pacto mundial no
es un instrumento de regulación, un código de conducta con fuerza
obligatoria ni un foro para la formulación de normas y prácticas de
gestión. Tampoco es un refugio que permita a las empresas suscribirlo sin
demostrar un interés y unos resultados reales. Se trata de una iniciativa
de carácter voluntario destinada a servir de marco general para fomentar la
responsabilidad cívica mediante el liderazgo empresarial comprometido y
creativo”, señalan.

En definitiva con el Pacto Mundial se vuelve a poner en vigencia el viejo
principio de “dejar hacer y dejar pasar”. Y ello colma la aspiración de
las transnacionales de autorregular sus actuaciones y alejar cualquier
posibilidad de someterse a normas jurídicas obligatorias.

Un poco de historia

Lo que desean las transnacionales es actuar con total impunidad, como lo
han hecho en el pasado y lo siguen haciendo. Algunas transnacionales se
han visto involucradas en injerencia en asuntos internos de los Estados.
Basta recordar el papel jugado por la United Fruit (hoy Chiquita) en el
derrocamiento en 1954 del Presidente de Guatemala Jacobo Arbenz quien
promovía la reforma agraria, o la actividad desestabilizadora de la
International Telephone and Telegraph, ITT, durante el gobierno socialista
chileno de Salvador Allende a comienzos de la década de los 70. Otras han
apoyado a regímenes represivos. Durante la dictadura argentina de los 70,
las empresas transnacionales Fiat, John Deere, Massey Ferguson, Renault y
Ford “colaboraron activamente en la represión del movimiento sindical
argentino, denunciando a los activistas a las fuerzas represivas, que
procedían a arrestarlos. La mayoría de los arrestados desaparecieron
definitivamente”, escribe Alejandro Teitelbaum en su libro “La crisis
actual del derecho al desarrollo”.

La lista de transnacionales que han atentado contra el medio ambiente y el
derecho a la vida es larga. Contra algunas de ellas se han formulado
demandas judiciales: la petrolera Texaco ha sido enjuiciada en Estados
Unidos por daños ambientales en la Amazonía ecuatoriana; la Novartis en
Brasil por la utilización de la soja transgénica, violando el principio de
precaución; la Unión Carbide en la India y Estados Unidos por su
responsabilidad en la catástrofe de Bhopal que costó la vida a miles de
personas.

Los escándalos de las transnacionales provocaron que las Naciones Unidas,
por presión de los países del Sur que reclamaban relaciones económicas
internacionales más justas, crearan, en la década de los setenta, el Centro
para las Empresas Transnacionales y la Comisión de Empresas Transnacionales
que intentaron elaborar un Código de conducta vinculante para regir las
actuaciones y actividades de estas empresas.

Las discusiones con relación al Código se estancaron por presión de los
países industrializados, que haciendo causa común con las transnacionales,
se negaron a reconocer a los Estados el principio de la soberanía nacional
sobre los recursos naturales de un país sin ningún tipo de límites.

El derrumbe del campo socialista, a finales de la década de los ochenta y
comienzos de los noventa, representó un triunfo para las transnacionales.
La imposición de las políticas liberalizadoras, privatizadoras y
desreguladoras y las nuevas tecnologías de comunicación e información les
permitieron ampliar y extender sus negocios a escala planetaria, abarcando
todas las ramas de la economía. Según Naciones Unidas, el número de
empresas transnacionales hoy en día asciende a 60.000, con más de 500.000
sucursales en todos los países del mundo. Un cuarto de la economía mundial
está dominado por las transnacionales y algunas de ellas son más poderosas
que muchos Estados.

En la década de los 90, han recurrido a nuevos métodos de organización
empresarial, como la deslocalización de sus actividades productivas a
regiones y países de menor costo de mano de obra y donde las leyes
laborales y ambientales son más permisivas. También recurren a la
contratación de terceros, con lo que pretenden evadir sus responsabilidades
laborales. Como nunca antes, se han incrementado los atropellos a los
derechos laborales, el irrespeto al derecho de sindicalización, la
explotación del trabajo infantil y de la mujer, la prolongación de las
jornadas de trabajo, la inestabilidad laboral y los despidos.

Tras Naciones Unidas

En este contexto, las transnacionales, a través de la Cámara Internacional
de Comercio, la Organización Internacional de Empleadores, el Consejo
Empresarial Mundial de Desarrollo Sostenible y otros, se propusieron ganar
influencia colectiva en las decisiones económicas y sociales de las
Naciones Unidas a fin de anular o minimizar las regulaciones, flexibilizar
las relaciones laborales, abrir los mercados y moldear el lenguaje, el
discurso y las agendas de la ONU asegurando que las únicas salidas posibles
son las “soluciones de mercado”.

Una primera batalla en este sentido ya la ganaron en 1993 cuando el
entonces secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, desmanteló el
Centro para las Empresas Transnacionales y la Comisión de Empresas
Transnacionales.

Cuando Kofi Annán tomó las riendas de la ONU en 1997, las transnacionales
reforzaron su ofensiva y consolidaron su influencia aprovechando las
coincidencias de fondo que mantenían y mantienen con el nuevo jefe de la
ONU en la manera de enfocar e intervenir en la globalización corporativa.
Kofi Annán no solo es un aliado de Washington sino que ha expresado su
acuerdo con el pensamiento neoliberal que promueve el libre comercio, los
derechos de propiedad, la desregulación y las privatizaciones. La novedad
ahora, es, sin embargo, que Kofi Annán ha rescatado las concepciones
filantrópicas nacionales del siglo XIX y les ha dado rango internacional,
pretendiendo arreglar la pobreza y la exclusión social que provoca la
mundialización mediante la caridad y los códigos de buena voluntad.

En el último quinquenio se ha fortalecido la presencia y la influencia de
los actores que impulsan la globalización corporativa, esto es, el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de
Comercio.

?Donaciones desinteresadas?

Durante el mandato de Kofi Annán, se ha reforzado la asociación
indiscriminada de la ONU y sus organismos adscritos con el sector privado
lo que está llevando a una mayor dependencia de las donaciones de las
fundaciones (principalmente de Estados Unidos y Europa) y de poderosos
hombres de negocios que obviamente defienden sus propios intereses.

En 1998, la ONU recibió ayudas privadas por 16.000 millones de dólares.
Uno de los mayores donantes fue Ted Turner, el patrón de la CNN, quien en
1997 entregó 1000 millones de dólares para gastos de las Naciones Unidas en
la próxima década. Otra contribución importante fue la del hombre más rico
del planeta, Bill Gates, quien en enero de 2000, a través de la Fundación
“Bill and Melinda Gates Foundation”, donó 750 millones para la Alianza
Global para la Vacunación e Inmunización, una iniciativa de UNICEF y la
Organización Mundial de la Salud en asocio con el Banco Mundial y las
transnacionales farmacéuticas. Otros donantes importantes son la Fundación
Ford, la Fundación Rockefeller, la Fundación Kellogg, la Fundación Hewlett,
la Fundación Packard.

“La crisis que afecta tanto a la ayuda oficial al desarrollo como a la
situación financiera de la ONU ha alentado también la creación de estas
asociaciones (con el sector privado)”, sostiene el investigador Petter
Utting del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Social, UNRISD. “En los años 90, agrega, la reestructuración y
los recortes presupuestarios fueron habituales en muchos organismos de la
ONU. En este contexto, el sector privado empezó a considerarse como una
fuente importante de fondos alternativos”. (UNRISD Informa, # 23 otoño /
invierno de 2000).

Los criterios para la selección de las empresas privadas con las cuales
constituir asociaciones ha sido “poco exigente” y en varios casos se ha
incluido a empresas cuestionadas por violaciones de derechos humanos y
laborales o por atentar contra el medio ambiente. Este es, por ejemplo, el
caso del Fondo para un Desarrollo Duradero (“Global Sustainable Development
Facility”) impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, PNUD, y un grupo de transnacionales gigantes como la británica
Río Tinto, las estadounidenses Dow Chemical, Oracle y AT&T, la sueco-suiza
ABB, la suiza Novartis, etc. Algunas de estas empresas pagaban una
modestísima cuota de ingreso al Fondo de 50.000 dólares y con ello podían
participar en las orientaciones de los organismos pertinentes de Naciones
Unidas y “cubrir ante la opinión pública sus nefastas actividades con una
mascarada humanitaria”, según una exposición escrita presentada por el
Centro Europa-Tercer Mundo, la Asociación Americana de Juristas y otras
organizaciones a la Subcomisión de Derechos Humanos en el año 2000. Tras
conocerse los cuestionamientos públicos, este programa fue dado de baja.

Doble rasero

También se da el caso de transnacionales que presentan la “cara buena” en
un continente y la “cara mala” en otro. Este es el caso de la Coca Cola,
la transnacional que vende sus productos en 200 países. En África,
participa en programas de prevención del SIDA pero en Estados Unidos es
acusada de vinculación con grupos paramilitares colombianos y de perseguir
a los sindicatos. UNICEF, en el Informe de “Estado Mundial de la Infancia
2002”, señala que “existen amplias posibilidades para que las corporaciones
demuestren que son capaces de ocupar una posición de liderazgo en la lucha
mundial contra el VIH/SIDA” y enseguida dice que la “empresa Coca Cola
anunció recientemente que pondrá su enorme red de distribución en África,
mediante la cual logra enviar sus bebidas hasta los rincones más recónditos
del continente para hacer llegar condones, equipos de pruebas y materiales
impresos a las clínicas más remotas de África”.

Entre tanto en Colombia, las actuaciones de las embotelladoras de la Coca
Cola se sitúan en el extremo opuesto de la filantropía y de las acciones
humanitarias de África. El dueño de la embotelladora de Coca Cola del
municipio de Carepa, noroccidente del departamento de Antioquia, Richard
Kirby, habría amenazado con matar y desaparecer a trabajadores que
pretendían sindicalizarse. Semanas después fueron asesinados el
sindicalista Isidoro Segundo Gil y otros tres de sus compañeros. Por ello,
el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos,
interpuso una demanda en la Corte del Distrito Sur de la Florida, Estados
Unidos contra la transnacional por graves violaciones a los derechos
humanos.

Estrategia publicitaria

Las posiciones de la llamada “sociedad civil” con relación al Pacto Mundial
están divididas. Mientras Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el
Fondo Mundial para la Naturaleza y la Confederación Internacional de
Organizaciones Sindicales Libres, CIOSL, han concurrido a avalar, con su
presencia, el acuerdo de la ONU con las transnacionales, otras lo critican
de manera frontal. La ONG suiza Declaración de Berna, por ejemplo, afirma
que existe el peligro de que la ONU se deje utilizar por las
multinacionales. “Las empresas pueden servirse del emblema o de la imagen
de la ONU en el marco de sus estrategias publicitarias”, señalan.

Con el Pacto Mundial son las transnacionales las que controlan sus propios
compromisos, en tanto que la “asociación entre la ONU y el sector privado
contribuye a debilitar a las organizaciones internacionales”, pues sitúa a
las empresas y a los gobiernos en pie de igualdad cuando son los Estados
los que deben tener la última decisión en materia política y legislativa,
sostiene la Declaración de Berna.

Temen también que la colaboración con las transnacionales lleve a la ONU a
autocensurarse y que ésta pierda su independencia en los casos en que sea
necesario hacer investigaciones. Por ejemplo, la empresa estadounidense
Nike ha impedido la formación de sindicatos en su fábrica de Kuk Dong,
México. La Nike ha violado el principio tercero del “Pacto mundial” que
señala que “las empresas deberían apoyar los principios de la libertad de
asociación sindical y el reconocimiento efectivo del derecho a la
negociación colectiva”, sin embargo continúa aprovechando de los “méritos
de su acción filantrópica” en su sitio Internet. Los ganadores y
perdedores del Pacto están a la vista. El motor que mueve a las empresas
es el lucro, la ganancia, el interés privado, y eso casi siempre está
reñido con el interés y el bienestar general. Lo mínimo que se puede pedir
a la ONU es que someta a las transnacionales al cumplimiento de las normas
internacionales ya existentes y retome la discusión de un Código de
conducta obligatorio para regir sus actividades.

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Transnacionales y derechos humanos

“El objetivo de las empresas transnacionales es obtener el máximo beneficio
con el mínimo de gastos o de obligaciones sociales. Esta visión de las
cosas no concuerda con la tendencia que dentro de las Naciones Unidas
incluye la cuestión de los derechos humanos en el proceso de desarrollo
económico”, sostiene el Sr. El Hadji Guiseé, Presidente-relator del Grupo
de trabajo sobre métodos y actividades de las empresas transnacionales de
la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos creado en
1998.

Para el experto, las actividades de las transnacionales tienen
consecuencias tanto en los derechos colectivos como el derecho al
desarrollo y el derecho a un medio ambiente sano, como para los derechos
individuales y sus aspectos sociales:

– Las empresas transnacionales son grandes generadoras de desechos, algunos
de los cuales no pueden ser almacenados de ninguna manera. Eliminarlos a
veces resulta costoso y ha dado lugar a un convenio internacional de
desechos tóxicos y a su vertido en el Tercer Mundo. Las empresas
transnacionales consideran que es más barato y cómodo transferir los
desechos tóxicos a América Latina y África, donde las leyes en materia de
medio ambiente son inexistentes, o bien menos rigurosas. El peligro que
hacen correr las empresas transnacionales a nuestro mundo debería incitar a
adoptar normas más rigurosas y vinculantes.

– Las entidades que gestionan y controlan las mayores riquezas del mundo
emplean muy pocos trabajadores y periódicamente llevan a cabo despidos en
gran escala, conculcando los derechos de los trabajadores y de sus familias
y propiciando así que se agudice la pobreza y se extienda la miseria en el
mundo. Según la OIT, un tercio de la población económicamente activa del
mundo, aproximadamente 1000 millones de personas, está sin empleo o
subempleada, pero las transnacionales han creado 73 millones de empleos, es
decir el 3% del total de mano de obra. Frecuentemente emplean personal
expatriado en puestos ejecutivos, lo que les permite conservar su liderazgo
tecnológico y evitar la divulgación de conocimientos y, por ende, generar
la deserción de la mano de obra local.

– La industria farmacéutica, monopolizada especialmente por los países del
Norte, ejerce el control y dominio sobre casi todos los productos
comercializados en los países del Sur. Los países del Tercer Mundo se ven
asolados por las enfermedades que se encuentran bajo control en el Norte en
gran parte debido a la retención de los medicamentos por parte de
sociedades pertenecientes a empresas transnacionales. (El Hadji Guisse, “El
ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales: la Cuestión de
las empresas transnacionales” 5-07-02).

El intelectual Miguel Unamuno realiza una reflexión de la realidad del pueblo vasco pronunciando el grito inequívoco de ¡No matarás!

(de las cartas abierta, publicadas en El Defensor de Granada en 1898)

[…] Sé que a muchos parecerá lo que voy a decir una atrocidad, casi una herejía, pero creo y afirmo que esa fusión que se establece entre el patriotismo y la religión daña a uno y a otra. Lo que más acaso ha estorbado el desarrollo del espíritu cristiano en España es que en los siglos de la Reconquista se hizo de la cruz un pendón de batalla y hasta un arma de combate, haciendo de la milicia una especie de sacerdocio. Las órdenes militares y la leyenda de Santiago en Clavijo son en el fondo impiedades y nada más. El patriotismo tal y corno hoy se entiende en los patriotismos nacionales es un sentimiento pagano. Decimos con los labios que todos los hombres somos hermanos, pero en realidad practicamos el adversus aeterna auctoritas, y tenemos de la fraternidad la idea que tienen las tribus salvajes: sólo es hermano el de la misma tribu.

Tiene usted muy triste razón cuando afirma que el cristianismo apenas se ha iniciado, que no es más que una débil capa en los pueblos modernos. El evangelio de éstos es, en realidad, ese condenado Derecho romano, quintaesenciado sedimento del paganismo, médula del egoísmo social anticristiano. Cuando se dirija usted a mí, amigo Ganivet, puede decir del Derecho cuantas perrerías se le antojen, porque lo aborrezco con toda mí alma y con toda ella creo, con San Pablo, que la ley hace el pecado. Derecho y deber, estas dos categorías con que tanto nos muelen los oídos, son dos categorías paganas; lo cristiano es gracia y sacrificio, no derecho ni deber.

Y ¡a qué monstruosidades nos ha llevado el infame contubernio del Evangelio cristiano con el Derecho romano! Una de ellas ha sido la consagración religiosa que se ha querido dar al patriotismo militante […].

Hoy, que tanto se habla por muchos del reinado social de Jesús, se debía meditar algo más en que tal reinado no puede ser más que el reinado de la paz y de la justicia, de la paz sobre todo, de la paz siempre y a toda costa. No hay fariseísmo que pueda empañar el claro y terminante: ¡no matarás! Y si para no infringirlo hay que renunciar a ciudadanías históricas, se renuncia a ellas.

Nikolaus Gross: padre de familia, militante obrero y martir

ASESINADO POR HITLER POR SU MILITANCIA CRISTIANA CONTRA EL REGINEN NAZI
Nikolaus Gross: El padre de familia,militante obrero y martir

El alemán Nikolaus Gross, padre de siete hijos y ejecutado en 1945 por los nazis, será beatificado próximamente.

Nacido en 1898, en Niederwenigern, cerca de Essen, conoció primero el trabajo de la mina. A los 19 años, se inscribió en el sindicato cristiano de su rama laboral. A los 20, en el partido cristiano del Zentrum. A los 22, era secretario de los jóvenes mineros. Empezó a colaborar en el diario del Movimiento Católico de los Trabajadores (KAB) el Westdeutschen Arbeiterzeitung. Dos años después, era director.

Desde la sede de Colonia se prodigó en mantener informados a los lectores contra la nefasta influencia de la propaganda nazi. “Nosotros trabajadores católicos rechazamos con fuerza y con claridad el Nacionalsocialismo, no sólo por motivos políticos o económicos, sino decididamente también por nuestra postura religiosa y cultural”, decía. Colaboró con las mayores inteligencias católicas contrarias al régimen, como el jesuita padre Alfred Delp y el laico Emil Letterhaus, que siguieron su mismo destino.

Con la llegada del régimen, empezaron las dificultades. El diario fue declarado “enemigo del Estado”. En 1938, fue cerrado y prosiguió gracias a ediciones clandestinas ciclostiladas.

Fue un hombre que sin vergüenza ni miedo anunció a Cristo, mientras en Alemania el nacionalsocialismo perseguía a la comunidad cristiana. Como marido y padre honró el sacramento del matrimonio y de la familia; como obrero, sindicalista y periodista, se comprometió por la justicia, la verdad, la solidaridad y la paz, arriesgando la vida cada día.

Dos días antes de su ejecución, acaecida el 23 de enero de 1945, desde la cárcel de Berlín-Plötzensee envió una carta de despedida a su mujer, a sus hijos y a sus seres queridos, en la que revela una lúcida conciencia y una extraordinaria serenidad ante la muerte.

Cuando hubo que asumir una responsabilidad pública ante la barbarie nazi, no se echó atrás y pagó con la vida. Como conspirador no violento, deseaba una sublevación de las conciencias contra Hitler y proyectaba una Alemania mejor. Un sueño roto por la dura realidad que, a la larga, venció sobre el proyecto de muerte de sus verdugos.

HABLA UN OPRIMIDO

Se considera un hombre autogestionario que disolvería su índole étnica en busca de una proyección universal. * Lo indio no es la verdad, pero está allí. Y eso es lo que debemos aprender: amar lo que nos enseñaron nuestras gentes. Respetar a los mayores, no insultar a nadie, a la no violencia por la violencia. Estos son los rasgos que debemos acrecentar. Ser limpios. No mentir ni robar. Ver al hombre que existe allí donde parece no haber nadie, nada. Ser fraternos: ¿qué mejor futuro?
“Indio es el nombre con que nos han sometido. Indio es el nombre con que nos vamos a liberar”. Congreso Indio del Cono Sur

Mario Agreda es un militante de la causa de los pueblos aborígenes latinoamericanos. Nació en 1942 en Mina Pirquitas, provincia de Jujuy, Argentina, y zona limítrofe con Bolivia y Chile. Plena puna.

Se considera un hombre autogestionario que disolvería su índole étnica en busca de una proyección universal. Huérfano de padre, a los 4 años ingresa en un “Hogar para menores”, en Tumbaya, en los inicios del peronismo. Recuerda esos tiempos como de adiestramiento más que de educación. De militarización escolar más que enseñanza democrática: como “cabecita negra” que era heredó una lengua hecha de restos del quechua, aymara y español antiguo. Su valedera era su abuela que se desempeñaba en la comunidad india como “agarradora”, es decir: comadrona. Para todo tenían que marchar: para ir al colegio, para asistir a las fiestas, para comer. Hoy se recuerda como un niño-militar que vivía acuartelado. Todo producto del paternalismo colonizador que aún impera. Eso duró hasta sus 16 años, cuando marchó a Salta y de allí bajó a Buenos Aires, ya con estudios secundarios. Fundó organizaciones por la defensa de los derechos de los indios con 20 años e impulsó campañas de concientización y resistencia. Asistió a congresos internacionales. Viajó mucho y amplió su visión de lucha. En el 76 tuvo que dejar Argentina. Por un trivial asunto tangencial obtiene una enorme popularidad en los medios de comunicación: descubre el plagio que fue la canción “La lambada”. Hoy está al frente del Congreso Indio del Exterior y preside la Asociación de vendedores de El Rastro madrileño, donde tiene un tenderete de camisetas estampadas.

Recio orador libertario, hablamos de reivindicativas causas candentes.

* Cuando llegué a Buenos Aires con mi poncho y mis ojotas, el colonialismo me hizo entender rápido sus procederes: Yo era un joven incauto y un vivillo me sacó, en la misma Estación Retiro, los pocos ahorros que llevaba, vendiéndome un anillo de bronce por auténtico oro. ¡Siempre igual! ¡Allí, ellos, con su bisutería falsa! Como Colón y los otros banqueros disfrazados de humanistas: espejitos, zapatos colorados, cuentas de vidrio y, especialmente, mucha pólvora. O los de hoy. Esas ONGs, que son colchones de los poderes y de los gobiernos. Gente fiduciaria, tal vez de demasiado buen corazón -un buen corazón acrítico, una buena alma hegeliana-: subsidiados para hacer la solidaridad, ¿se da cuenta? Y aunque parezca bueno, tampoco estoy con el 0,7 %, porque todo ése trabajo actual hace de “caballo de Troya” en los movimientos de los pueblos. Van con criterios ortopédicos a las comunidades. No escuchan sus necesidades, sino que meten en ella sus filosofías de las cosas que nada tienen que ver con la forma de ver el mundo de los nativos.

* Estoy en contra de los que reemplazan la naturaleza asamblearia de nuestros pueblos por la mera cuantía del dinero. Tratan de apaciguar un problema que seguirá existiendo. No escuchan, porque ellos mismos, desde su estrecha visión solidaria, no saben qué es esa forma no jerárquica de analizar sus asuntos en el seno de las comunidades. Quieren resolverlo todo desde sus perspectivas piramidales: “un ciudadano, un voto”. Nuestros pueblos no necesitan ayuda. Lo que quieren es justicia. Esta es la razón política: las ONGs no tienen que ser intermediarias entre posturas tan asimétricas. Así es como terminan favoreciendo los perfiles más dependientes. Las comunidades resolverán sus cosas por sí mismas. ¡Rechazar a los paternalistas y a los donantes protectores!

* Lo indio no es la verdad, pero está allí. Y eso es lo que debemos aprender: amar lo que nos enseñaron nuestras gentes. Respetar a los mayores, no insultar a nadie, a la no violencia por la violencia. Estos son los rasgos que debemos acrecentar. Ser limpios. No mentir ni robar. Ver al hombre que existe allí donde parece no haber nadie, nada. Ser fraternos: ¿qué mejor futuro?

¿JUST DO IT ? Piensatelo…

NIKE IMPONE EN LOS PAISES DEL SUR CONDICIONES DE SERVIDUMBRE EN EL TRABAJOEl 99% de las zapatillas deportivas NIKE se fabrican en países de Asia. Esta empresa utiliza en la actualidad unas 40 fábricas. En los últimos años ha cerrado cerca de 20 fábricas, buscando pagar los salarios más bajos posibles a los trabajadores y trabajadoras de estos países. Hasta hace poco los productos se fabricaban en Corea del Sur o Taiwan, anteriormente se habían retirado de Filipinas y Malasia, al igual que de Inglaterra o Irlanda. Actualmente han trasladado sus producción a zonas donde se paga menos como China, Indonesia o Tailandia.

Los contratistas que dirigen las fábricas en Indonesia y en China no se preocupan de las leyes laborales ni de los mínimos salariales. De acuerdo a los datos que facilita la Fundación Made in USA, una coordinadora de organizaciones norteamericanas que lucha contra los abusos laborales a niños y niñas, en la fabricación de las zapatillas se emplea mano de obra infantil con edades que rondan los 11 años y con sueldos de 18 pesetas la hora.

Los salarios que paga NIKE en Indonesia por TODOS sus trabajadores/as no llegan a alcanzar los 20 millones de dólares. Esta cifra es inferior al contrato que la firma mantiene con Michael Jordan, para publicitar sus productos.

El coste del trabajo, para NIKE, por fabricar unas zapatillas no alcanza las 100 pesetas por cada par. El precio de ventas de unas zapatillas AIR JORDAN de NIKE en los Estados Unidos es de 16.000 pesetas.

André Agassi, el famoso tenista, gana cerca de 10 millones de dólares al año. La mayor parte de sus ingresos no proceden de jugar al tenis sino de la publicidad, por la que recibe el cuádruple que por jugar. Una de las firmas que promociona es precisamente NIKE, con esta firma ha llegado a un acuerdo por el que cobrara 100 millones de dólares a lo largo de los próximos 10 años.

“Y si la criminalidad es global, ¿por qué no va a serlo también la responsabilidad social? Reebok acaba de proponerle a NIKE una alianza para desterrar el trabajo infantil: las dos firmas han sido acusadas de contratar niños en los países pobres. Hoy han sido acusadas de contratar niños en los países pobres. Hoy me he desanudado mis zapatillas deportivas con desasosiego: tal vez estas botas hayan sido confeccionadas en Pakistán por deditos morenos, flacos y mugrientos que luego recibirán un sueldo de miseria; y aún es peor si no lo reciben, porque se mueren de hambre”
Rosa Montero.

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¿Amancio Ortega uno de los hombres más ladrones del mundo?

ZARA: las maquiladoras gallegas; capitaneadas por el hombre más rico de España En 1998 cincuenta millones de consumidores de todo el mundo contribuyeron con sus compras a incrementar el poder de Zara. Son más de 1376 establecimientos los que Amancio Ortega mantiene desde EEUU a Japón, y desde Argentina a Kuwait. Pero Zara no es más que el buque insigna de las Industrias de Diseño Textil Sociedad Anónima (Inditex), tercer grupo mundial de confección y venta de ropa(por detrás de la estadounidense GAP y la sueca HM), y que posee, entre otras, las cadenas y marcas Massimo Dutti , Pull & Bear, Kiddy´s Class, Brettos, N&B, Lefties, Trisko, Zintura, Bershka,…llegando a más de 150 marcas registradas.
El volumen anual de ingresos de Inditex superó en 1998 la friolera de 268.000 millones de ptas.(un 33% más que en 1997). El valor total del 80% de Inditex que posee Ortega supera los 800.000 millones , lo que le sitúa como el hombre más rico de España, seguido por Emilio Botín. Las nuevas previsiones para este año hablan de aperturas en lugares tan dispares como Polonia, Brasil, Canadá y Arabia Saudí.
Amancio Ortega comenzó como recadero, allá por los años cincuenta, en una tienda de confección textil; con el tiempo fue ganando experiencia en el sector trabajando en diferentes establecimientos, hasta que se decide a copiar, elaborar y vender una bata (deseada por las mujeres de La Coruña y que muy pocas podían comprar) bajo la clave de que el mayor beneficio en la industria textil se obtiene en la venta al por menor. Con el dinero ganado en este negocio, en el año 1963 abre un taller en La Coruña con el nombre de Confecciones GOA. Ortega controlaba todo el proceso, así que se adaptaba continuamente a la demanda y a las últimas tendencias. En 1989 se decidió salir al extranjero. De esta manera nace Inditex S.A. grupo que engloba hasta 17 sociedades de fabricación, 17 de comercialización y otras tantas en diversos sectores(Banco Gallego, Fondos Galicia, concesionarios de Audi, Mitsubishi, Porche, Toyota, con el Deportivo de la Coruña y con Antena 3 Televisión).
Esta historia puede parecer la de un hombre que se hace a sí mismo, sin embargo siempre ha escondido desde sus inicios la explotación del esfuerzo ajeno a través de la economía sumergida y del trabajo en condiciones precarias. Esta economía sumergida se extendió desde Galicia al norte de Portugal, creándose la división lusa de Zara, y a partir de ahí el despliegue a Francia, Grecia, Luxemburgo, Bélgica, Italia, Alemania y Reino Unido…hasta en Nueva York abren tiendas suministradas con el material fabricado en México. Estas condiciones de mano de obra precaria se extienden a Marruecos, Turquía, Grecia, Hungría, Isla Mauricio, Pekín, y especialmente a países asiáticos como Taiwán, Corea del Sur, Vietnam, India…De todos estos lugares recibe Zara en Arteixo (La Coruña), las telas cortadas (dicen que como retales a efectos aduaneros) de sus diferentes modelos, que serán posteriormente ensambladas por las cooperativas y talleres, sometidos implacablemente a la presión del “just in time” (justo a tiempo). Esta diversidad de proveedores le dota de una flexibilidad que le permite marcar el precio de la materia prima, y también de la mano de obra. El presupuesto de la producción, de esta manera, viene fijado por el precio que se presupone al que se puede vender el producto en el mercado. El sistema “justo a tiempo” implica que la empresa no quiere stocks de producción y pretende abastecer todo lo que la demanda, en un momento dado, pida. Pero estas condiciones obligan a los talleres a fuertes oscilaciones de trabajo, pasando de paradas a meses de trabajo con jornadas laborales de 13 a 16 horas, incluso pasando noches sin dormir, todo por un sueldo mínimo para sobrevivir. A este horario infrahumano se le añaden las condiciones pésimas de trabajo: poca luz, mucho ruido, no se pueden sentar, encargados con actitud chulesca -pisoteando la ropa diciendo que es una mierda-,…y si se les ocurre protestar , las frases preferidas de los jefes son:”Mira, si no estás de acuerdo, ahí están los negros deseando trabajar”…Las trabajadoras conocen esta situación, por eso, después de trabajar 10 horas diarias, cobran por 5 y firman por 8. Para redondear el sueldo que ronda las 90.000 ptas algunas empleadas doblan turno con un horario que va desde las 8:00 h. hasta las 24:00 h. con sólo 15 minutos para comer.
La doctora en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, Mar Iglesias, describe en sus estudio sobre “Panorámica sociológica del sector textil gallego” la imagen típica de la manufacturera textil gallega en economía sumergida:”grupos de mujeres que acuden a los talleres a la hora señalada con el carro de la compra, para recoger el material y llevárselo a casa…”. La proliferación del trabajo clandestino sin seguridad social se mueve, además en torno a los talleres subcontratados por Zara, a los de otras grandes firmas como Caramelo, Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Mango,…
Ante esta grave y denunciable situación, da vergüenza apuntar los comentarios de los representantes de los “también grandes” sindicatos: “No podemos presionar mucho porque en Portugal producen a mitad de precio”…

Amancio Ortega es la primera fortuna de España y la veinticinco del Mundo. Su imperio tiene 1.376 tiendas en 41 países y el valor en bolsa supera, los 12.000 millones de euros. Las ganancias de Inditex se elevaron un 22% en el primer semestre del 2002. El señor Ortega ha amasado su fortuna explotando a miles de trabajadores, especialmente mujeres. Querido lector te proponemos un boicot absoluto a Inditex.

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